LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Luz Marina Carpio).- Aplicar algunos secretos caseros antes, durante y después de la colada es de provecho para que la ropa salga pulcra. Pero hay sugerencias de las que es mejor huir. Descubre cuáles son las convenientes y cuáles las que no.
La sabiduría popular dispone de un amplio menú conformado por remedios caseros y recomendaciones simples que prometen una colada exitosa. Sin embargo, no todos los trucos para la lavadora son 100 % efectivos. Muchas sugerencias responden más a los vínculos establecidos con las propiedades de ciertos productos, pero no aplican en específico para asear textiles.
En general, las estrategias de lavandería se orientan a la efectividad del oficio y al ahorro de tiempo. De la amplia gama, ¿cuáles convienen y cuáles saltarse? A continuación, te lo contamos.
¿Cuáles son los problemas frecuentes durante el uso de la lavadora?
La lavandería requiere el cuidado meticuloso de la ropa para prolongar su vida útil y conservar las características de las telas. De ahí que, según el material a limpiar, requieras sustancias no agresivas, compuestos que evitan arrugas o una técnica de secado idónea.
Como menciona el Instituto Americano de Limpieza, la mayoría de las preguntas relativas al lavado están ligadas a borrar manchas y a la limpieza deficiente. Se unen la inquietud por deshacerse de los residuos de pelusa y restos de espuma, además de no querer deteriorar las telas.
Justo sobre tales de interrogantes tratan varios trucos para la lavadora, sin contemplar que la ciencia no siempre se adapta al lavado de ropa.
No hay fórmulas «mágicas» que desencojan un suéter, pero es posible encontrar en un detergente las cualidades para que no se estire. Aunque el ácido acético desmanche, probablemente no acabe con las bacterias en una tela, como sí podría suceder en un piso. En estas y otras teorías profundizaremos.
Apunta: trucos para la lavadora que sí sirven
Con el propósito de sacar provecho a los consejos que sí sirven al momento de lavar, exponemos algunos trucos fáciles de ejecutar o la utilización de productos que quizás tienes en casa y son oportunos en la lavada.
La Enciclopedia Concepto señala que el vinagre actúa como componente de limpiadores y desmanchadores, de modo que es común en la higiene del hogar. De hecho, Popular Science plantea calentar el vinagre durante media hora y a fuego lento para desodorizar la casa, debido a que, al hervir, se vaporiza el ácido acético y genera una neblina que «recoge» los olores.
En especial con la ropa, el vinagre es útil eliminando manchas de origen proteico, de hierbas y de fluidos corporales, comenta una investigación divulgada por Chemistry. El argumento es que una taza de vinagre blanco influye en la disminución del pH y, a su vez, promueve la desnaturalización de las proteínas.
El truco: Añade una taza de vinagre blanco en el último enjuague de la lavadora, en especial cuando se trata de la ropa del gimnasio o la que hayas sudado en exceso.
El vinagre siempre viene en nuestra ayuda cuando se trata de la limpieza.
Mientras más pequeño sea el lote, mejor queda la lavada. Un artículo de Consumer Reports explica que las lavadoras de carga frontal regulan la cantidad de agua de acuerdo con el tamaño de la colada.
Su recomendación es lavar cargas pequeñas, porque a medida que el tambor gira, se limpia la ropa y después es que la lanza al agua; distinto a lo que pasa con las máquinas de carga superior.
En conclusión, si dispones de un artefacto de carga frontal, la ropa se limpiará mejor en tanto no satures el tambor con demasiadas prendas. Y, aunque sea de carga superior, las prendas necesitan suficiente espacio para girar con libertad y favorecer el aseo.
Si la ropa queda mal lavada adquiere olores desagradables. Al pasar por la secadora, sale arrugada y húmeda.
Simplifica el planchado desde que tiendes la ropa a secar. ¿De qué manera? Abre por el centro un flotador de piscina e insértalo a lo largo del tendedero, así la rejilla no causará pliegues.
¿Cuántas medias has perdido dentro de la lavadora? Este misterio sin resolver es prevenible al juntar los calcetines dentro de una malla para introducirlos en la máquina.
Las fundas para ropa delicada se prestan como saco; también puedes guindar una junto a la cesta de las prendas sucias y siempre que te quites los calcetines, los depositas en ella. Así estarán juntos al momento de lavar. Cuando salga la colada, esa misma bolsa va a la secadora y, al final, tendrás los pares completos.
