LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Sadniv Solrac).- Donald Trump, la figura dominante en la política estadounidense desde 2015, vuelve a la carrera. Como era de esperar, el expresidente anunció este martes su candidatura a las elecciones presidenciales de 2024, dos años después de ser derrotado en las urnas por Joe Biden.
«Hace dos años éramos una gran nación y pronto volveremos a ser una gran nación», dijo en uno de sus muchos guiños a ‘Make America Great Again’, el lema con el que aterrizó en política en las primarias republicanas de 2015 y que da nombre a su movimiento, MAGA.
«El regreso de Estados Unidos comienza hoy», proclamó Trump, un maestro de estos mensajes sencillos, que calan en el votante. En su anuncio hizo un retrato simple pero efectivo de por qué se presenta: «conmigo todo iba bien, conmigo todo volverá a ir bien».
«Nuestro país estaba en el camino hacia un futuro increíble, porque hice grandes promesas al pueblo estadounidense y, a diferencia de otros presidentes, las cumplí», dijo Trump, en una declaración que no puede separarse del nombramiento de jueces conservadores para el Tribunal Supremo que prometió antes de ganar en 2016. Una vez en la Casa Blanca, cumplió y nominó a tres jueces que han reforzado la mayoría conservadora y, entre otras cuestiones, anularon las protecciones constitucionales al aborto, un tema clave en estas elecciones.
Trump hizo una descripción idealizada de su turbulenta y catastrófica presidencia de los Estados Unidos actuales bajo Biden, a la que se refirió como «la pausa» entre sus dos presidencias.
Recordó el récord de detenciones de indocumentados en la frontera con México, la ola de criminalidad desatada desde la pandemia de Covid-19 y una inflación pertinaz que perjudica cada día el bolsillo de los estadounidenses.
El problema para Trump es que, incluso en esas circunstancias, los candidatos del GOP bajo su liderazgo han recibido mucho menos apoyo del esperado en las elecciones al Congreso del martes. La ‘marea roja’ no se ha materializado: los republicanos controlarán la Cámara de Representantes, pero con una escasa mayoría, muy por debajo de las expectativas; y han perdido el Senado, así como puestos cruciales de gobernador o secretario de Estado en estados clave.
Pesos pesados del partido republicano, como el líder del Senado, Mitch McConnell, y voces de sus medios afines han culpado en parte a Trump de los candidatos que impulsó en las primarias: le preocupaba más su lealtad a la teoría del «robo electoral» -inexistente, según los tribunales- que su capacidad para ganar elecciones.
Trump devolvió el golpe en su anuncio: defendió que la mayoría de los candidatos que apadrinó ganaron sus elecciones -aunque no en estados decisivos- y aseguró que los votantes ya no apoyaban a los republicanos «porque aún no se han dado cuenta plenamente del alcance y la gravedad del dolor. Todavía no lo sienten del todo, pero lo harán muy pronto. No tengo ninguna duda de que para 2024, por desgracia, todo será peor».
Trump repitió sus habituales acusaciones sobre Biden: «está llevando a EEUU a una guerra nuclear», está entregado «a la extrema izquierda radical, ha declarado la guerra a la energía americana»… Y le dedicó sus habituales chanzas sobre su capacidad vital: «Ahora tenemos un presidente que se duerme en las conferencias mundiales y que se confunde de países», recordó entre las risas del público.
La vitalidad de Trump, sin embargo, no fue lo más destacado esta noche. Tuvo varios tropiezos verbales en un discurso que leyó. Dijo, de forma incoherente, que con él como presidente Estados Unidos llevaba «décadas» sin entrar en guerra, a pesar de llevar cuatro años en la Casa Blanca. Y dio una sensación general de falta de energía, uno de los ataques que más le gusta hacer a sus rivales.
Su anuncio de candidatura, sin embargo, sacude aún más al partido republicano, que se encuentra en plena crisis de sus líderes en el Congreso y que ahora tiene que decidir qué hacer con Trump.
Desde su victoria en 2016, el expresidente no les ha empujado hacia las victorias electorales. En 2018, perdieron la Cámara de Representantes. En 2020, la Casa Blanca y el Senado, además de no poder recuperar la Cámara Baja. Y ahora han obtenido un resultado peor de lo esperado, sobre todo en el contexto que vive EE.UU.
Es probable que muchos republicanos deseen pasar página con Trump y entregarse a un nuevo líder, como DeSantis. Pero es una tarea muy difícil. El multimillonario neoyorquino mantiene una base férrea en el electorado republicano, entre un 30% y un 40% de incondicionales, frente a la que es muy difícil competir. Ayer, de forma sorprendente, los programas de Fox News, la cadena de noticias nacional más cercana a los republicanos, interrumpieron el discurso de Trump y apenas pararon a hacer análisis una vez terminó.
«Lo volveremos a hacer», dijo Trump sobre su regreso triunfal. “Esto no es una campaña. Es una cruzada para salvar nuestro país”.
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