La administración financiera es la disciplina que se encarga de planear, organizar y controlar la distribución de los recursos económicos de un emprendimiento, negocio familiar o mediano en pro de generar mayor rentabilidad. Al realizar una gestión exhaustiva de los gastos e ingresos se define el rumbo económico que proyectamos
LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Gerardo A. Pérez Obando (GAPO), columnista).- Este momento es espectacular para conversar sobre la administración financiera, tanto personal como empresarial.
El principal objetivo que buscamos al emprender cualquier actividad productiva es generar ingresos para subsistir decorosamente, tanto en el aspecto personal como comercial porque definitivamente quien custodia la acción emprendedora es el factor humano, por lo que el orden particular toma mayor relevancia.
En solitario o familiarmente debemos organizarnos con mente fría. Debemos ser estrictos y responsables de nuestro acontecer económico. Tener conciencia de nuestros ingresos para balancearlos con nuestros egresos.
El ingreso, para la mayoría de personas, es a través del sueldo, salario o pensión. El monto recibido debe ponerse a un lado de la balanza para comenzar a equilibrarlo con los egresos que en teoría debería o tenemos la obligación de que sea menor para evitar problemas que adelante causarán estrés.
Debemos organizar las salidas y cumplir con los gastos o costos fijos personales y/o empresariales, obligatorios por ser básicos para subsistir: vivienda o local, indumentaria, gas o electricidad, agua, educación.
Cumplidos los costos fijos también debemos concertarnos en el remanente para darnos cuenta del excedente y administrarlo adecuada y responsablemente. El secreto básico consiste en que los gastos no excedan del ingreso.
En esta época hay muchos retos que debemos acomodar con nuestro excedente: tarjetas de crédito, televisión privada, telefonía móvil, dispositivos, Internet.
Tratemos de analizar la facilidad que podamos utilizar sin caer en el déficit financiero y fomentar el ahorro porque generalmente se escucha que no se puede ahorrar.
Procuremos organizarnos iniciando el 2024. Dibujemos una balanza en página nueva. Anotemos a un lado el monto de nuestro ingreso y del otro, los gastos imprescindibles u obligatorios.
Dibujemos otra balanza, ahora de un lado el remanente y en la otra los retos que se vuelven en tentaciones sin olvidarnos del ahorro que hagamos en casa para inconvenientes y esperemos que en corto tiempo se nos forme un hábito positivo.
¡Próspero 2024!
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