LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Alexander Zosa Cano*).- Todos los escritores nicaragüenses, iniciaron escribiendo poesía. Enredarse entre los muslos sagaces y embriagadores de las musas es fácil, y difícil escaparse de esas lides. Marvin Salvador Calero Molina (Juigalpa, 1983) pertenece a un grupo de autores que ha huido de esas aventuras líricas del neobarroquismo experimentando otros registros literarios de la narrativa: cuentos y microrrelatos. Ahora se avienta al mar turbulento de la novela y sale airoso con Grisi Siknis (Premio Nacional de Novela Corta “Chuno Blandón”, 2024) a la que haré referencia en esta nota. Esta es la primera novela de Calero Molina en la que explora las complejidades culturales y sociales de la Costa Caribe de Nicaragua, presentando una realidad determinada por fuerzas externas como el entorno natural, los condicionantes sociales y las creencias culturales que moldean la vida de los personajes. Todos los nicaragüenses somos tan cercanos con el Caribe y tan lejanos en la cosmovisión de su mundo.
En esta novela Calero Molina hace alardes desde una visión contemporánea a los conflictos internos y externos que enfrentan los protagonistas. A la vez se van haciendo visibles las características del Naturalismo destacando el determinismo social y ambiental; la presencia de una naturaleza hostil y omnipresente; y la exploración de las fuerzas psicológicas y biológicas. Y aunque en la actualidad, los avances tecnológicos y las transformaciones sociales son evidentes, estos elementos han mutado, pero siguen presentes en nuestra literatura. Indudablemente abordados desde la metodología literaria. Todo con el propósito para reflexionar sobre la condición humana ahora que estamos a mediados de la segunda década de este siglo XXI.
Por otro lado, el Naturalismo en la obra de Calero Molina no se manifiesta solo como un estilo narrativo, sino como una postura filosófica que cuestiona la autonomía del ser humano. En este sentido, hay una exposición sin censura de los aspectos más sombríos de la realidad. No era para menos, pues lo conocí haciendo clases de Filosofía en la Universidad Nacional Agraria Jofiel Acuña Cruz, CUR Juigalpa.
Si bien, el Naturalismo, se caracteriza por su énfasis en el determinismo: planteamiento que supone que el comportamiento humano está determinado por factores externos, como el entorno y las condiciones sociales. Ya lo he dicho en otra ocasión «Las ironías expresas en amarguras filosóficas y las preocupaciones por la objetividad son parte de ese cúmulo de rebeldías y negaciones que se encuentran y se contraponen» (Zosa-Cano, 2023, p. 337) en las novelas que abordan el paisaje. En Grisi Siknis este determinismo se manifiesta en la forma en que los personajes están influenciados por su contexto socioeconómico y cultural. La vida en la Costa Caribe, con sus dificultades económicas, su dependencia al mar y sus tradiciones ancestrales, actúa como una fuerza que pone los límites.
Pero abordar estas ideas no es nuevo en Calero Molina. Ya lo había realizado en su cuento «El primer hijo» compilado en Cuatro voces en la ciudad mágica (2025) donde describe la vida de un niño criado en un barrio marginal. Ahí la pobreza y la educación precaria son determinantes en la vida. En esta novela amplía estas nociones y no se limita a mostrar la miseria material, sino que va más allá, explorando la violencia que sufre el individuo al sentir que no tiene escape y se evidencia la denuncia contra aquellos que mantienen a estos personajes en una condición de desventaja. El sufrimiento no es un hecho aislado, sino el resultado permanente de trituración del alma. La falta de oportunidades económicas, el acceso limitado a la educación y los servicios básicos refuerzan está idea donde todos están / estamos atrapados. Y lo más avasallador es la tendencia a conformarse a esta realidad sin mayores posibilidades de escape.
En la narrativa de Grisi Siknis, la naturaleza no es un simple telón de fondo, sino inmenso personaje que influye de manera directa como una fuerza hostil e indiferente al sufrimiento humano. Aquí las tormentas y el fuerte oleaje hasta la selva, mística y peligrosa; apasionada y controladora; hermosa y caprichosa, actúa como un recordatorio constante de la fragilidad de los personajes frente a su YO ante lo natural y sobrenatural. Estas descripciones me traen a recuerdo las novelas nicaragüenses clásicas como Cosmapa y Bananos donde las representaciones detalladas del paisaje no solo crean un escenario vivido sino un espacio de conflicto y misterio.
El Naturalismo en Calero Molina también se manifiesta en la representación del sufrimiento y la muerte: «La muerte es solo la continuación de otro tiempo, como la materia oscura también es parte de la existencia», afirma. El autor se adentra sin ningún tipo de pudor: «¿qué queda después de la muerte si no los recuerdos, si acaso las obras o los árboles que sembraron en las riberas de los ríos, manglares que detienen la fuerza imponente del mar?». Esta representación de la realidad, que no oculta las imperfecciones del ser humano, es una de las marcas más evidentes del Naturalismo en su obra. No se trata de un mero morbo o de un placer en la muerte; más bien, el autor utiliza estos elementos como una forma de revelar la verdad.
En definitiva, esta novela Grisi Siknis de Marvin Salvador Calero Molina es un ejemplo de cómo los elementos naturalistas pueden integrarse para explorar las complejidades del ser humano. A través del determinismo social y ambiental, la representación de una naturaleza hostil y omnipresente, y la exploración de las fuerzas psicológicas y biológicas, Calero Molina construye un retrato fiel y crítico sobre la Costa Caribe nicaragüense. Aquí no solo captura las tensiones culturales y sociales de una región marcada por su historia y tradiciones, sino que también invita al lector a reflexionar sobre las fuerzas que moldean nuestras vidas. En este sentido, Grisi Siknis trasciende, y aunque evoca temas y métodos de trabajo narrativos ya conocidos nos convoca a una reflexión profunda y necesaria sobre la realidad contemporánea que está frente a nosotros. Esta obra es un testimonio de cómo, a pesar de los avances sociales y tecnológicos, las fuerzas que determinan el destino siguen siendo las mismas que los naturalistas habían experimentado en el siglo XIX.
*Fondo de Ediciones Espiral
Miembro Correspondiente
Academia de Geografía e Historia de Nicaragua
DOI: https://orcid.org/0000-0001-8915-808X
*
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos, en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores.
La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros. Todas las imágenes que muestra este medio, se utilizan solo con fines ilustrativos, por tanto se respetan todos los derechos de autor según corresponda en cada caso, siendo nuestra principal labor de la informar a nuestros lectores.
nos interesa tú opinión al respecto. Te invitamos a participar...
Pueden escríbenos también a nuestro correo electrónico
2017 © 2025
Miembro de la Red de Medios Alternativos Independientes - REDMAI
Producciones Periodísticas y Publicitarias Montezuma
Goicoechea, San José - Costa Rica
0 Comentarios
Queremos ver tus comentarios, estos nos enriquecen y ayudan a mejorar nuestras publicaciones :
_______________________________________________