Nicaragua, Nicaragüita


La persecución de la Iglesia Católica

LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Luis Fernando Calvo*).- Libre, Nicaraguita libre, yo te quiero mucho más, reza el canto de Carlos Mejía Godoy, canto alegre que brota de un corazón enamorado de las bellas tierras pinoleras, pero que hoy se constituye en una suerte de oda fúnebre por la libertad que ansían los nicaragüenses pero que se encuentra en cuidados intensivos, siendo amables. Nicaragua busca, como Raquel busca a sus hijos, una libertad y paz que no es y no ha sido desde ya muchos años, en todo caso desde la irrupción del sandinismo en la vida política de la nación pinolera. 

Y es que el “caos”, y con él la pobreza y la pugna “fratricida”, se ciernen sobre Nicaragua, así como el espectro marxista se cernió bajo las admoniciones del profeta del proletariado. 

Al Comandante Ortega y a su lugarteniente Rosario, les ha convenido meterse con los indefensos, en primera instancia con los estudiantes universitarios que ofrendaron su sangre en las calles de Managua y luego con la de los curas que no se han callado ante los francos abusos dictatoriales del tándem Murillo-Ortega (así, en ese orden). Pues debemos recordar que en un claro acto de nepotismo, Daniel Ortega designa a su esposa Rosario Murillo como su candidata a la vicepresidencia. Desde ese momento, Murillo se ha convertido en el rostro más conocido de la “dictadura” orteguista.

En una ola de abusos en contra de la Iglesia Católica, los sandinistas se han ensañado con cuanto cura incómodo han encontrado, en primera instancia con Monseñor Silvio José Báez, otrora Obispo Auxiliar de Managua, quien tuvo que ser sacado de Nicaragua por órdenes superiores ante un peligro inminente de muerte, y ahora en tiempos recientes, los hijos revolucionarios de César Augusto Sandino se han cebado con el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando José Álvarez, que con su coraje y obstinación ha dado muestras de amor a su patria y la verdad

Álvarez ha sido un verdadero nacionalista, ya que pudiendo salir por la puerta ancha, embarcándose hacia the land of the free, ha preferido mantenerse en su país, sufriendo humillaciones, vejaciones, incertidumbres y cárcel, como el más bandido de los malos hijos de la patria nicaragüense, como los que ostentan en la actualidad la jefatura del Estado de la República de Nicaragua (no es error señalarles como los jefes del Estado, pues la separación de poderes se esfumó junto las esperanzas de los nicaragüenses).

No siendo suficiente la inquina anti-católica de Ortega y Murillo, en un nuevo episodio de la saga filochavista en las tierras del Gran Darío, ahora enfilan sus bayonetas en contra de los jesuitas de Nicaragua y quienes se sirven de sus esfuerzos, particularmente en el ámbito educativo. Han cerrado, ergo robado, la prestigiosa UCA, centro universitario, propiedad de la Compañía de Jesús. Además han retirado la cédula jurídica a la propia Compañía de Jesús, en un esfuerzo aparente – pues las intenciones sólo las conoce Dios- por acallar el espíritu crítico de quienes se formaban en sus instituciones educativas o de sus servicios pastorales. 

Las divisiones en el pueblo de Nicaragua no se han hecho esperar y tampoco entre los mismos católicos que ven con recelo la actuación del Cardenal Brenes, pues le acusan de congraciarse con el régimen de Ortega o en todo caso de ser acomodado a las circunstancias. Pero esto no podría leerse así, de manera simplista, pues el espectro del ¡exprópiese! chavista (recordando aquel vídeo viral que muestra a Hugo Chaves dictando política pública en tiempo real en Venezuela y disponiendo de bienes privados) ha encontrado una casa bien barrida y limpia en la ¿humanidad? de Ortega, pues de expulsar a las hijas de la Madre Teresa ha pasado a expropiar cuentas bancarias y rescindir personalidades jurídicas a parroquias, diócesis, universidades de la Iglesia y el propio Seminario. Ha expulsado ordenes religiosas, confiscado fondos de terceros, robado universidades, apresado obispos, profanado templos y destruido patrimonio católico a mansalva. Pareciera seguir con esto el mejor estilo de los liberales decimonónicos de Hispanoamérica o de los anticlericales mexicanos de la década de los 20 del siglo pasado. Es que a veces liberales y marxistas no están tan lejos. 

