LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Luis Carlos Araya Monge, columnista).- Aviación Civil es más importante hoy día para el país, que algunos Ministerios y no le estamos prestando la atención que requiere, -se siente la crisis que vive la Institución-, iniciada años atrás y complicándose con la pandemia. La aplicación de la regla fiscal la ató de manos y la puso en alto riesgo.
Reconozco el esfuerzo que hace el nuevo director general, Lic. Marco Castillo, pero la limitación de recursos y la falta de agilidad para tomar decisiones, lo limitan a él también.
Es de esperar que el nuevo ministro de Transportes, Ing. Mauricio Batalla, preste más atención a una Institución ligada a la principal entrada de divisas que tiene el país, al turismo y al desarrollo de muchos pueblos y cantones, convertidos en anfitriones de miles de turistas, que llegan al país por vía aérea durante todo el año.
No me canso de decirlo, las dos Administraciones anteriores le hicieron un inmenso daño a esta Institución que, por consideración a la misma, no me atrevo a catalogar de irreparable, igual que por lo que no quisiera detallar punto por punto de sus deficiencias actuales, para no hacer público detalles que pueden comprometerla más de lo que está.
Urge que los actores que se mueven alrededor de Aviación Civil, colaboremos en todo lo posible, ayudemos y fortalezcamos el esfuerzo que hace el señor director general. Que los factores políticos pesen menos que los técnicos y que el personal se motive a la par de la Administración, empezando con tomar decisiones, resolver a tiempo los requerimientos de los usuarios y siempre poner por encima, las razones técnicas para aprobar o desaprobar.
Falta personal en casi todos los Departamentos y de algunos desde afuera, se escuchan inconformidades de usuarios y público que no concuerdan, con la fuerza que este Gobierno y el señor presidente, les ha puesto a los temas de eficiencia y trasparencia.
Urgente una mejor relación de coordinación con los dos Concesionarios, prestándole principal atención a Coriport, administradora de una Terminal con un crecimiento que casi podría ser una emergencia, para atender la próxima temporada, todo debido al increíble descuido de no exigir la ampliación del edificio Terminal, tal y como lo establecía o establece el Contrato de Concesión. -Al primer indicio de crecimiento de pasajeros, debió procederse y no se hizo por razones inexplicables-.
Al Gestor del Aeropuerto Santamaría se le ha extendido por diez años más el Contrato de Gestión Interesada, para lo que debe seguir en el proceso de ampliación del Edificio Terminal y para esto el Estado a través de Aviación Civil, entre otras cosas y con urgencia, debe trasladar Coopesa al lado sur como se planificó desde hace muchos años, incluso se adjudicó la obra. ¿Por qué no se hizo?, qué pasó con los dineros asignados? Será para otro próximo comentario y además se la dejo a la señora Contralora de la República, para que dé respuesta de sus hallazgos en ese delicado caso.
Pero sí es reitero urgente, que se dé ese traslado, de lo contrario Aeris estará imposibilitada a seguir con la ampliación del Aeropuerto y poder medio resolver, el crecimiento que se supone tendrá el Aeropuerto Santamaría. Esto último (medio resolver) porque soy de los que creo, que fue una verdadera irresponsabilidad, archivar el proyecto del Aeropuerto Metropolitano de Orotina.
Seguiré comentando sobre este tema, porque, aunque a muchos se les hace complicado entender y tal vez no les interese, pero si es importantísimo que estemos todos encima de una actividad, que, si por descuido llegara a presentarse algún incidente grave, entonces les garantizo mis amigos, que nos va a afectar al país, a cientos de costarricenses y ni se diga a los inversionistas, con enorme cantidad de recursos puestos en el desarrollo de la infraestructura turística.
Pronto estará la OACI haciendo su acostumbrada auditoría, ojalá y sus hallazgos no nos pongan contra la espada y la pared y menos que dispare alarmas en la FAA, -porque podríamos estar frente de una nueva descategorizacion-, que nos expondría en seguridad aérea en una horrible posición, ante la comunidad mundial y propiamente los turistas que nos visitan masivamente, desde los Estados Unidos. Afectando además a las líneas aéreas certificadas en Costa Rica y que vuelan con bandera nacional, a ese importante destino.
Reitero mis preocupaciones solo con sentido crítico constructivo, ojalá y las Autoridades le presten alguna atención a este humilde aporte, igual que los usuarios; empresas, profesionales, técnicos, etc., para que le demos apoyo y respaldo a las decisiones del nuevo director general de Aviación Civil. Creo que lo necesita, como una gran motivación, ¡para que pueda convertir las debilidades en aciertos!
Luego hablaremos sobre la importantísima decisión de la Administración que, bajo la rectoría de la OACI, pretende presentar ante la Asamblea Legislativa, el proyecto de la nueva Ley de Aviación Civil, una verdadera y urgente necesidad, que nos tiene aprisionados desde hace muchísimos años, con una Ley obsoleta, casi inadaptable a lo que es la operación aérea moderna y acorde con la realidad del mundo aeronáutico actual.
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