LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Carmen Martín.- Es un hecho que los sonidos de la naturaleza inducen a un estado de relajación que combate el estrés. Además, aportan otros beneficios. ¡Descúbrelos en este espacio!
A lo largo de toda la evolución y de la historia, los seres humanos han disfrutado de los sonidos de la naturaleza. Sin embargo, estos han sido opacados en gran medida por los ruidos de la ciudad. De ahí que muchos decidan desplazarse hacia campos, bosques, playas y parques naturales para poder escucharlos.
Y es que tanto el canto de las aves como el sonido del viento, del mar, de la lluvia, entre otros, tienen un efecto relajante que se ve reflejado a nivel físico y mental. De hecho, algunos estudios respaldan los beneficios que le aportan a la salud humana. En el siguiente espacio te contamos más al respecto.
Beneficios para la salud de los sonidos de la naturaleza
Desde siempre, el hombre ha estado en contacto con la naturaleza y con sus sonidos. Sin embargo, poco se sabía sobre los beneficios que estos aportan a la salud. Lo cierto de todo es que estar expuestos a entornos naturales tiene efectos terapéuticos que hoy se valoran más que nunca.
Como bien sabemos, el vivir en contextos urbanos nos aleja de la naturaleza y nos expone no solo a molestos ruidos, sino a un estilo de vida agitado y de constante estrés. Por el contrario, desconectarse en áreas verdes, cerca a ríos y donde es posible apreciar lo natural, mejora el estado de ánimo y reduce los efectos negativos del estrés.
Una revisión de estudios divulgada a través de Proceedings of the National Academy of Sciences respalda estas afirmaciones. De acuerdo a la publicación, sonidos como el silbido del viento, el canto de las aves y los gorgoteos de los arroyos tienen no solo efectos calmantes, sino terapéuticos.
¿Qué dice el estudio?
El estudio citado se centró en analizar los beneficios para la salud de los sonidos de la naturaleza. Fue encabezado Rachel T. Burton, bióloga canadiense, quien detalló lo siguiente:
«Desde una perspectiva evolutiva, los humanos están programados para prestar atención a las señales de peligro y seguridad. Y un ambiente que está lleno de sonidos naturales se siente seguro y nos permite bajar la guardia».
De este modo, se determinó que exponerse a estos sonidos puede disminuir la taza de enfermedades y de mortalidad. Incluso, se vinculó a la disminución del dolor, a un mejor estado de ánimo y a un mejor desempeño en pruebas cognitivas.
La hipótesis sugiere que estos influyen sobre el cerebro y el sistema nervioso autónomo, involucrado en la regulación de emociones y en el control del sueño.
Estudios previos hicieron hallazgos similares. En una investigación compartida por Scientific Reports se observó que las personas que pasaban dos horas a la semana al aire libre en un entorno natural (parques urbanos, bosques y playas) reportaban un mejor estado de salud y bienestar.
Por su parte, un metaanálisis divulgado por Lancet Public Health informó que las personas que vivían cerca o en espacios verdes tendían a tener una mayor expectativa de vida que aquellos menos expuestos a estos entornos.
Relación con las emociones
Los sonidos de la naturaleza no solo mejoran la salud física, sino que contribuyen con el bienestar emocional. Ayudan a reducir la irritación, el enfado e incluso la tristeza.
Una de sus mayores influencias es sobre el estrés. Escucharlos fomenta la calma e induce a un estado de relajación. Por eso, siempre se recomienda realizar actividades al aire libre para liberar tensión.
La contaminación acústica es perjudicial
Las personas nos hemos concentrado en gran medida en núcleos urbanos. Conforme ha avanzado la sociedad, hemos construido un estilo de vida centrado en las grandes ciudades y los pueblos.
Así, nos alejamos poco a poco de la naturaleza. Además, el ruido de los transportes, las fábricas e incluso de la propia población se ha ido adueñando del entorno. Es la llamada «contaminación acústica».
Esta influye en el comportamiento y en el bienestar. Se ha asociado con múltiples problemas de salud; por ejemplo, con la pérdida de audición. No obstante, va más allá de eso. Parece que aumenta la incidencia de enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño, alteraciones del sistema nervioso, entre otros.
Por tal motivo, es importante darse espacio en ambientes naturales siempre que sea posible. Incluso, se puede convertir en un hábito diario si hay entornos verdes cerca a la casa o al trabajo.
Ejemplos de sonidos de la naturaleza
Estos sonidos pueden proceder de diferentes fuentes. En primer lugar, encontramos los de las fuentes biológicas, como el canto de los pájaros. Por otra parte, están los procedentes de la geología en sí. Por ejemplo, la lluvia, las olas, el silbido del viento, el agua de los ríos, etcétera.
¿Qué hay que recordar?
Los sonidos de los ambientes naturales aportan interesantes beneficios para la salud. Se ha observado que ayudan a reducir el estrés, a controlar las emociones y a mejorar el ánimo en general. Incluso, pueden disminuir la incidencia de enfermedades y bajar las tasas de mortalidad.
Por eso, se recomienda que todas las personas dediquen cierto tiempo de su vida a realizar actividades en la naturaleza. Aprender a disfrutar de los momentos de soledad y de contacto con la misma puede ayudar a conseguir una vida más saludable.
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