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LA VOZ DE GOICOECHEA (Por SadnivSolrac).- Brittany Gilchrist y sus hijas fueron rescatadas segundos antes de que su auto explotara tras un accidente en una carretera de California, Estados Unidos.
El accidente ocurrió el 22 de junio de 2011, cuando un camión impactó la parte delantera del vehículo en el que viajaba la familia. En ese mismo momento, varios conductores corrieron a ayudar. Uno de ellos era el soldado Bob Anthony, de 62 años.
«Encontré una piedra, rompí las ventanas y pude ver que había gente adentro», dijo a CBN News.
Una niña de cuatro años y un bebé estaban atados a un asiento de seguridad en el asiento trasero. La madre de 28 años quedó atrapada debajo del tablero, inconsciente.
“Cuando olí ese humo, grité: ‘Tenemos que sacarlos de aquí’. No quería que murieran», recordó Bob.
Algunos hombres lograron rescatar a los niños, mientras Bob y otros sacaban a Brittany de los escombros. Segundos después, el auto explotó.
La conductora Brenda Harris, que estaba detenida en el tráfico, dijo: “Pude ver el incendio y supe que era un accidente grave. Entonces comencé a orar porque eso es lo que hago cuando veo un accidente, apago la radio y empiezo a orar:
‘Señor Dios, solo quiero interceder por estas personas en este accidente. Rezo para que los salves, los protejas y les des vida’”.
El conductor del camión no resultó herido. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar, informaron que Brittany tenía una hemorragia interna. Además, tenía múltiples fracturas y se encontraba en estado grave.
Sus hijas, que no resultaron heridas de muerte, fueron trasladadas a un hospital cercano. Brittany fue llevada a un hospital en Fresno, en el camino sufrió dos paros cardíacos.
Marc, el marido de Brittany, vio a su esposa de cinco años conectada a una máquina de oxígeno antes de ser llevada a una cirugía de emergencia.
“Ella no estaba completamente consciente. Se movía un poco, pero no sabía lo que estaba pasando”, dijo Marc.
Continuó: “Verla así fue horrible. Entonces me derrumbé. Creo que en ese momento recuerdo haber orado y simplemente dije: ‘Por favor, no te la lleves’. Pase lo que pase, por favor no te la lleves’”.
En el hospital
Inicialmente, Brittany necesitaría dos cirugías para reparar sus piernas, que estaban rotas en varios lugares. La principal preocupación de los médicos era el traumatismo que sufrió en el cuello, pues aún no sabían si se había roto la médula espinal.
En cuanto a sus hijas, Cambria, de cuatro años, sufrió dos fracturas en los brazos y estuvo hospitalizada durante dos meses. Shaelin, de 5 semanas, solo sufrió algunos cortes y fue liberada para quedarse en casa con sus familiares.
Mientras tanto, la gente empezó a orar por Bretaña. Entre ellos estaba la conductora Brenda, quien nunca había dejado de interceder.
“Y dos días después, cuando fui a trabajar, escuché que era Brittany, la enfermera con la que trabajo. La puse en las listas de oración de mi iglesia y también le pedí a un grupo de amigos cristianos que oraran por ella”, recordó.
Tiempo después, una resonancia magnética confirmó que no había fractura en su columna y que su cuello sanaría con el tiempo. Sin embargo, los médicos aún no estaban seguros de si volvería a caminar.
Aún tratando de recuperar el conocimiento, a Brittany le quitaron la ventilación: “Sabía lo grave que era. Sabía que estábamos aquí por una razón, que Dios nos perdonó la vida. Y de hecho, ese fue mi primer pensamiento, que estábamos vivos por una razón y que Él cuidaría de nosotros. Y de ahí surgió esta paz”, declaró.
Durante más de un año, Brittany se sometió a otras dos cirugías y continuó tratamientos. Hasta que un día volvió a caminar sola y pudo volver a trabajar.
“Hay días difíciles, pero el Señor me ha dado fuerzas. No todo ha sido sanado, pero declaro: ‘Está bien Señor, hágase tu voluntad. Y lo hace”, dijo Brittany.
Bob y otros dos hombres, que rescataron a la familia en el accidente, fueron honrados con el Premio Real Héroe de la Cruz Roja Americana por sus esfuerzos. Él y su familia están agradecidos por el cuidado de Dios hacia ellos y las oraciones que los sostuvieron.
“Con la gracia de Dios, todos estuvimos allí y pudimos ayudar”, dijo Bob.
«Estoy agradecida de estar allí ese día también», añadió Brenda. Y Marc dijo: “Miré hacia atrás y dije: ‘Dios estaba allí’”.
