El gobierno chino lanza esto como una petición a sus marcas, no como una obligación.
Las tensiones entre China y la Unión Europea están creciendo casi cada día. Al contrario de lo que muchos han afirmado, los intentos de acercamientos entre ambas regiones cada vez parecen menos posibles. Tanto es así que, en una última información publicada por el medio Automotive News se apunta a que el país oriental habría instado a que sus empresas compatriotas detengan su avance por Europa hasta nuevo aviso. Concretamente, esta información ha provenido de personas familiarizadas con el asunto, aunque estas han preferido permanecer en el anonimato.
Cada vez más marcas de coches eléctricos ponen el ojo en el Viejo Continente para la expansión de sus coches eléctricos, debido a su condición de modelos ‘cero emisiones’, pero también a sus precios atractivos, lo que los hace realmente atractivos para buena parte de los usuarios europeos. Sin embargo, esto podría dar un giro de 180 grados debido al conflicto comercial entre Europa y China.
De manera explícita, las mencionadas fuentes de esta información apuntan a que Pekín estaría pidiendo una ‘pausa’ o una 'ralentización' en su expansión hacia Europa. Concretamente, muchas de ellas están en búsqueda activa de plantas donde poder llevar a cabo la fabricación de sus vehículos eléctricos, pudiendo así esquivar los ya conocidos aranceles a la importación de estos coches desde China. Sobre esto, el país oriental está pidiendo una relajación hasta que avancen las negociaciones acerca de los aranceles.
Una de las que ha hecho especial caso a la cúpula china ha sido Dongfeng Motor Group. El conglomerado estaría en negociaciones abiertas para hacerse con una planta de producción de automóviles en Italia, lo cual se habría detenido hasta obtener una respuesta concreta a estas advertencias. Pese a esto, la instancia de China a sus compañías no es una orden o una obligación, sino más bien una petición.
Chery sería otra compañía que habría retrasado su producción en Barcelona. Como bien es conocido, la firma china adquirió parte de la antigua planta de Nissan para comenzar con las labores este mismo 2024. Por diversas causas, los trabajos se han retrasado hasta octubre de 2025.
Con vistas a todos estos sucesos, la Unión Europea y China se han comprometido a trabajar para lograr un acuerdo que beneficie a ambas partes y evite la necesidad de imponer unos aranceles como los ya conocidos. No obstante, este compromiso lleva vigente desde hace meses, lo que hace pensar que los acuerdos entre sí cada vez son más difíciles.
Aún así, pese a la imposición de los conocidos aranceles, muchas compañías han asegurado que Europa continuará siendo uno de los mercados más atractivos para ellos. Algunas de ellas, de hecho, han confirmado que continuarán ofreciendo vehículos eléctricos, por lo general, de precio atractivo, asumiendo así la compañía parte de los gastos extras que les producirán los aranceles.
BYD, por su parte, continúa adelante con los planes de instalarse en Hungría y producir sus coches electrificados, como el Seal o el Atto 3, en el país europeo. Al mismo tiempo, esta firma también estaría planeando levantar una fábrica en Turquía que, aunque no pertenece a la UE, sí cuenta con importantes acuerdos, lo que los eximiría de recibir los impuestos arancelarios a los coches allí fabricados.
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