¿Cuánta memoria gráfica necesito? ¿Qué pasa si no llego al mínimo?
Es una pregunta complicada que requiere resolver otras cuestiones previas, y sin duda la más importante es para qué vas a usar el equipo. Si sólo vas a querer un PC para ver contenidos multimedia en alta resolución y para tareas de ofimática una GPU integrada y 8 GB de memoria RAM son suficientes para una buena experiencia de uso bajo Windows 10. Por contra si tienes pensado jugar a títulos actuales esa configuración no te servirá.
Para disfrutar de juegos actuales es recomendable contar con una tarjeta gráfica dedicada que venga con memoria GDDR6. La cantidad de memoria disponible no afecta directamente a la potencia de la GPU, pero puede limitar gravemente sus prestaciones, y lo mismo ocurre con el tipo y velocidad de la misma, y con el ancho de su bus de datos.
Por ejemplo una GeForce GT 1030 con 2 GB de memoria GDDR5 a 6.000 MHz tiene casi las mismas especificaciones que una GT 1030 con 2 GB de memoria DDR4 a 2.100 MHz, las únicas diferencias son la frecuencia de trabajo de la memoria y la velocidad de la GPU, que es un poco inferior en la segunda.
A simple vista puede parecer que sólo son matices y que la diferencia de rendimiento entre una y otra debería ser mínima, pero la realidad es totalmente distinta. La GeForce GT 1030 con GDDR5 dobla el rendimiento de la versión con DDR4, una comparativa simple y directa que nos permite entender el valor que representa la memoria gráfica en función de su velocidad.
El tipo de memoria gráfica utilizada determina, junto con el bus de datos de la tarjeta gráfica, el ancho de banda disponible, es decir, la velocidad a la que la GPU puede comunicarse con la memoria gráfica. Cuanto mayor sea el ancho de banda más alto será el rendimiento que podrá ofrecer la tarjeta gráfica. El ancho de banda es especialmente importante en resoluciones elevadas, cuando trabajamos con trazado de rayos y también cuando utilizamos GPUs muy potentes.
Una GPU de alto rendimiento necesitará un gran ancho de banda para poder desarrollar todo su potencial. Por eso las tarjetas gráficas más potentes tienen memorias más rápidas y buses más grandes, para conseguir un mayor ancho de banda. Por ejemplo, la GeForce RTX 4090 tiene un ancho de banda de 1.001 GB/s, mientras que la GeForce RTX 4070 tiene un ancho de banda de 504,2 GB/s.
La velocidad de la memoria importa, pero la cantidad también. Cuando ejecutamos un juego éste consume una determinada cantidad de memoria gráfica que varía en función de los ajustes que hayamos configurado y de la resolución, aunque la mayoría adaptan un poco el consumo a la memoria total de la tarjeta gráfica.
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