“Los médicos dijeron que nunca volvería a caminar y que ya no sería enfermera. Pero aunque dijeron que el accidente también sería mortal, aquí estamos. Entonces, con Dios, todo es posible”, concluyó Brittany.
«Encontré una piedra, rompí las ventanas y pude ver que había gente adentro», dijo a CBN News.
Una niña de cuatro años y un bebé estaban atados a un asiento de seguridad en el asiento trasero. La madre de 28 años quedó atrapada debajo del tablero, inconsciente.
“Cuando olí ese humo, grité: ‘Tenemos que sacarlos de aquí’. No quería que murieran», recordó Bob.
Algunos hombres lograron rescatar a los niños, mientras Bob y otros sacaban a Brittany de los escombros. Segundos después, el auto explotó.
La conductora Brenda Harris, que estaba detenida en el tráfico, dijo: “Pude ver el incendio y supe que era un accidente grave. Entonces comencé a orar porque eso es lo que hago cuando veo un accidente, apago la radio y empiezo a orar:
‘Señor Dios, solo quiero interceder por estas personas en este accidente. Rezo para que los salves, los protejas y les des vida’”.
El conductor del camión no resultó herido. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar, informaron que Brittany tenía una hemorragia interna. Además, tenía múltiples fracturas y se encontraba en estado grave.
Sus hijas, que no resultaron heridas de muerte, fueron trasladadas a un hospital cercano. Brittany fue llevada a un hospital en Fresno, en el camino sufrió dos paros cardíacos.
Marc, el marido de Brittany, vio a su esposa de cinco años conectada a una máquina de oxígeno antes de ser llevada a una cirugía de emergencia.
“Ella no estaba completamente consciente. Se movía un poco, pero no sabía lo que estaba pasando”, dijo Marc.
Continuó: “Verla así fue horrible. Entonces me derrumbé. Creo que en ese momento recuerdo haber orado y simplemente dije: ‘Por favor, no te la lleves’. Pase lo que pase, por favor no te la lleves’”.
En el hospital
Inicialmente, Brittany necesitaría dos cirugías para reparar sus piernas, que estaban rotas en varios lugares. La principal preocupación de los médicos era el traumatismo que sufrió en el cuello, pues aún no sabían si se había roto la médula espinal.
En cuanto a sus hijas, Cambria, de cuatro años, sufrió dos fracturas en los brazos y estuvo hospitalizada durante dos meses. Shaelin, de 5 semanas, solo sufrió algunos cortes y fue liberada para quedarse en casa con sus familiares.
Mientras tanto, la gente empezó a orar por Bretaña. Entre ellos estaba la conductora Brenda, quien nunca había dejado de interceder.
“Y dos días después, cuando fui a trabajar, escuché que era Brittany, la enfermera con la que trabajo. La puse en las listas de oración de mi iglesia y también le pedí a un grupo de amigos cristianos que oraran por ella”, recordó.
Tiempo después, una resonancia magnética confirmó que no había fractura en su columna y que su cuello sanaría con el tiempo. Sin embargo, los médicos aún no estaban seguros de si volvería a caminar.
Aún tratando de recuperar el conocimiento, a Brittany le quitaron la ventilación: “Sabía lo grave que era. Sabía que estábamos aquí por una razón, que Dios nos perdonó la vida. Y de hecho, ese fue mi primer pensamiento, que estábamos vivos por una razón y que Él cuidaría de nosotros. Y de ahí surgió esta paz”, declaró.
Durante más de un año, Brittany se sometió a otras dos cirugías y continuó tratamientos. Hasta que un día volvió a caminar sola y pudo volver a trabajar.
“Hay días difíciles, pero el Señor me ha dado fuerzas. No todo ha sido sanado, pero declaro: ‘Está bien Señor, hágase tu voluntad. Y lo hace”, dijo Brittany.
Bob y otros dos hombres, que rescataron a la familia en el accidente, fueron honrados con el Premio Real Héroe de la Cruz Roja Americana por sus esfuerzos. Él y su familia están agradecidos por el cuidado de Dios hacia ellos y las oraciones que los sostuvieron.
“Con la gracia de Dios, todos estuvimos allí y pudimos ayudar”, dijo Bob.
«Estoy agradecida de estar allí ese día también», añadió Brenda. Y Marc dijo: “Miré hacia atrás y dije: ‘Dios estaba allí’”.
“Los médicos dijeron que nunca volvería a caminar y que ya no sería enfermera. Pero aunque dijeron que el accidente también sería mortal, aquí estamos. Entonces, con Dios, todo es posible”, concluyó Brittany.
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