LA VOZ DE GOICOECHEA (Por MC/Luis Jiménez).- Desarrollado por Adobe a principios de la década de los 90, el formato PDF se convirtió de inmediato en un acierto, pues llegó en el momento en el que tanto la digitalización documental como la eclosión de Internet estaban a punto de desatarse. Hasta ese momento, compartir documentos podía ser un dolor de cabeza, tanto por los medios necesarios para hacerlo como a la hora de elegir el formato adecuado para que el receptor (o, más complicado aún, los receptores) del mismo puedan consultarlo sin problemas.
Su extrema utilidad, más aún en el contexto que mencionamos anteriormente, explica su gran éxito, y que Adobe decidiera convertirlo en un estándar abierto en 2008 fue el hito definitivo para que se convirtiera en el formato universal para compartir documentos. ¿Por qué? Pues porque hasta entonces las aplicaciones para verlos eran gratuitas, pero no así las necesarias para crearlos. Esto ocasionó, claro, que procesadores de texto, hojas de cálculo, aplicaciones de diseño y maquetación, de presentaciones, etcétera, de la noche al día ya permitieran exportar sus contenidos a formato PDF.
Esto, claro, es sensacional, pero también conlleva un hándicap, ¿qué podemos hacer si recibimos un documento en formato PDF y necesitamos editarlo? En este caso la solución se complica, puesto que la mayoría de aplicaciones no lo permiten, y buena parte de las que lo hacen tienen importantes limitaciones que estropean el formato, los estilos, enlaces, imágenes y demás. Entonces, si recibes un documento de texto y necesitas modificarlo, tendrás que emplear un conversor de PDF a Word pero, ¿son sencillos o de pago? ¿fáciles de usar o complicados? ¿se pueden emplear con cualquier documento? Seguro que son muchas las dudas que se te pasan por la cabeza.
Para resolver todas estas dudas vamos a ver cómo realizar esta conversión empleando Smallpdf, un servicio con el que podemos realizar esta operación de la manera más sencilla que puedas imaginar. Además, es totalmente gratuito, si bien también ofrece una versión de pago con más funciones. Pero no te preocupes, que lo que te vamos a mostrar en este tutorial puedes llevarlo a cabo con la versión básica y gratuita del servicio.
Obviamente, lo primero que necesitamos es un documento en formato PDF. Para este ejemplo vamos a emplear una plantilla de contrato de alquiler que hemos descargado del portal Idealista, pero para probarlo por ti mismo, puedes emplear cualquier archivo que tengas y que quieras editar. Puedes tenerlo almacenado en local, o bien en la nube, ya que el servicio es compatible con Dropbox y con Google Drive.
Una vez localizado el archivo, accede a este conversor de PDF a Word y utiliza su apartado central para escoger el PDF que quieres convertir. Para ello tienes varias opciones:
Arrastrar y soltar: el método más rápido, simplemente haz click en el PDF a convertir, arrástralo a cualquier parte de la zona azul y, automáticamente, se subirá al servicio.
Seleccionar archivo: si prefieres este método, haz click en el botón (1) y utiliza la ventana del diálogo del sistema operativo para navegar por las carpetas de tu sistema hasta encontrar el PDF que quieres convertir.
Escoger servicio en la nube: como ya te indicamos anteriormente, también puedes seleccionar el fichero directamente desde la nube. Para ello haz click en la flecha (2) y escoge, en el menú que se mostrará (3) el servicio de almacenamiento online en el que guardas el archivo a convertir.
En este último caso, entonces se abrirá un cuadro de diálogo que te permitirá iniciar sesión en dicho servicio y, tras hacerlo, ya podrás localizar y seleccionar el PDF.
A partir de ese momento el proceso es totalmente automático y, además, bastante rápido. En primer lugar, Smallpdf subirá y analizará el documento:
Y, a continuación, procederá a su conversión:
No te preocupes por el tiempo, pues salvo que sea excepcionalmente extenso, la operación será muy rápida. En este ejemplo, con un documento PDF de 15 páginas, la subida y conversión se ha completado en menos de cinco segundos, y el documento, ya en formato Word, estará disponible para que lo descargues o, si lo prefieres, para que lo guardes en un servicio de almacenamiento en la nube
Una vez que lo hayas bajado ábrelo con Word y, como podrás comprobar, mantendrá todos los parámetros de estilo, pero ya podrás editarlo sin problemas:
Más sencillo imposible, ¿verdad? Sin necesidad de instalar aplicaciones, sin arriesgarte a perder el formato del documento, con la comodidad de acceder tanto a archivos locales como a los que almacenas en la nube… y, además, totalmente gratuito. Si necesitas un conversor de PDF a Word, ni te lo pienses, esta es la solución que estabas buscando.