¿Por qué la pugna entre la Iglesia Católica de Nicaragua y el tándem Ortega-Murillo? Habría que encontrar una buena respuesta en las manifestaciones populares del 2018, a raíz de la reducción de las pensiones en Nicaragua y que vieron el lanzamiento a las calles de miles de nicaragüenses, universitarios muchos de ellos, y que según cuentan los organismos internacionales, murieron un poco más de 300 en las refriegas, si es que así se les puede caracterizar. ¿Por qué? Pues en realidad podrían ser descritas honestamente como una lucha patéticamente desigual, de tigre suelto contra burro amarrado, es decir, oficiales entrenados y pagados con armas de grueso calibre bajo el brazo contra ingenieros, arquitectos y abogados en potencia que defendían lo que consideraban justo a punta de hondas y piedras.

Pues resulta que fueron precisamente las parroquias y miembros del clero católico quienes acogerían a muchos de estos jóvenes y les salvarían de ser capturados y de un destino altamente oscuro o en todo caso de morir asesinados en las calles de Nicaragua. Sus pastores, particularmente Mons. Silvio Báez -en ese momento Auxiliar de Managua- y Mons. Rolando Álvarez -Obispo de Matagalpa, serían voces críticas del gobierno y defensoras de los derechos inalienables y básicos de los manifestantes. Aquí pareciera radica el odio de Ortega contra la Iglesia Católica.

Y es que la magnitud del enfrentamiento es tal que a mayo del 2023 se han registrado formalmente 529 agresiones debidamente documentadas en contra de los católicos. Estas agresiones, insistimos, corresponden a las reportadas oficialmente y representarían, según estima su autora Martha Molina (defensora de los derechos humanos) una ínfima porción de las agresiones totales por parte del “gobierno” en contra de los católicos. Las agresiones van desde el apresamiento de dos obispos, Álvarez y Mora, este último en días recientes, hasta la profanación de templos o la destrucción del antiquísimo Cristo de la Catedral de Managua. Ver reporte.

Las palabras de Molina al medio Infobae al respecto son lapidarias:

Mi país es un estado criminal liderado por la pareja Ortega-Murillo, quienes nunca se han comportado como mandatarios; sino como dictadores que se mantienen en el poder por las armas y fidelidad del Ejército de Nicaragua y Policía Nacional, que tienen luz verde para asesinar a opositores y esos crímenes aún se encuentran en la impunidad”. (Calvo, 2023)

Habría que agregar que la presión internacional ha surtido efecto, pero da la impresión que hace falta insistir, a tiempo y destiempo. En este sentido, los esfuerzos de la Unión Europea, que ha impuesto diversas sanciones contra Murillo, sus hijos y otros altos súbditos del régimen filochavista, supusieron una bocanada de aire fresco para la tensa situación en Nicaragua, pero una solución no se avizora en el horizonte. A estas se suman las sanciones de Estados Unidos, pero que en conjunto no alcanzan para generar la presión necesaria para un cese de la represión orteguista.

A pesar de la magnitud de la afrenta, la impunidad rampante y la injusticia pública y notoria, ya nadie parece acordarse del suplicio nica, que tan solo anhela vivir nuevamente bajo el dulce aroma de la libertad cívica, en su versión más básica y esencial, que es la libertad de poder opinar sin temor a morir por ello. Pero también hablo de la libertad de asistir a la Santa Misa sin toparse con la turbamulta gobiernista o en todo caso, poder estudiar en la Universidad de su elección y así fraguarse un mejor futuro, futuro que los Ortega-Murillo están empecinados en robar a millones de buenos nicaragüenses que todavía sueñan la patria grande, aunque sea pequeña.

*Director Ejecutivo del Instituto Tomás Moro (Costa Rica)

*

New2020-  Goicoechea es el cantón número 8 de la provincia de San José, fundado en 1891. Hoy conformado por siete distritos: Guadalupe, San Francisco, Calle Blancos, Mata de Plátano, Ipís, Rancho Redondo y Purral. Donde orgullosamente decimos: "De la montaña a la ciudad, así se extiende mi cantón". "Goicoechea, Goicoechea, te llevo en el corazón." -

Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos, en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. 
La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros. Todas las imágenes que muestra este medio, se utilizan solo con fines ilustrativos, por tanto se respetan todos los derechos de autor según corresponda en cada caso, siendo nuestra principal labor de la informar a nuestros lectores.

Déjanos tus comentarios al final de cada nota que presentamos ;
nos interesa tú opinión al respecto. Te invitamos a participar...

Pueden escríbenos también a nuestro correo electrónico

2017 © 2024

Miembro de la Red de Medios Alternativos Independientes - REDMAI


Producciones Periodísticas y Publicitarias Montezuma

Goicoechea, San José - Costa Rica


 
Reactions

Publicar un comentario

0 Comentarios