LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Bernardo Peña).- Los abuelos nos legan su historia, su ADN, y mucho más. Para algunos, la abuela materna es sencillamente especial. Su huella en el desarrollo emocional de los nietos es fuente de amor e inspiración.
Según el conocido escritor y cineasta chileno Alejandro Jodorowsky, la abuela materna cumple un rol preponderante en la vida de la mujer. Independientemente de que la hayamos conocido o no, solo basta con valorar que es la mujer que le dio la vida a nuestra madre para entender por qué es una figura importante.
Sin embargo, vale la pena analizar algunas consideraciones del creador de la psicomagia y psicogenealogía, Alejandro Jodorowsky, a la luz de conocimientos avalados por la ciencia, la genética y la epigenética. Así, podremos evaluar si esta teoría nos puede ayudar a comprender mejor nuestra realidad familiar. Te invitamos a seguir leyendo.
¿Qué transmite la abuela materna?
La profunda conexión que existe entre los nietos y sus abuelas maternas ha llevado a los científicos a investigar si hay alguna razón biológica para ello.
Para Jodorowky, la abuela materna transmite su carga genética a la hija. Y, esta a la nieta. En su opinión, este particular encadenamiento genético se da solo entre generaciones de mujeres.
La nieta se parece más a la abuela materna que a la madre o a la abuela paterna. Ello se debe a que los rasgos genéticos se saltan una generación. La abuela materna no solo transmite los rasgos físicos, enfermedades hereditarias, gestos o temperamento. También imprime las vivencias de cuando estuvo embarazada de la hija.
Todo lo que la abuela vivió, sintió y cómo lo vivió, queda en la impronta de cada célula de la nieta. La mujer lleva la información de la abuela materna, desde cuando estaba embarazada de la madre. Tomar conciencia de ello puede permitirle a la mujer sanar comportamientos inconscientes que frenan su autorrealización.
Para Jodorowky, la abuela materna transmite su carga genética a la hija. Y, esta a la nieta. En su opinión, este particular encadenamiento genético se da solo entre generaciones de mujeres.
La nieta se parece más a la abuela materna que a la madre o a la abuela paterna. Ello se debe a que los rasgos genéticos se saltan una generación. La abuela materna no solo transmite los rasgos físicos, enfermedades hereditarias, gestos o temperamento. También imprime las vivencias de cuando estuvo embarazada de la hija.
Todo lo que la abuela vivió, sintió y cómo lo vivió, queda en la impronta de cada célula de la nieta. La mujer lleva la información de la abuela materna, desde cuando estaba embarazada de la madre. Tomar conciencia de ello puede permitirle a la mujer sanar comportamientos inconscientes que frenan su autorrealización.
¿Qué dice la genética sobre la abuela materna?
Las teorías de Jodorowsky no tienen base científica. Él mismo lo reconoce. Sin embargo, es interesante analizar su interpretación sobre la importancia de la abuela materna, contrastada con algunos conocimientos de la genética humana.
En la formación del feto, el 50 % de la herencia genética proviene de la madre y el otro 50 % viene del padre. El óvulo, además de aportar la herencia genética del núcleo de la célula, contiene el ADN mitocondrial que está en la membrana celular.
El espermatozoide, en cambio, solo aporta el ADN nuclear. El espermatozoide es un núcleo celular con cola, que al fundirse con el óvulo, pierde la cola. El feto recibe el ADN nuclear de sus cuatro ancestros, mientras que solo recibe el ADN mitocondrial del lado materno.
Asimismo, resalta otro hecho: La participación genética del padre acaba con la fecundación. La de la genética de la madre, sin embargo, continúa presente en todo el proceso de gestación. La madre gesta al feto en el interior de su cuerpo, donde hay un continuo intercambio de material genético.
¿Para qué sirve el ADN mitocondrial?
Los científicos no lo saben a ciencia cierta. Las mitocondrias son las encargadas de hacer el aporte energético a las células, son el motor celular. Las mitocondrias cuentan con su propio genoma, el llamado ADN mitocondrial.
¿Por qué hay genes que solo están en la membrana mitocondrial de la célula y no en el núcleo? Esta es una pregunta aún sin respuesta. Lo que sí saben los científicos es que el ADN mitocondrial de todos los individuos es una herencia materna.