5. Desodoriza con bicarbonato
El bicarbonato de sodio se asocia con la maximización y la sustitución de blanqueadores. ChemicalSafetyFacts.org puntualiza que las propiedades químicas del componente mejoran la eficiencia del jabón para ropa, ya que aumentan el nivel de pH en el agua, lo que es idóneo para repeler suciedad en las fibras y que la colada sea más fresca.
Por su parte, la revista Obelisco añade que el bicarbonato es desodorante, pues forma una barrera en el aire que impide la circulación de malos olores provenientes de sustancias fuertes o volátiles.
Prueba los beneficios del químico en la fase de enjuague. Incorpora una taza de bicarbonato, que suaviza y blanquea vestidos.
Trucos para la lavadora que no son de gran ayuda
Los trucos para la lavadora trascendieron a guías en internet y, como no todos son eficaces, compartimos 5 que conviene omitir.
Se cree que la oscuridad del café es buena para que perduren estos tonos en la ropa; algunas opiniones defienden que añadir un par de tazas de café al aclarado de la colada preserva el color. Pero faltan investigaciones que certifiquen la efectividad del café como colorante, porque si mezclas tan poca cantidad de esta bebida con litros y litros de agua se diluye al punto de no pintar.
De acuerdo con la receta popular, 5 pastillas de aspirina disueltas en agua caliente blanquean la ropa en remojo antes de pasar a la lavada regular. Si este truco llegara a funcionar, en realidad sería por el agua caliente, ya que posee el poder de arrancar la suciedad incrustada en las fibras.
Pero un experimento reseñado por la Oficina de Ciencia y Sociedad determinó que ni en pasta y mucho menos remojando en agua, el ácido acetilsalicílico actúa como los blanqueadores tradicionales. En la indagación, una tela manchada fue sumergida en agua caliente que contenía 5 tabletas de aspirina de 325 miligramos; también aplicaron otras 3,25 tabletas trituradas en directo sobre el textil, mojando un poco para crear una pasta.
Luego de unos minutos en reposo, los resultados revelaron que ninguna de las pruebas fue tan efectiva como lavar las manchas de control con ½ taza de lejía.
Aunque es un mito muy difundido, la supuesta efectividad de la aspirina en el lavado no es tal.
Si bien el vinagre blanco es reconocido como una especie de blanqueador menos agresivo que el cloro y un elemento contra los malos olores, no posee atributos desinfectantes en la ropa.
Quiere decir que, como aconsejan algunos tutoriales, poner ¼ de taza de vinagre al agua no eliminará todos los microbios adheridos a un textil. Ocurre que el ácido acético mezclado con agua pierde la concentración pertinente para desinfectar las telas.
La Fundación David Suzuki acota la inexistencia de evidencias científicas avalando al vinagre como un destructor de bacterias o virus, así que no será de gran ayuda el propósito de esterilización de ropa.
Los cítricos tienen que ver con la erradicación de la suciedad y con la suavidad de las prendas de vestir. Por eso, algunas marcas contemplan el limón en las fórmulas de detergentes y productos de limpieza en general. No obstante, sucede igual que con el café.
El jugo de un limón sería insuficiente para deshacerte de la suciedad de toda una carga de ropa. Necesitarías varios para potenciar el rendimiento de un detergente común.
Un chorrito de acondicionador para el pelo tampoco funcionará, ni usando agua tibia para rescatar la ropa encogida. Las experiencias empíricas sugieren remojar la prenda dañada por unos 15 minutos en un balde con humectante de cabello y agua.
El razonamiento es que, como en el pelo, el acondicionador desenredaría las fibras entrelazadas durante el lavado y retornaría el estado original de la ropa. Pero si la ropa no es de lana tejida y el enredo de fibras o encogimiento es severo, ni siquiera las marcas más reconocidas de acondicionadores servirán.
Extra: trucos que sirven para prendas delicadas en la lavadora
Las prendas confeccionadas con telas delicadas, como la seda en todas sus variaciones, demandan mayor rigurosidad de lavado. Se suman aquí la ropa de bebé y todo aquello con mayor posibilidad de estropearse mientras da vueltas en el artefacto.
Más que un truco, la regla básica es leer la etiqueta de fábrica para precisar qué tipo de lavado aplicar y los productos apropiados. Incluso, si la pieza es delicada en extremo, lo adecuado es dejar su limpieza a una lavandería profesional.
Un segundo consejo para prevenir rasgaduras y deformaciones de la ropa fina es asegurarse de que el resto de la colada tenga las cremalleras cerradas, los botones abrochados y, preferiblemente, meter las piezas sensibles dentro de una funda. Implementar las recomendaciones con resultados positivos comprobados simplifican el lavado. ¿Las aplicarías?
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