Su extrema utilidad, más aún en el contexto que mencionamos anteriormente, explica su gran éxito, y que Adobe decidiera convertirlo en un estándar abierto en 2008 fue el hito definitivo para que se convirtiera en el formato universal para compartir documentos. ¿Por qué? Pues porque hasta entonces las aplicaciones para verlos eran gratuitas, pero no así las necesarias para crearlos. Esto ocasionó, claro, que procesadores de texto, hojas de cálculo, aplicaciones de diseño y maquetación, de presentaciones, etcétera, de la noche al día ya permitieran exportar sus contenidos a formato PDF.
Esto, claro, es sensacional, pero también conlleva un hándicap, ¿qué podemos hacer si recibimos un documento en formato PDF y necesitamos editarlo? En este caso la solución se complica, puesto que la mayoría de aplicaciones no lo permiten, y buena parte de las que lo hacen tienen importantes limitaciones que estropean el formato, los estilos, enlaces, imágenes y demás. Entonces, si recibes un documento de texto y necesitas modificarlo, tendrás que emplear un conversor de PDF a Word pero, ¿son sencillos o de pago? ¿fáciles de usar o complicados? ¿se pueden emplear con cualquier documento? Seguro que son muchas las dudas que se te pasan por la cabeza.
Para resolver todas estas dudas vamos a ver cómo realizar esta conversión empleando Smallpdf, un servicio con el que podemos realizar esta operación de la manera más sencilla que puedas imaginar. Además, es totalmente gratuito, si bien también ofrece una versión de pago con más funciones. Pero no te preocupes, que lo que te vamos a mostrar en este tutorial puedes llevarlo a cabo con la versión básica y gratuita del servicio.
Obviamente, lo primero que necesitamos es un documento en formato PDF. Para este ejemplo vamos a emplear una plantilla de contrato de alquiler que hemos descargado del portal Idealista, pero para probarlo por ti mismo, puedes emplear cualquier archivo que tengas y que quieras editar. Puedes tenerlo almacenado en local, o bien en la nube, ya que el servicio es compatible con Dropbox y con Google Drive.
Una vez localizado el archivo, accede a este conversor de PDF a Word y utiliza su apartado central para escoger el PDF que quieres convertir. Para ello tienes varias opciones:
Arrastrar y soltar: el método más rápido, simplemente haz click en el PDF a convertir, arrástralo a cualquier parte de la zona azul y, automáticamente, se subirá al servicio.Seleccionar archivo: si prefieres este método, haz click en el botón (1) y utiliza la ventana del diálogo del sistema operativo para navegar por las carpetas de tu sistema hasta encontrar el PDF que quieres convertir.
Escoger servicio en la nube: como ya te indicamos anteriormente, también puedes seleccionar el fichero directamente desde la nube. Para ello haz click en la flecha (2) y escoge, en el menú que se mostrará (3) el servicio de almacenamiento online en el que guardas el archivo a convertir.
En este último caso, entonces se abrirá un cuadro de diálogo que te permitirá iniciar sesión en dicho servicio y, tras hacerlo, ya podrás localizar y seleccionar el PDF.
A partir de ese momento el proceso es totalmente automático y, además, bastante rápido. En primer lugar, Smallpdf subirá y analizará el documento:
Y, a continuación, procederá a su conversión:
No te preocupes por el tiempo, pues salvo que sea excepcionalmente extenso, la operación será muy rápida. En este ejemplo, con un documento PDF de 15 páginas, la subida y conversión se ha completado en menos de cinco segundos, y el documento, ya en formato Word, estará disponible para que lo descargues o, si lo prefieres, para que lo guardes en un servicio de almacenamiento en la nube
Una vez que lo hayas bajado ábrelo con Word y, como podrás comprobar, mantendrá todos los parámetros de estilo, pero ya podrás editarlo sin problemas:
Más sencillo imposible, ¿verdad? Sin necesidad de instalar aplicaciones, sin arriesgarte a perder el formato del documento, con la comodidad de acceder tanto a archivos locales como a los que almacenas en la nube… y, además, totalmente gratuito. Si necesitas un conversor de PDF a Word, ni te lo pienses, esta es la solución que estabas buscando.
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