La razón por la cual en la formación del cigoto solo interviene el ADN mitocondrial de la madre constituye un reto científico todavía. No sabemos si esto fue lo que inspiró a Jodorowsky a formular su teoría de la preponderancia de la herencia de la abuela materna.
El análisis del ADN mitocondrial fue lo que permitió que muchos jóvenes argentinos encontraran a sus abuelos biológicos, después de que la dictadura militar hiciera desaparecer a sus padres. De manera similar ocurrió en España, donde fueron identificadas así a víctimas del Franquismo, tal como cuenta el doctor Ramón Arnabat en la revista Cuadernos de Historia.
¿El ADN predetermina la salud y el comportamiento?
A pesar del vínculo genético que existe entre los familiares, la importancia de los factores ambientales es muy grande para construir relaciones.
Todos formamos parte de un sistema familiar, con reglas y mandatos inconscientes que marcan nuestras reacciones y, por ende, nuestras vidas. En el mismo instante en que somos concebidos, recibimos implícitamente un legado familiar del que no somos ni siquiera conscientes porque, entre otras cosas, está inscrito en el ADN.
Esa herencia inconsciente nos conecta con la familia. Tomar conciencia de lo que heredamos de nuestros abuelos de alguna manera nos libera. Las investigaciones del doctor Bruce H. Lipton, autor de La biología de la creencia, señalan que los genes y el ADN no controlan nuestra biología.
Por el contrario, el ADN es controlado por el medio ambiente que nos rodea, lo que incluye nuestros pensamientos y creencias. El entorno incide en la evolución y el desarrollo de las células. Así, nuestra parte consciente es capaz de cambiar la programación del subconsciente que heredamos de las generaciones pasadas.
¿Dónde queda la abuela paterna entonces?
No siempre la abuela materna está más involucrada en el cuidado de los nietos que la paterna. Las razones son múltiples. Todo dependerá de cada familia y de sus circunstancias.
Si prefieres confiar en lo que dice la ciencia o en lo que piensa Alejandro Jodorowsky, depende de ti. Es tu decisión.
Lo cierto es que las experiencias y traumas de las abuelas y abuelos, su ADN, forman parte de la historia de los nietos. No importa si son maternos o paternos, lo importante es que los padres se den cuenta de la importancia que tienen las abuelas y los abuelos en el desarrollo emocional de los niños.
Los abuelos son una referencia fundamental en la vida de sus nietos, hayan tenido la oportunidad de conocerlos o no. Ejemplos y experiencias con los que se pueden nutrir los nietos. Fuentes de amor incondicional que enriquecen el desarrollo de las personas.
Todos formamos parte de un sistema familiar, con reglas y mandatos inconscientes que marcan nuestras reacciones y, por ende, nuestras vidas. En el mismo instante en que somos concebidos, recibimos implícitamente un legado familiar del que no somos ni siquiera conscientes porque, entre otras cosas, está inscrito en el ADN.
Esa herencia inconsciente nos conecta con la familia. Tomar conciencia de lo que heredamos de nuestros abuelos de alguna manera nos libera. Las investigaciones del doctor Bruce H. Lipton, autor de La biología de la creencia, señalan que los genes y el ADN no controlan nuestra biología.
Por el contrario, el ADN es controlado por el medio ambiente que nos rodea, lo que incluye nuestros pensamientos y creencias. El entorno incide en la evolución y el desarrollo de las células. Así, nuestra parte consciente es capaz de cambiar la programación del subconsciente que heredamos de las generaciones pasadas.
¿Dónde queda la abuela paterna entonces?
No siempre la abuela materna está más involucrada en el cuidado de los nietos que la paterna. Las razones son múltiples. Todo dependerá de cada familia y de sus circunstancias.
Si prefieres confiar en lo que dice la ciencia o en lo que piensa Alejandro Jodorowsky, depende de ti. Es tu decisión.
Lo cierto es que las experiencias y traumas de las abuelas y abuelos, su ADN, forman parte de la historia de los nietos. No importa si son maternos o paternos, lo importante es que los padres se den cuenta de la importancia que tienen las abuelas y los abuelos en el desarrollo emocional de los niños.
Los abuelos son una referencia fundamental en la vida de sus nietos, hayan tenido la oportunidad de conocerlos o no. Ejemplos y experiencias con los que se pueden nutrir los nietos. Fuentes de amor incondicional que enriquecen el desarrollo de las personas.
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