Mercedes-Benz rompe con su nomenclatura usada hasta ahora para sus coches eléctricos.
Han pasado casi tres años desde que Mercedes-Benz mostrara por primera vez sus intenciones de lanzar un Clase G totalmente eléctrico. Desde aquel momento el modelo ha sido denominado en la práctica totalidad de fuentes (incluida la propia marca) como ‘EQG’. Sin embargo, la compañía ha querido mantener al todoterreno como una alternativa más dentro de su gama mecánica y finalmente se denominará simplemente ‘Mercedes G 580’. De esta manera, la firma cambia por completo su manera de bautizar a sus vehículos eléctricos.
Esta nueva versión ‘cero emisiones’ ha venido de la mano de una actualización general del modelo, también en sus variantes con motor térmico. No obstante, la alternativa eléctrica se presenta con elementos propios con los que poder diferenciarse del resto de la gama.
El Mercedes G 580 sigue siendo un portento de la conducción off-road.
Estéticamente, como ya hemos mencionado, el nuevo Mercedes G 580 cuenta con una imagen propia aunque sin renunciar al clásico aspecto del todoterreno alemán. Concretamente, su parrilla frontal es totalmente nueva. Ahora está completamente carenada y se presenta en un acabado negro brillante, además de adoptar un reborde marcado por una iluminación LED. Por otro lado, conserva los clásicos faros redondos que están equipados con tecnología LED MultiBeam.
Además de este elemento, aunque de forma mucho menos notoria, la zona frontal ha sido modificada para mejorar la aerodinámica a base de un rediseño del pilar A y un nuevo capó. Todo ello para alcanzar ahora un cx de 0,44, frente al 0,48 de la versión con motor de combustión. También destacan sus nuevas llantas de 18 pulgadas decoradas en negro brillante.
El Mercedes G 580 es ahora más aerodinámico gracias a varias modificaciones en su carrocería.
En la trasera se ha rediseñado la zona alta del techo, también para mejorar la aerodinámica, así como se ha ubicado un nuevo cajón sobre el portón que simula la clásica rueda de repuesto, aunque esto será un opcional. En su interior se podrán guardar objetos como los cables de carga, diferentes herramientas o las cadenas para la nieve.
Entrando de lleno en su interior, el Mercedes G 580 no descubre muchos secretos. Sobre el salpicadero se ubican dos pantallas de 12,3 pulgadas en formato horizontal para la instrumentación y sistema de información y entretenimiento central. Los pasajeros de la fila trasera también podrán disfrutal de unas pantallas de 11,3 pulgadas ubicadas en el respaldo de los asientos delanteros.
Sobre el salpicadero reposan dos pantallas de 12,3 pulgadas cada una.
En otro orden de cosas, el habitáculo no cuenta con más elementos distintivos más que las costuras en color azul o unos botones y menús del sistema multimedia centrados en la mecánica eléctrica de este modelo. El resto de apartados es lo que se espera de un Clase G: buena calidad de acabados, comodidad y lujo interior.
Su auténtica novedad: una mecánica eléctrica
No obstante, la verdadera novedad del G 580 es su mecánica totalmente eléctrica. Esta equipado con un total de cuatro motores eléctricos que presentan una potencia individual de 150 CV. Un sistema de reparto electrónico reparte la potencia de cada uno de ellos en función de las diferentes condiciones del terreno o de la actividad que se esté desarrollando. Todo ello bajo el amparo de obtener unas mejores cifras de eficiencia y consumos.
El Mercedes G eléctrico incorpora un nuevo cajón sobre el portón trasero en el que guardar los cables u otros utensilios.
En total, el Mercedes G 580 cuenta con una potencia máxima de 580 CV y un par máximo de hasta 1.164 Nm. Con ello es capaz de ejecutar el 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h. Todo ello está alimentado por una batería de 116 kWh de capacidad (la misma que tiene el EQS) con la que obtiene una autonomía eléctrica de hasta 473 kilómetros.
Sobre sus capacidades off-road, el todoterreno eléctrico cuenta con una profundidad máxima de vadeo de 850 mm. Esto supone 100 mm extras con respecto a un G térmico, gracias a que sus elementos mecánicos están totalmente sellados. No obstante, pierde en altura libre al suelo en algunos milímetros debido a la posición de la batería. Por supuesto, cuenta con el aclamado -y particular- modo ‘G-Turn’ por el que el coche puede girar sobre sí mismo como una peonza.
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