El 23 de noviembre, el grupo predicó en un autobús que se dirigía a la ciudad de Davao, en el extremo sur de Filipinas.
En esa ocasión cantaron alabanzas y oraron por los pasajeros que fueron receptivos al evangelismo. Entonces, un evangelista ministró la Palabra de Dios.
El evangelista Presley Watson y su esposa, Thaia, se acercaron y dijeron: “Ahora tenemos una bendición para ustedes. ¿Quién necesita buenas noticias? ¿Quién está cansado de las malas noticias? Estamos aquí representando a Jesucristo”.
Y continuó: «Únicamente Jesús, el nombre, sobre todo nombre, el Rey de reyes, el Señor de señores, vino a la tierra y murió en la cruz por nosotros. ¿Por qué? Porque Él nos ama mucho».
La Biblia enseña que si alguien está en Cristo, cree y acepta lo que Él hizo en la cruz, comienza a vivir con Él.
“Jesús demostró su amor por nosotros. Mientras éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Tu pasado y todos tus pecados han sido perdonados por la sangre de Jesús”, añadió.
Después de predicar el Evangelio, el evangelista hizo el llamamiento y muchos pasajeros levantaron la mano, entregando su vida a Jesús.
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