LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Isaí Jara, periodista).- En Costa Rica, cerca de 90 mil personas viven con algún tipo de discapacidad auditiva, según datos del Ministerio de Salud. Sin embargo, un comportamiento preocupante persiste entre los costarricenses: la falta de atención ante los dolores de oído. Este fenómeno ha sido calificado como "lamentable" por audiólogos, quienes advierten que la automedicación y el desinterés en buscar atención médica especializada pueden agravar problemas auditivos.
Muchos costarricenses optan por automedicarse con gotas o analgésicos sin conocer la causa real del dolor de oído, y algunos incluso aceptan medicamentos recomendados por vecinos o familiares. Esta práctica, advierten los especialistas, podría desencadenar en una pérdida auditiva permanente. Las infecciones de oído no tratadas pueden volverse crónicas y ocasionar daños irreversibles, y síntomas aparentemente menores, como la sensación de oídos tapados, podrían ser indicios de una infección que necesita atención profesional.
Victoria Garbanzo, audióloga de la Clínica de Rehabilitación Auditiva, destacó que la falta de consultas médicas a tiempo es común en casos de pérdida auditiva súbita. “Si el paciente presenta dolores, ruidos, sensación de oído tapado, mareos, vértigos o pérdida auditiva de un pronto a otro, debemos detectarla de inmediato. Pero, por lo general, los pacientes llegan un mes después, porque esperaban que los síntomas desaparecieran solos”, explicó Garbanzo.
La falta de revisiones auditivas periódicas también es un problema persistente. Los expertos recomiendan realizar una valoración auditiva anual para detectar problemas de audición a tiempo. Sin embargo, en Costa Rica, muchas personas nunca han realizado un examen auditivo, ni siquiera durante su niñez. “Es algo que todos deberían tener en su calendario, pruebas para ver cómo anda la audición. La visita al audiólogo debería ser una prioridad, así como lo es ir al oftalmólogo o al ginecólogo”, afirmó la audióloga.
A pesar de las recomendaciones, algunos pacientes postergan el uso de audífonos, creyendo que su situación mejorará por sí sola. Al regresar al especialista, muchos presentan problemas más graves, lo que complica la rehabilitación auditiva y reduce su efectividad.
Otro hábito riesgoso entre los ticos es la introducción de objetos en los oídos, como aplicadores, lápices e incluso llaves. “No sabemos la medida exacta de nuestro conducto auditivo y podemos lastimar el tímpano, lo que puede provocar una pérdida auditiva temporal que luego se convierta en permanente”, advirtió Garbanzo.
La Organización Mundial de la Salud estima que para el 2050, más de 900 millones de personas en el mundo tendrán problemas de sordera, es decir, una de cada diez. Frente a este escenario, los especialistas insisten en la importancia de adoptar buenos hábitos de salud auditiva y de acudir al especialista a tiempo para prevenir problemas mayores. Además, resaltan que la tecnología continúa avanzando en la creación de herramientas para mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan dificultades auditivas.
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