LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Grardo R. Del Valle Garbanzo, columnista). Durante muchas épocas, las comunidades gestionaban sus necesidades mediante las organizaciones existentes, sin menoscabar las dirigencias de esas épocas las metas propuestas eran muy limitadas o casi nulas por cuestiones de control presupuestario en algunos casos, incluso por intereses para favorecer ese bien común de priorizar obras o mejoras.
Con el paso de los años y con cierta resistencia a impulsar proyectos comunales, los vecinos se fueron organizando, no como una alternativa para agilizar proyectos si no, evaluar las posibilidades como grupo organizado de hasta dónde se podía cristalizar algún proyecto comunal.
Mientras tanto, las organizaciones oficialmente constituidas mantenían su status respecto a la comunidad, y es necesario aclarar que estos entes debían ajustarse a requisitos y normas establecidas que no les permitan un radio de acción más amplio por esas limitaciones.
Actualmente, la Asociación Cívica y Cultural de Ipís es una de las entidades que han asumido una serie de proyectos para la comunidad, evolucionado los mismos por gestiones directas de sus agremiados, ciertamente es necesario acudir a los entes públicos para concretar las acciones en el marco normativo, pero esas gestiones nacen y se cristalizan por el esfuerzo de sus dirigentes y todo por el bien de una comunidad.
Otras agrupaciones también tienen sus proyectos y que, por la obligada gestión administrativa sus esfuerzos se van estancado porque evidentemente debe de existir un orden establecido, pero cuando la iniciativa se genera desde un ámbito privado y se da seguimiento a las alternativas posibles existen entonces muchas probabilidades de éxito en la gestión, ¿Por qué? Porque al no haber restricciones si no un solo “paquete” elaborado a lo interno de la entidad pro comunal, con un fin único que es el beneficio comunal, las probabilidades aumentan en un 60% respecto a otros proyectos que se ajustan a lineamientos específicos, es decir, minimizar el proceso de manera sustancial observando todas las aristas posibles.
Es bueno entonces que está práctica se generalice porque un dirigente comunal debe de entregarse a su comunidad.
Si una Asociación privada sin fines de lucro como el caso de Ipís logro la atención de miles de vecinos en una actividad como un Carnaval, muchas otras agrupaciones de índole privado sin lucro pueden llegar a tener éxito como la mencionada.
Debemos de tener muy claro que, cualquier gestión a nivel comunal debe de sujetarse a las Leyes y las normas.
Entonces, podemos evidenciar que efectivamente; la unión hace la fuerza y el beneficio es; una comunidad contenta porque se piensa en ella como parte de nuestro diario vivir y convivencia.
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