La Historia del espejo

La historia del espejo se remonta a tiempos antiguos. Los primeros emergieron de superficies pulidas como el bronce, el cobre y la obsidiana y se usaban en civilizaciones como la egipcia y la mesoamericana, unos 4 000 a.C

Sin embargo, los espejos tal como los conocemos hoy, fabricados con vidrio y mercurio comenzaron a desarrollarse en Europa durante el siglo XIII. En ese tiempo, los venecianos fueron pioneros en la producción de espejos de vidrio, creando técnicas que permitían hacerlos más claros y reflejantes

LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Gerardo A. Pérez Obando (Gapo), columnista).- Entre la Edad Antigua y el siglo XIII hubo un periodo en el que el uso de espejos evolucionó de varias maneras. En la Edad Media, la producción de espejos no avanzó significativamente, se seguía utilizando principalmente el metal pulido y la obsidiana, sin embargo, el arte de la metalurgia y la alquimia comenzaron a florecer, sentando las bases para futuros desarrollos en la fabricación del vidrio.

Los espejos, debido a lo difícil y alto costo de fabricación fueron símbolo de estatus para las familias más adineradas de Europa, y su fabricación principalmente monopolizada por Venecia. Con el paso de los siglos, los espejos se volvieron cada vez más accesibles y comenzaron a ser utilizados no solo por la nobleza, sino también por la gente común. En el siglo XVII, los espejos se convirtieron en elementos decorativos y funcionales en los hogares.

La fabricación del primer espejo de vidrio como lo conocemos hoy fue un proceso que evolucionó a lo largo del tiempo; los primeros espejos se hacían utilizando metales pulidos, pero con el tiempo los artesanos comenzaron a experimentar con vidrio que se fabricaba a partir de sílice, potasa y otros materiales.

El Renacimiento fue un periodo cultural y artístico que comenzó en Italia a finales del siglo XIV y se extendió por Europa hasta el siglo XVII. Se caracteriza por un renovado interés en la antigüedad clásica, la cultura, el arte y el pensamiento de Grecia y Roma.

Durante el Renacimiento los venecianos desarrollaron técnicas avanzadas para la fabricación del vidrio, logrando una versión más clara y menos impura que recubrían con una capa de metal, generalmente de estaño o mercurio, permitiendo la reflexión. La técnica más común fue aplicar una fina capa de mercurio sobre el vidrio.

Después de aplicar el revestimiento, el espejo se pulía para asegurar que la superficie fuera lisa y reflectante, paso crucial para garantizar la buena calidad de la imagen. Los espejos eran a menudo enmarcados y decorados, convirtiéndose en elementos atractivos y valiosos en hogares y palacios.

En el siglo XV del Renacimiento hubo un resurgimiento del interés por la ciencia y el arte, lo que llevó a experimentar con el vidrio. Los venecianos en particular se destacaron en este ámbito, desarrollando técnicas para fabricar vidrio más puro y claro.

Los espejos venecianos del Renacimiento eran generalmente de forma rectangular, con un marco ornamentado de madera o metal. Tenían un acabado brillante porque estaban recubiertos con una fina capa de mercurio que les daba el efecto reflectante, algunos también incorporaban elementos decorativos, como tallados o dorados.

Este periodo fue crucial ya que combinó conocimientos antiguos con nuevas técnicas, lo que finalmente culminaría en la producción de espejos de vidrio que se popularizarían en el siglo XIII y más allá.

Con el tiempo la fabricación de espejos de vidrio se expandió y las técnicas se perfeccionaron haciendo que fueran más accesibles y populares en toda Europa

Los espejos venecianos datan del Renacimiento y debido al elevado costo de fabricación fueron símbolo de estatus para las familias más adineradas y su fabricación estaba principalmente monopolizada por Venecia, de ahí reciben el nombre de espejos venecianos. https://www.youtube.com/watch?v=wbAjzONWflM

- Goicoechea es el cantón número 8 de la provincia de San José, fundado en 1891. Hoy conformado por siete distritos: Guadalupe, San Francisco, Calle Blancos, Mata de Plátano, Ipís, Rancho Redondo y Purral. Donde orgullosamente decimos: "De la montaña a la ciudad, así se extiende mi cantón". "Goicoechea, Goicoechea, te llevo en el corazón." -

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