Arreglemos el país, no atrasemos

LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Luis Carlos Araya Monge, columnista).- Don Pepe decía “o lo arreglamos todo o no arreglamos nada”, es urgente que este país ponga las barbas en remojo. Me asusto de ver gente amiga que conocí en el trajinar de la vida política, -con ideas progresistas, con sentido social y de desarrollo-, que hoy se aferran a no permitir los cambios que este país requiere.

El hecho de haberse creado Instituciones que ayer lograron grandes transformaciones en nuestra sociedad, no implica que hoy no permitamos su revisión, incluso hasta eliminar algunas porque ya cumplieron su objetivo y solo están creando burocracia, entrabamiento y obstáculos al desarrollo.

Ayer hablaba en mi diario comentario, de una Institución que conozco bastante bien. Advertía sobre la urgencia de revisarla y ajustarla a la realidad actual del desarrollo y la tecnología, porque mantenerla tal como funciona hoy día, sería de alto riesgo para el país.

Problema que veo..., que ni siquiera la presente Administración, que ha dado un fuerte golpe a la mesa, alertando sobre los problemas que se han venido acumulando en el país, que ya tienen cansado a los ciudadanos que no soportan más, los sufrimientos que provocan la pérdida de confianza, la corrupción. No se percaten de su descomposición, del riesgo inminente contra la seguridad de personas y contra la economía del país.

Alguien más directo que yo diría..., ¡¡¡una bomba de tiempo!!!, es inexplicable que no se esté viendo el problema que nos podría significar, en caso de que por las fallas que tiene la Institución, se produzca una catástrofe. Es inexplicable como los mismos funcionarios a lo interno, no presionen los cambios que se requieren, que solo miren para sus intereses y no el bienestar de la Institución que les da de comer.

Aquí es donde veo los errores que todos los días comete la oposición, cuando el mismo Gobierno se queda corto de los cambios urgentes que requiere la nación y ellos están parados en la manguera, en lugar de sumarse, aprovechar la circunstancia que hay una clara aceptación de los ciudadanos, de cambiar este estado de cosas que hoy no nos permite tener justicia pronta y cumplida, correcta y eficiente atención médica, una educación consecuente con los nuevos paradigmas y el desarrollo del mundo, seguridad por Dios seguridad!!!!, tranquilidad en la calle, en el barrio que habitamos, en nuestro hogar. Carreteras del primer mundo, Aeropuertos modernos, pero además eficientes y seguros. ¡El tren, por Dios quién no entiende la necesidad de modernizar y agilizar el transporte público! De darle un orden vial a nuestras ciudades, de tener más calidad de vida.

He apoyado a don Rodrigo Chaves en muchas de sus propuestas, porque se atrevió a tocar aspectos que venían mal y todos nos hacíamos de la vista gorda, porque puede tener mil defectos como los tengo yo y usted amigo que me lee, ¡pero es valiente! Un pendejo deja pasar las cosas y se arrecuesta solo a los placeres del poder, aunque al país se lo esté llevando p.!!.

Qué iluminación de Dios sería que todos viéramos con claridad y sin egoísmos, los inmensos problemas que arrastramos y que con voluntad se pueden corregir, cómo seguir creyendo que, con partidos políticos e ideologías gastadas, podemos resolver tanto problema, cuando la solución está en ponernos de acuerdo, en aceptar que todo lo del pasado bonito, bueno o feo es historia, que se le llegó su fin.

Pongámonos de acuerdo, aceptemos que la máquina que logró grandes cosas y desarrollo en el pasado se herrumbró, ¡ya no tiene reparación! Dejemos de hacer espectáculo en la Asamblea Legislativa sin producir soluciones, señores Magistrados acepten con humildad sin que se irrespete su investidura, que el Poder Judicial es parte de ese deterioro que sufre nuestra institucionalidad, que también requiere cambios que devuelvan la confianza a los ciudadanos, pónganse una flor en el ojal y denle esa inmensa satisfacción al país, corrijan lo que a todas luces se ve mal.

Medios de prensa dejen de atizar lo hoguera, ustedes también son muy responsables de tanto desorden institucional, han arrollado el trompo solo para satisfacer sus beneficios, dejaron de ser veraces, independientes, coherentes, imparciales, serios. Estoy seguro que esto puede cambiar, así como se renueva la Junta Directiva de un medio tan importante como el periódico la Nación, por qué no renovar también posiciones y ayudar en estos cambios que se requiere abrazados del pabellón nacional y no de banderas multicolores o de políticos que ya les llegó su momento.

Detengo este comentario, para no cansar a mis amigos que a diario me siguen en mis humildes exposiciones, para desearles además feliz fin de semana y muchas bendiciones, ya habrá tiempo de continuar con estos temas.

- Goicoechea es el cantón número 8 de la provincia de San José, fundado en 1891. Hoy conformado por siete distritos: Guadalupe, San Francisco, Calle Blancos, Mata de Plátano, Ipís, Rancho Redondo y Purral. Donde orgullosamente decimos: "De la montaña a la ciudad, así se extiende mi cantón". "Goicoechea, Goicoechea, te llevo en el corazón." -

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