LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Valeria Sabater,Psicóloga).- Para ser más feliz debes aprender a ser optimista. No consiste en no ver nada malo, sino en saber sacar algo positivo de cada situación adversa y reafirmarnos como seres capaces.
Para ser más feliz hay que tomar decisiones. Algunas ni serán fáciles ni se podrán lleva a cabo en unos días.
Hoy en nuestro espacio queremos explicarte 7 permisos que puedes darte para iniciar esas pequeñas revoluciones cotidianas. ¿Estás preparado?
¿Cómo puedo ser más feliz?
Seguramente estés habituado a leer los múltiples libros de autoayuda destinados a favorecer nuestro crecimiento personal. Su cometido es hacernos más aptos en estos mundos complejos donde la tristeza nos atenaza, a veces acompañada por la indefensión.
Sin embargo, no es nada sencillo iniciar cada una de las propuestas que nos sugieren los grandes gurús del mundo de la autoayuda o la felicidad.
No obstante, no olvides nunca que los principales ingredientes para lograrlo son dos: constancia y determinación. Si a ellos le añadimos la motivación, conseguiremos grandes logros. Con todo, lo mejor es empezar por las cosas más pequeñas:
1. Date el permiso de elegir bien las personas con las que te relacionas
Atrás quedó ese tiempo de nuestra adolescencia donde aceptábamos todo lo que nos llegaba. La madurez implica, en primer lugar, aprender a poner filtros y saber qué es lo que nos conviene. También supone tener la valentía de decir “no” a quien nos hace daño, nos quita la paz o nos atenaza con sus frustraciones.
Hacerlo no es un acto de egoísmo, sino de bienestar personal y de un valor que merece la pena poner en práctica a diario.
Ahora bien, no se trata ni mucho menos de ser tajantes ni de actuar con una firmeza desconsiderada. La distancia de quien no nos agrada se aplica con respeto y elegancia.
2. Para ser más feliz date el permiso de entender tus emociones
A veces es por falta de tiempo y otras por no reconocer los grandes abismos emocionales que aprisionan nuestra persona.
Debemos entender que, para ser felices, es necesario atender nuestra salud emocional. Así como nos cuidamos de no ingerir demasiadas grasas, de ir al médico cuando nos duele algo o de acudir al gimnasio para cuidar nuestra figura…
El miedo debe racionalizarse, la rabia se canaliza, la tristeza se desmenuza para entenderla y el malestar emocional se afronta con nuevos pensamientos y emociones. No dudes en atender estas dimensiones privadas.
3. Date el permiso de dedicarte tiempo
Más que un permiso podría considerarse como una obligación. Y es que el arte de dedicarnos tiempo, de sumergirnos en nuestros universos personales donde dar forma a nuestras aficiones o, simplemente, disfrutar de no hacer nada inmersos en nuestros pensamientos, también es salud.
No te pierdas en el rumor de las obligaciones, en el tren de las presiones ajenas o en la noria de complacer a todos los que te rodean. Pon freno, abre la puerta y respira: dedícate tiempo de calidad.
4. Date el permiso de amarte tanto como mereces
Sabes que la autoestima es el pilar del bienestar. Sin embargo… ¿De qué manera pones en práctica el sano ejercicio del amor propio?
Aquí te dejamos unos ejemplos sobre los que reflexionar. Di lo que te moleste cuando te moleste y no cuando sea tarde.
Tu opinión es tan buena como la de cualquier otro.
Los límites a tus sueños los pones tú, no las otras personas.
Tienes derecho a ser quien de verdad eres, a expresarte con sinceridad, a ser esa persona que a algunos no les agrada.
Enamórate primero de ti, luego de la vida y más tarde de quien desees.
Un error no es un pantano que sortear ni un demonio al que no volver a mirar. Los fallos, los fracasos y las decepciones son espejos en los que mirarnos para conocernos mucho mejor.
Si alimentas la frustración por el fracaso, no avanzarás. Lo ideal es aceptar lo ocurrido, entenderlo y desmenuzar lo sucedido. Así, aprenderás de ello y caminarás con más seguridad sabiendo qué cosas no debes repetir.
Para ser feliz debemos invertir en autoconocimiento y, para ello, nada mejor que conocer nuestros límites y errores y superarlos.
6. Date el permiso de ser más positivo para ser más feliz
La positividad no tiene nada que ver con ese enfoque poco realista que se limita solo a ver la versión buena de las cosas. El optimismo es una actitud que nos confiere confianza en nosotros mismos y en lo que nos rodea.
El optimismo es hallar esa fuerza interior con la que decirnos “nada va a poder conmigo, estoy capacitado para sortear las adversidades”.
7. Date el permiso de crear tu felicidad a partir de nuevos pensamientos
Los pensamientos crean emociones y las emociones conductas. Así pues… ¿Qué tal si afinamos un poco más nuestros enfoques de pensamiento? Para ser más feliz hay que depurar las actitudes limitantes, los miedos aprendidos, las cogniciones erróneas o dañinas y los esquemas de pensamiento negativos heredados de nuestra familia.
Tomar conciencia de todo ello puede ser, sin duda, un gran paso para iniciar el cambio. Si de verdad quieres empezar a vivir de modo distinto y ser más feliz, no lo dudes: piensa de modo diferente. ¿Empezamos hoy mismo a darnos estos sencillos permisos vitales y emocionales?
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