Desde el anuncio de Windows 11 en el verano de 2021, Microsoft prometió que el sistema operativo destacaría por su rendimiento al ser capaz de «aprovechar al máximo las capacidades del hardware». Tres años después, las promesas no se han concretado e incluso equipos con hardware de alto nivel se ralentizan en la mayoría de tareas frente a Windows 10.
Microsoft ha intentado optimizarlo, con importantes cambios en el kernel de Windows. Pero el problema reside en la cantidad de código adicional que penaliza el rendimiento; los servicios activos; el software basura que no usa nadie (Bloatware), la publicidad que sigue llegando a todas las partes de la interfaz y todo el código para soportar un ecosistema de hardware y software gigantesco.
La situación no va a mejorar con las siguientes versiones y el Windows 11 2024 Update, la gran actualización de este año, consumirá aún más recursos por el despliegue de funciones de IA. En este escenarios, no extraña que triunfen variantes modificadas de Windows preparadas por terceros fabricantes, como Tiny o la solución que nos ocupa.
AtlasOS para Windows 11, características
«Windows es lento, torpe y poco confiable. Atlas le devuelve la vida a su sistema Windows, al estar diseñado para maximizar el rendimiento», señalan desde un proyecto que busca eliminar los «inconvenientes negativos de Windows» que podrían afectar a su rendimiento, en juegos o en cualquier tarea.
Para ello, reduce significativamente el consumo de recursos. La cantidad de procesos en ejecución se reduce al mínimo, al igual que la memoria RAM y el uso de la CPU en segundo plano. Ello beneficia a esta variante en cualquier tarea, pero especialmente en juegos: «Experimentará un Windows más fluido y con mayor capacidad de respuesta, y velocidades de fotogramas más altas que el uso de un Windows estándar».
Esta versión deshabilita las mitigaciones implementadas contra las vulnerabilidades de seguridad Spectre y Meltdown, que afectaron a procesadores Intel y AMD. La industria tuvo que producir este tipo de parches urgentemente contra vulnerabilidades de tipo canal lateral ya que eran críticas para la seguridad, pero redujeron el rendimiento de los chips. Otros componentes deshabilitados en este desarrollo son las funciones de telemetría de Windows y el Bloatware, que cualquier usuario debería revisar por rendimiento, pero también por privacidad de sus datos.
Los responsables de este proyecto llevan al límite la idea de ‘adelgazar’ Windows y también han eliminado el módulo de plataforma segura (TPM); el sistema de cifrado BitLocker; el antivirus Windows Defender; el reconocimiento de voz; las configuraciones de RAID; los espacios de almacenamiento; los puntos de restauración o las funciones de restablecimiento del sistema.
Realmente, ninguno de estos servicios son necesarios para la ejecución de videojuegos y de ahí su eliminación en la búsqueda de una versión lo más ligera posible que libere recursos para su uso principal o en aquellos PCs con bajo nivel de hardware.
Cómo se instala el AtlasOS para Windows 11
La instalación es distinta a la de un Windows 11/10 oficial o una distribución GNU/Linux, ya que los desarrolladores no entregan una imagen ISO directamente y antes de instalar AtlasOS se necesita reinstalar Windows.
- Descarga la imagen ISO oficial desde los servidores de Microsoft.
- Crea el medio de instalación con herramientas tipo Rufus o Ventoy.
- Realiza la reinstalación de Windows.
- Navega a atlasos.net y descarga el asistente oficial AME Wizard y un archivo .abpx para el asistente denominado Atlas PlayBook.
- Descomprime ambos archivos en tu unidad de almacenamiento.
- Ejecuta el asistente ‘AME Wizard Beta.exe’ y selecciona el archivo ‘Atlas Playbook.apbx’.
Cuando finalice, podrás borrar la carpeta ‘Windows.old’ que contendrá la instalación anterior de Windows. Por supuesto y antes de hacer ningún cambio en el equipo, realiza una copia de seguridad de los archivos que quieras conservar ya sea en la nube o en un disco externo.
¿Funciona?
Sí, funciona y muy bien, cumpliendo lo que promete. Hay que señalar que algunas de las funciones eliminadas pueden ser importantes en los apartados de seguridad y mantenimiento, por lo que conviene analizar su escenario de uso que no es el de un escritorio típico o productivo, sino un Windows lo más ligero posible para tareas como juegos. Como el resto de variantes ‘modificadas’ de Windows que pululan por Internet, no están soportadas oficialmente por Microsoft y necesitan la correspondiente licencia para activarse.
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