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LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Sadniv Solrac).- Envuelta en el ocultismo, una ex médium conoció la gran diferencia que hay entre la luz y la oscuridad al ser rescatada por el amor de Dios.
Hilde Haarman-Leurink de los Países Bajos, proviene de una familia católica que poco a poco se metió de lleno cuando su madre le enseñó a “encender velas a los muertos”.
“Mi madre encendía velas por los difuntos y les pedía ayuda”, dijo Hilde en una entrevista el sitio neerlandés Revive, a quien también le contó como un accidente le privó de hacer muchas cosas y por tanto, se sumergió en la depresión y pensamientos suicidas.
“Hice un trato con la muerte: elegí la hora, el día y la forma de suicidarme”, reveló detallando que antes de cumplir su promesa, fue llevada con un curandero.
“Recibí una ‘cura’ y algo en mí mejoró. Bastaba no querer morir, bastaba seguir viviendo”, agregó diciendo que creía que los espíritus la habían salvado, por lo que comenzó a entrar de ello en prácticas ocultistas para mejorar su calidad de vida.
Entonces cuando tuvo un accidente a los 32 años, ella decidió entrar de lleno en el espiritismo para convertirse en médium y ser experta en numerología.
“Me aferré aún más fuerte a la oscuridad. Lees usando números sobre el futuro o las características de alguien. Esto se usa, entre otras cosas, en la comunidad empresarial para tomar decisiones”, explicó.
“Aprendí a contactar con los espíritus a través de objetos que la gente llevaba consigo. Podía leer las cartas del tarot y aprendí a ‘limpiar’ las casas con diferentes tipos de hierbas. Fui muy bueno en lo que hice”, agregó.
Para 2021, comenzó a desarrollar su negocio de tarjetas de regalo, para cumplir con un sueño que tenía desde hace mucho tiempo y en el cual también quiso incluir materiales cristianos, “Empezaron a llegar ideas en términos de estilo y diseño. Quería hacer no solo tarjetas seculares, sino también diseños cristianos”, informó.
En su negocio, pidió la ayuda de un conocido de fe cristiana para el diseño de las tarjetas y los mensajes de fe, la cual fue decisiva para conocer que había tomado un mal camino y que aún podía regresar con Dios.
“Cuando le dije que me estaba entrenando para la mediumnidad, vi el pánico en sus ojos. Pero ella respondió muy bien, sin juzgarme”, comentó ella explicando que comenzó a asistir a estudios bíblicos a la par de cursos psíquicos, un juego entre la luz y la oscuridad.
“Casi todas las noches del curso sentí como si algo explotara en mi cabeza. Cada vez que tenía la convicción de que algo que estaba haciendo en mi vida no estaba bien. Mis ojos se abrieron al hecho de que las cosas espirituales en mi vida no estaban de acuerdo con la voluntad de Dios”, confesó.
“Resolví alejarme de todo ocultismo, pero al mismo tiempo no entendía nada de la Biblia que estaba en mis manos. Sin embargo, experimenté que esta era la única opción correcta”, añadió.
Conforme su aceptación de una vida de espaldas a Dios, ella recibió ayuda de un terapeuta cristiano y comenzó a relacionarse más con Dios hasta ver como el Señor la sanó de una extraña enfermedad que comenzó a padecer en el vientre.
Hoy por hoy solo puede testificar de todo lo que ha hecho Dios por ella y de su grandeza.
“Puedo decirle al mundo lo grande que es Dios y lo que ha hecho por mí”, testificó el cristiano.
“¡Soy la prueba viviente de que Dios ha vencido a Satanás! Dios es el único digno de adoración, Él es luz y las tinieblas no son tan grandes y poderosas como Él”, finalizó.
“Mi madre encendía velas por los difuntos y les pedía ayuda”, dijo Hilde en una entrevista el sitio neerlandés Revive, a quien también le contó como un accidente le privó de hacer muchas cosas y por tanto, se sumergió en la depresión y pensamientos suicidas.
“Hice un trato con la muerte: elegí la hora, el día y la forma de suicidarme”, reveló detallando que antes de cumplir su promesa, fue llevada con un curandero.
“Recibí una ‘cura’ y algo en mí mejoró. Bastaba no querer morir, bastaba seguir viviendo”, agregó diciendo que creía que los espíritus la habían salvado, por lo que comenzó a entrar de ello en prácticas ocultistas para mejorar su calidad de vida.
Entonces cuando tuvo un accidente a los 32 años, ella decidió entrar de lleno en el espiritismo para convertirse en médium y ser experta en numerología.
“Me aferré aún más fuerte a la oscuridad. Lees usando números sobre el futuro o las características de alguien. Esto se usa, entre otras cosas, en la comunidad empresarial para tomar decisiones”, explicó.
“Aprendí a contactar con los espíritus a través de objetos que la gente llevaba consigo. Podía leer las cartas del tarot y aprendí a ‘limpiar’ las casas con diferentes tipos de hierbas. Fui muy bueno en lo que hice”, agregó.
Para 2021, comenzó a desarrollar su negocio de tarjetas de regalo, para cumplir con un sueño que tenía desde hace mucho tiempo y en el cual también quiso incluir materiales cristianos, “Empezaron a llegar ideas en términos de estilo y diseño. Quería hacer no solo tarjetas seculares, sino también diseños cristianos”, informó.
En su negocio, pidió la ayuda de un conocido de fe cristiana para el diseño de las tarjetas y los mensajes de fe, la cual fue decisiva para conocer que había tomado un mal camino y que aún podía regresar con Dios.
“Cuando le dije que me estaba entrenando para la mediumnidad, vi el pánico en sus ojos. Pero ella respondió muy bien, sin juzgarme”, comentó ella explicando que comenzó a asistir a estudios bíblicos a la par de cursos psíquicos, un juego entre la luz y la oscuridad.
“Casi todas las noches del curso sentí como si algo explotara en mi cabeza. Cada vez que tenía la convicción de que algo que estaba haciendo en mi vida no estaba bien. Mis ojos se abrieron al hecho de que las cosas espirituales en mi vida no estaban de acuerdo con la voluntad de Dios”, confesó.
“Resolví alejarme de todo ocultismo, pero al mismo tiempo no entendía nada de la Biblia que estaba en mis manos. Sin embargo, experimenté que esta era la única opción correcta”, añadió.
Conforme su aceptación de una vida de espaldas a Dios, ella recibió ayuda de un terapeuta cristiano y comenzó a relacionarse más con Dios hasta ver como el Señor la sanó de una extraña enfermedad que comenzó a padecer en el vientre.
Hoy por hoy solo puede testificar de todo lo que ha hecho Dios por ella y de su grandeza.
“Puedo decirle al mundo lo grande que es Dios y lo que ha hecho por mí”, testificó el cristiano.
“¡Soy la prueba viviente de que Dios ha vencido a Satanás! Dios es el único digno de adoración, Él es luz y las tinieblas no son tan grandes y poderosas como Él”, finalizó.
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