LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Gerardo A, Pérez Obando (Gapo), columnista).-Hará unos 4 000 años, en el Antiguo Egipto, se inventó el primer medidor del tiempo y se trató de un reloj de sol. Con el paso del tiempo se crearon otros como el de agua y el de arena. Así a lo largo de la historia se fueron encontrando y descubriendo nuevas formas de hacer que este invento evolucionara.
La historia del reloj es fascinante. Desde el principio de la civilización, el hombre ha experimentado la necesidad de medir el tiempo para regular hábitos y quehaceres.
Las primeras civilizaciones agrícolas desarrollaron rústicos calendarios utilizados para determinar los períodos de siembra y cosecha, no obstante, pronto se hizo patente la necesidad de contar con instrumentos más precisos que los almanaques, especialmente en la navegación porque era necesario compensar de alguna forma la falta de exactitud de estos primitivos medios, lo cual motivó a sabios de diversos pueblos a idear mecanismos confiables para regular el tiempo.
Medir el tiempo siempre ha sido algo que las civilizaciones han hecho durante años. En la antigüedad la gente buscó una forma precisa de medir el paso del tiempo para organizar mejor los días, y tener un orden en su vida social.
Los antiguos egipcios comenzaron a utilizar el sol para medirlo con una estaca clavada en el suelo. La sombra que proyectaba indicaba la hora durante el día, sin embargo, no funcionaban por la noche. De los mismos egipcios surgieron otros tipos, como el de agua o “clepsidra” el cual utilizaban para medir el tiempo durante las noches.
Los antiguos egipcios a este “gnomon” o vara, le incorporaron una circunferencia dividida en partes. En Egipto fue encontrado un reloj de sol de hace 1500 a.C., eran dos bloques de piedra, una hacía de aguja y la otra de forma circular donde se marcaban las horas.
Los antiguos egipcios comenzaron a utilizar el sol para medirlo con una estaca clavada en el suelo. La sombra que proyectaba indicaba la hora durante el día, sin embargo, no funcionaban por la noche. De los mismos egipcios surgieron otros tipos, como el de agua o “clepsidra” el cual utilizaban para medir el tiempo durante las noches.
Los antiguos egipcios a este “gnomon” o vara, le incorporaron una circunferencia dividida en partes. En Egipto fue encontrado un reloj de sol de hace 1500 a.C., eran dos bloques de piedra, una hacía de aguja y la otra de forma circular donde se marcaban las horas.
Los egipcios primero comenzaron dividiendo la noche, y más tarde el día, en doce decenas, aunque las “horas” que resultaban de este método no eran iguales porque variaban según las estaciones
Estos relojes continuaron durante años, y se fueron mejorando, los había verticales, horizontales, sin embargo, tenían sus inconvenientes, eran imprecisos y solo se podían utilizar con el sol; de noche eran inútiles y en caso de querer transportarlos, se hacía una tarea complicada.
Otro ingenioso invento fue la vela-reloj, desarrollada por los anglosajones que consistía en una vela marcada a intervalos regulares, permitiendo así medir el tiempo según se derretía la cera.
La Historia Antigua indica que el primer reloj lo fue el de arena, utilizado en la Antigua Mesopotamia, consistiendo en dos recipientes de vidrio unidos por un cuello estrecho cuyo contenido tardaba aproximadamente una hora en pasar del recipiente superior al otro, atribuyendo el de sol y de agua o clepsidra, más “modernos” a los antiguos egipcios.
Otro ingenioso invento fue la vela-reloj, desarrollada por los anglosajones que consistía en una vela marcada a intervalos regulares, permitiendo así medir el tiempo según se derretía la cera.
La Historia Antigua indica que el primer reloj lo fue el de arena, utilizado en la Antigua Mesopotamia, consistiendo en dos recipientes de vidrio unidos por un cuello estrecho cuyo contenido tardaba aproximadamente una hora en pasar del recipiente superior al otro, atribuyendo el de sol y de agua o clepsidra, más “modernos” a los antiguos egipcios.
Las clepsidras eran vasijas con agua con un orificio en la base para medir el tiempo según el flujo. Los utilizaban en tribunales y campañas militares.
El astrolabio, se cree que fue inventado por Hiparco de Nicea en torno a 190 – 120 a. C., y se utilizaba para medidas astronómicas, topográficas y horarias reproduciendo, por el giro de la “araña” la posición de las estrellas en el cielo con respecto a la proyección del horizonte de esa latitud, indicando la hora por la noche.
https://www.youtube.com/watch?v=CWo5TfknXA8
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