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LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Sadniv Solrac).- El rollo de papiro es uno de los cientos que fueron carbonizados en la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C.
Un estudiante de informática ganó 40.000 dólares por descifrar la primera palabra de un antiguo pergamino romano carbonizado por la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C.
El rollo de papiro parece más un tronco quemado que un texto antiguo, y es tan frágil que se desmoronaría si los investigadores intentaran desenrollarlo. El estudiante Luke Farritor, de 21 años, utilizó inteligencia artificial para identificar una sola palabra en el pergamino sin abrir: «porphyras», una antigua palabra griega para «púrpura», anunciaron los investigadores la semana pasada.
El texto es uno de los alrededor de 800 pergaminos desenterrados en la antigua ciudad romana de Herculano en el siglo XVIII. Los arqueólogos descubrieron el tesoro en una villa que pudo haber pertenecido al suegro de Julio César, un importante estadista romano.
Hasta hace muy poco, leer siquiera una sola letra del papiro carbonizado parecía imposible. Los primeros intentos de desenrollar y leer los pergaminos los dejaron irreversiblemente dañados, y no se han realizado tales intentos desde el siglo XIX, según Nicholas Wade del New York Times. El descubrimiento de la palabra “porphyras” abre la puerta para eventualmente descifrar el resto de los textos.
«Alrededor del 95 por ciento del material del período clásico se ha perdido, por lo que simplemente no tenemos nada», dice Brent Seales, científico informático de la Universidad de Kentucky , a Sarah Kuta de National Geographic. “Y, sin embargo, sabemos que fue uno de los períodos filosóficos más importantes de la humanidad. Es una era envuelta en misterio de la que hemos perdido la mayor parte del material”.
Seales ha estado trabajando en técnicas para descifrar los pergaminos durante más de 20 años. Un paso importante fue perfeccionar el uso de la tecnología de tomografía computarizada para ver lo que hay dentro de ellos sin tocarlos, un proceso que él llama “desenvolver virtual”, como explica en un video anunciando el descubrimiento . En 2016, el equipo de Seales desenvolvió lo que se conoce como el pergamino En-Gedi, que incluía secciones del Libro de Levítico. Debido a que la tinta contenía metal, se podía ver en las tomografías computarizadas de Seales. Desafortunadamente, los rollos de Herculano fueron escritos con tinta a base de carbón hecha de carbón y agua. Cuando Seales los escaneó, no apareció nada a simple vista.
A principios de este año, el equipo de Seales lanzó el Vesuvius Challenge, un concurso que ofrece premios en metálico a cualquiera que pueda utilizar la IA para ayudar a descifrar los escaneos de los investigadores. «Todos estuvimos de acuerdo en que preferiríamos leer lo que hay dentro antes que tratar de acaparar todo», dice Seales a Jo Marchant de Nature.
A principios de agosto, el concursante Casey Handmer, un empresario, ganó 10.000 dólares por ser “la primera persona en encontrar evidencia sustancial y convincente de tinta dentro de los pergaminos sin abrir”, según el anuncio del Vesuvius Challenge. «Sus ideas llevaron directamente al descubrimiento [de Farritor]». Handmer escribió una publicación en su blog detallando su descubrimiento de un «patrón de crujido» en el pergamino que parecía ser tinta.
A partir de esos patrones de crujidos, Farritor creó un algoritmo de aprendizaje automático que identificó diez letras legibles en un pequeño segmento de pergamino. Cuando se dio cuenta de que su método había tenido éxito, “vi estas cartas y me asusté por completo”, recuerda en el anuncio en video. “Me asusté. Casi me caigo, casi lloro”.
Poco después del descubrimiento de Farritor, Youssef Nader, un investigador de biorrobótica, identificó de forma independiente la misma palabra, «porphyras». Ganó un premio de segundo lugar de 10.000 dólares.
El Desafío del Vesubio todavía está en marcha. Se otorgará un gran premio de 700.000 dólares al primer concursante que lea cuatro pasajes de al menos 140 caracteres.
Estos descubrimientos son pasos críticos para descifrar los pergaminos sin abrir que quedan en la villa. “Recuperar una biblioteca así transformaría nuestro conocimiento del mundo antiguo de maneras que difícilmente podemos imaginar”, dice al Times Robert Fowler, clasicista de la Universidad de Bristol en Inglaterra. «El impacto podría ser tan grande como el redescubrimiento de manuscritos durante el Renacimiento».
Según el sitio web del Vesuvius Challenge, muchos historiadores creen que hay miles de pergaminos más esperando ser descubiertos en la villa. «Esta palabra es nuestra primera inmersión en un libro antiguo sin abrir», le dice Seales a Ian Sample de The Guardian .
“¿Qué mostrará el contexto?” él añade. “Plinio el Viejo explora la ‘púrpura’ en su ‘Historia natural’ como proceso de producción de la púrpura de Tiro a partir de mariscos. El Evangelio de Marcos describe cómo se burlaron de Jesús mientras estaba vestido con ropas de color púrpura antes de la crucifixión. Aún se desconoce de qué se trata este pergamino en particular, pero creo que pronto será revelado. Una historia nueva y antigua que para nosotros comienza con ‘púrpura’ es un lugar increíble para estar”.
