Historias de Cañas: Ramón García

Ramón era un experto jinete que en los inicios del cantón guanacasteco se distinguía por el entendimiento entre montador y la potra blanca que su padre habíale premiado en el arribo a los doce años para que ayudase en el cuido del ganado de la finca en Sandillal…

LA VOZ DE GOICOECHEA (Por Gerardo A. Pérez Obando-GAPO).- García tenía cuatro años cuando nació la yegua. La potranca era blanca como la leche que emanaba de las ubres de las vacas recién paridas que esperaban el ordeño en el corral, además, la nívea figura de la potra se engalanaba con un caprichoso dibujo negro que en forma de estrella sobresalía como un tizón en el centro de su frente causando admiración y haciéndola única en los alrededores.

Pese a la prohibición que tenía de niño para acercarse a la mamá de la potranca cuando amamantaba, ésta no se encabritaba con su cercanía y al escuchar el relincho de satisfacción de la cría la separaba cabeceándola mansamente.

Después del destete, la potranca y Ramón se acompasaron en la niñez. Él se encargaba de su cuido y alimentación y ella no se dejaba tocar por nadie más y en su infancia él aprendió a cabalgar y ella a soportarlo. Eso motivó para que en año de mil novecientos treinta y cinco su padre se la entregaba con la condición que si se necesitara en algún momento debería colaborar en las labores de la finca.

Años adelante, después que el sabanero encargado de arrear el ganado que pastaba aledaño a la montaña hacia un corral cercano a la casa se reportó enfermo, el padre pidió a Ramón, alrededor de la mitad del día, que se encargase de la labor…

Próximo a las tres de la tarde el padre le recordó la tardanza y Ramón montó la yegua vociferando y lanzando maldiciones e improperios en voz alta durante el camino.

La tarde se desgastaba cuando llegaron al lugar con la sorpresa de no encontrar ninguna res de la manada. Redondeó varias veces el lugar y preocupado arrimó la yegua blanca al tronco de un árbol talado y brincando con destreza se posó en el centro. Oteando en derredor e intranquilo por los nubarrones que tamizaban el cielo tuvo un momento de calma al ver sobresalir un par de cuernos entre el pastizal.

Pensando que detrás de la cornamenta vería al resto del ganado, bajó la mirada encontrando en su lugar una horrenda figura humanoide simulando a un fornido torete negro con refulgentes ojos color de carbón encendido expeliendo chorros de humo por nariz y orejas. Lo miró de reojo, estaba erguido y se sostenía en las dos patas traseras.

Ramón rogaba a Dios no tener contacto visual directo sin lograrlo porque una fuerza superior hizo que sus miradas chocaran por un momento…miró al extraño acercarse lentamente y su sentido lo abandonó de inmediato.

Con el retorno de la entendida yegua sin jinete a la casa, sus hermanos se dirigieron al monte a ver que percance podía haber sucedido...

Ramón García convaleció por varios meses y cuando despertó había perdido el don de la escucha, se le dificultaba el habla y renqueaba al caminar.

A partir de entonces y pese a sus limitaciones, nunca discutía las labores que se le encomendaran por difíciles que fueran. Con el paso de los años fue recuperando progresivamente las facultades perdidas y cuando estuvo preparado contaba a quienes se atrevían a preguntarle su extraña historia sin reparos ni perjuicios.

Algunas tardes visitaba a mi abuela Raimunda López y en una ocasión la escucharon de sus labios sus hijo/as José, Francisca, Donata e Iris atenta/os a sus palabras.

Sesenta años después mi madre Iris me narraba la historia que cuando niña había escuchado de boca de quien por largo tiempo en Cañas conocieron como Moncho Sordo, el experto montador y su inteligente e inseparable yegua blanca “Estrella Negra”.

- La primera, segunda, tercera y cuarta dosis de la vacuna AntiCovid buscan protegerte y hasta salvarte la vida. VACUNATE... En LA VOZ DE GOICOECHEA, Usted es lo más importante para nosotros -

Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores.

La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros. Todas las imágenes que muestra este medio, se utilizan solo con fines ilustrativos, por tanto se respetan todos los derechos de autor según corresponda en cada caso, siendo nuestra principal labor de la informar a nuestros lectores.

Déjanos tus comentarios al final de cada nota que presentamos ;
nos interesa tú opinión al respecto. Te invitamos a participar...

Pueden escríbenos también a nuestro correo electrónico