LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Sadniv Solrac).- El actor de doblaje de Hollywood, James Arnold Taylor, casi se queda sin voz a causa de una enfermedad. No obstante, mantuvo su fe en Dios a lo largo del proceso y Él le devolvió la capacidad de hablar.
Desde su infancia, James siempre tuvo pasión por interpretar voces de personajes animados. Siguiendo esa vocación, logró conseguir una oportunidad laboral que atrajo la atención de los representantes. Finalmente, alcanzó su sueño y se convirtió en un reconocido actor de doblaje en el ámbito de los dibujos animados.
Entre las caricaturas en las que James ha dado su voz se encuentran Obi-Wan Kenobi en “Star Wars”, Yondu Udonta en Guardianes de la Galaxia, Pedro en “Los Picapiedra” y Leonardo en “Las Tortugas Ninja”. Sin embargo, en medio de su éxito como actor de doblaje, un suceso inesperado puso en peligro su carrera. En un momento, James perdió su voz de manera repentina.
El 13 de febrero de 2005, el actor de doblaje y su esposa se dieron cuenta de que se habían mudado a una nueva casa que presentaba problemas de moho negro. Como resultado, seis tipos distintos de moho ingresaron al torrente sanguíneo de James, lo que le ocasionó síntomas inusuales, entre ellos la pérdida de la voz.
Por ello, el médico le recomendó que no utilizara su voz. Esta situación se presentó mientras él estaba en medio de una demanda relacionada con la casa y en el proceso de adoptar a un niño.
A pesar de las adversidades y de sentirse abrumado, James mantuvo una profunda fe en Dios. Por esta razón, él y su esposa se dedicaban a orar de rodillas cada día.
Durante ese tiempo, James también comenzó un tratamiento intensivo para su recuperación y decidió adoptar un estilo de vida más saludable. Comprendió que su voz era un don divino y que debía cuidarla adecuadamente.
Finalmente, cuando se aprobó su proceso de adopción, James se enteró de que su hija había nacido el 13 de febrero de 2005, el mismo día en que fue diagnosticado y perdió su voz.
En ese momento, entendió que Dios había planeado redimir lo que inicialmente parecía ser el peor día de su vida.
“El día que pensé que era el peor de mi vida, Dios hizo que fuera el mejor día de mi vida. Él lo cambió todo y me mostró que siempre escucha y que las cosas que consideramos las más difíciles están ahí para prepararnos para el próximo viaje y hacernos más fuertes para el próximo obstáculo que se nos presente en la vida”, explicó.
“Estoy tan agradecido de poder despertar en un hogar normal con una esposa y una hija que me aman y una paz que no puede venir de ninguna de las cosas que obtengo de mi trabajo, sino que solo puede venir del amor de Cristo y la familia y el amor verdadero”, añadió.
“Siempre he sido muy abierto con respecto a mi fe en mi carrera. He tratado de ser una luz en un lugar oscuro en Hollywood… Amo a Jesús. Jesús me salvó la vida”, finalizó.
Entre las caricaturas en las que James ha dado su voz se encuentran Obi-Wan Kenobi en “Star Wars”, Yondu Udonta en Guardianes de la Galaxia, Pedro en “Los Picapiedra” y Leonardo en “Las Tortugas Ninja”. Sin embargo, en medio de su éxito como actor de doblaje, un suceso inesperado puso en peligro su carrera. En un momento, James perdió su voz de manera repentina.
El 13 de febrero de 2005, el actor de doblaje y su esposa se dieron cuenta de que se habían mudado a una nueva casa que presentaba problemas de moho negro. Como resultado, seis tipos distintos de moho ingresaron al torrente sanguíneo de James, lo que le ocasionó síntomas inusuales, entre ellos la pérdida de la voz.
Por ello, el médico le recomendó que no utilizara su voz. Esta situación se presentó mientras él estaba en medio de una demanda relacionada con la casa y en el proceso de adoptar a un niño.
A pesar de las adversidades y de sentirse abrumado, James mantuvo una profunda fe en Dios. Por esta razón, él y su esposa se dedicaban a orar de rodillas cada día.
Durante ese tiempo, James también comenzó un tratamiento intensivo para su recuperación y decidió adoptar un estilo de vida más saludable. Comprendió que su voz era un don divino y que debía cuidarla adecuadamente.
Finalmente, cuando se aprobó su proceso de adopción, James se enteró de que su hija había nacido el 13 de febrero de 2005, el mismo día en que fue diagnosticado y perdió su voz.
En ese momento, entendió que Dios había planeado redimir lo que inicialmente parecía ser el peor día de su vida.
“El día que pensé que era el peor de mi vida, Dios hizo que fuera el mejor día de mi vida. Él lo cambió todo y me mostró que siempre escucha y que las cosas que consideramos las más difíciles están ahí para prepararnos para el próximo viaje y hacernos más fuertes para el próximo obstáculo que se nos presente en la vida”, explicó.
“Estoy tan agradecido de poder despertar en un hogar normal con una esposa y una hija que me aman y una paz que no puede venir de ninguna de las cosas que obtengo de mi trabajo, sino que solo puede venir del amor de Cristo y la familia y el amor verdadero”, añadió.
“Siempre he sido muy abierto con respecto a mi fe en mi carrera. He tratado de ser una luz en un lugar oscuro en Hollywood… Amo a Jesús. Jesús me salvó la vida”, finalizó.
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