El rollo de papiro parece más un tronco quemado que un texto antiguo, y es tan frágil que se desmoronaría si los investigadores intentaran desenrollarlo. El estudiante Luke Farritor, de 21 años, utilizó inteligencia artificial para identificar una sola palabra en el pergamino sin abrir: «porphyras», una antigua palabra griega para «púrpura», anunciaron los investigadores la semana pasada.
El texto es uno de los alrededor de 800 pergaminos desenterrados en la antigua ciudad romana de Herculano en el siglo XVIII. Los arqueólogos descubrieron el tesoro en una villa que pudo haber pertenecido al suegro de Julio César, un importante estadista romano.
Hasta hace muy poco, leer siquiera una sola letra del papiro carbonizado parecía imposible. Los primeros intentos de desenrollar y leer los pergaminos los dejaron irreversiblemente dañados, y no se han realizado tales intentos desde el siglo XIX, según Nicholas Wade del New York Times. El descubrimiento de la palabra “porphyras” abre la puerta para eventualmente descifrar el resto de los textos.
«Alrededor del 95 por ciento del material del período clásico se ha perdido, por lo que simplemente no tenemos nada», dice Brent Seales, científico informático de la Universidad de Kentucky , a Sarah Kuta de National Geographic. “Y, sin embargo, sabemos que fue uno de los períodos filosóficos más importantes de la humanidad. Es una era envuelta en misterio de la que hemos perdido la mayor parte del material”.
Seales ha estado trabajando en técnicas para descifrar los pergaminos durante más de 20 años. Un paso importante fue perfeccionar el uso de la tecnología de tomografía computarizada para ver lo que hay dentro de ellos sin tocarlos, un proceso que él llama “desenvolver virtual”, como explica en un video anunciando el descubrimiento . En 2016, el equipo de Seales desenvolvió lo que se conoce como el pergamino En-Gedi, que incluía secciones del Libro de Levítico. Debido a que la tinta contenía metal, se podía ver en las tomografías computarizadas de Seales. Desafortunadamente, los rollos de Herculano fueron escritos con tinta a base de carbón hecha de carbón y agua. Cuando Seales los escaneó, no apareció nada a simple vista.
A principios de este año, el equipo de Seales lanzó el Vesuvius Challenge, un concurso que ofrece premios en metálico a cualquiera que pueda utilizar la IA para ayudar a descifrar los escaneos de los investigadores. «Todos estuvimos de acuerdo en que preferiríamos leer lo que hay dentro antes que tratar de acaparar todo», dice Seales a Jo Marchant de Nature.
A principios de agosto, el concursante Casey Handmer, un empresario, ganó 10.000 dólares por ser “la primera persona en encontrar evidencia sustancial y convincente de tinta dentro de los pergaminos sin abrir”, según el anuncio del Vesuvius Challenge. «Sus ideas llevaron directamente al descubrimiento [de Farritor]». Handmer escribió una publicación en su blog detallando su descubrimiento de un «patrón de crujido» en el pergamino que parecía ser tinta.
A partir de esos patrones de crujidos, Farritor creó un algoritmo de aprendizaje automático que identificó diez letras legibles en un pequeño segmento de pergamino. Cuando se dio cuenta de que su método había tenido éxito, “vi estas cartas y me asusté por completo”, recuerda en el anuncio en video. “Me asusté. Casi me caigo, casi lloro”.
Poco después del descubrimiento de Farritor, Youssef Nader, un investigador de biorrobótica, identificó de forma independiente la misma palabra, «porphyras». Ganó un premio de segundo lugar de 10.000 dólares.
El Desafío del Vesubio todavía está en marcha. Se otorgará un gran premio de 700.000 dólares al primer concursante que lea cuatro pasajes de al menos 140 caracteres.
Estos descubrimientos son pasos críticos para descifrar los pergaminos sin abrir que quedan en la villa. “Recuperar una biblioteca así transformaría nuestro conocimiento del mundo antiguo de maneras que difícilmente podemos imaginar”, dice al Times Robert Fowler, clasicista de la Universidad de Bristol en Inglaterra. «El impacto podría ser tan grande como el redescubrimiento de manuscritos durante el Renacimiento».
Según el sitio web del Vesuvius Challenge, muchos historiadores creen que hay miles de pergaminos más esperando ser descubiertos en la villa. «Esta palabra es nuestra primera inmersión en un libro antiguo sin abrir», le dice Seales a Ian Sample de The Guardian .
“¿Qué mostrará el contexto?” él añade. “Plinio el Viejo explora la ‘púrpura’ en su ‘Historia natural’ como proceso de producción de la púrpura de Tiro a partir de mariscos. El Evangelio de Marcos describe cómo se burlaron de Jesús mientras estaba vestido con ropas de color púrpura antes de la crucifixión. Aún se desconoce de qué se trata este pergamino en particular, pero creo que pronto será revelado. Una historia nueva y antigua que para nosotros comienza con ‘púrpura’ es un lugar increíble para estar”.
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