Por Luis Jiménez
LA VOZ DE GOICOECHEA.- El diagnostico fatal que los médicos le habían dado a esta congresista no pudo limitar su fe de que Dios haría un milagro, pues su hija le fue diagnosticada una rara enfermedad que prácticamente la dejaba sin esperanza de poder sobrevivir al término del embarazo.
A esta miembro de la Cámara de Representantes de EE. UU, Jaime Herrera Beutler, le aconsejaron abortar ya que su bebé tenía una afección que la dejaba sin líquido amniótico dentro del útero y una afección en sus riñones, lo que se conoce como el Síndrome de Potter.
“Recuerdo que la tecnología se quedó totalmente en silencio. No sabía lo que eso significaba. Solo sabía que era malo”, contó ella sobre el momento en que le dijeron que su hija prácticamente no tenía riñones.
“Los médicos dijeron… ‘Su bebé no tiene riñones, lo que significa que no hay líquido amniótico allí, lo que significa que su bebé va a morir. No hay posibilidad de que su bebé viva. Ningún bebé ha sobrevivido a esto’ No hay nada para describir recibir noticias como esa”, agregó.
Y aunque fue el peor momento de su vida y le aconsejaron por todos los medios posibles abortar a la niña, ella solo se aferraba a Dios a través de la oración y un hermoso devocional por correo le dio el aliento que necesitaba justo el día después del diagnóstico; éste se trataba de todas las sanidades sobrenaturales que Jesús ha hecho.
“Eran cinco escrituras diferentes sobre sanidad, sobre Jesús y cómo sanó a la gente. Había un pequeño mensaje sobre la contienda”, explica ella, en donde Dios la llevó a luchar de manera espiritual por la vida de su hija.
Y al hacerlo público pidió oraciones por la vida de su hija, pues prácticamente la vida de la bebé dependía de una milagro pues médicamente no había una solución disponible; a través de la palabra, Dios alentó a Beutler a pelear espiritualmente por la vida de su hija.
“El Señor realmente comenzó a hablarme al corazón sobre lo que se suponía que debía hacer en términos de contender por la sanidad de Abigail”, contó, testificando como sus colegas aun no siendo de su misma fracción política fueron realmente solidarios con ella y su fe se mantuvo fuerte a pesar de que los demás le quisieran hacer ver que la bebé no resistiría.
Fue entonces que muchas personas compartieron historias y consejos personales en casos similares, uno de ellos le recomendó inyectar solución salínica alrededor de la bebé, muchos médicos le negaban el procedimiento hasta que de tanto insistir encontró a uno que si lo hizo mostrando via ultrasonido que los demás profesionales estaban errados.
“Observamos cómo entraba esa primera cantidad de líquido y comenzaba a llenarse. Vimos a Abigail abrir la boca y tragar el líquido, y sus pulmones comenzaron a practicar la respiración”, recordó.
Sus padres tuvieron ese rayo de luz, felicidad y esperanza por la que tanto creyeron; las inyecciones ayudaron a que el cuerpo de la bebé se terminara de desarrollar dentro del útero, “Para cuando ella nació, todas esas cosas se habían corregido”, dijo.
Hasta que dio a luz, Beutler se mantuvo con un solo pensamiento “Jesús Sálvanos”, y su fe le aseguró que lo haría; apenas nació lloró con intensidad, lo que comprobó que sus pulmones estaban desarrollados, y a pesar de que sus riñones no estaban del todo bien ella ha logrado sobrevivir con uno de los riñones de su padre y hoy ya tiene 8 años.
“Hemos alentado y querido comunicarnos con otras familias que se encuentran en estas situaciones. No aceptes un ‘no’ por respuesta”, finalizó.
“Recuerdo que la tecnología se quedó totalmente en silencio. No sabía lo que eso significaba. Solo sabía que era malo”, contó ella sobre el momento en que le dijeron que su hija prácticamente no tenía riñones.
“Los médicos dijeron… ‘Su bebé no tiene riñones, lo que significa que no hay líquido amniótico allí, lo que significa que su bebé va a morir. No hay posibilidad de que su bebé viva. Ningún bebé ha sobrevivido a esto’ No hay nada para describir recibir noticias como esa”, agregó.
Y aunque fue el peor momento de su vida y le aconsejaron por todos los medios posibles abortar a la niña, ella solo se aferraba a Dios a través de la oración y un hermoso devocional por correo le dio el aliento que necesitaba justo el día después del diagnóstico; éste se trataba de todas las sanidades sobrenaturales que Jesús ha hecho.
“Eran cinco escrituras diferentes sobre sanidad, sobre Jesús y cómo sanó a la gente. Había un pequeño mensaje sobre la contienda”, explica ella, en donde Dios la llevó a luchar de manera espiritual por la vida de su hija.
Y al hacerlo público pidió oraciones por la vida de su hija, pues prácticamente la vida de la bebé dependía de una milagro pues médicamente no había una solución disponible; a través de la palabra, Dios alentó a Beutler a pelear espiritualmente por la vida de su hija.
“El Señor realmente comenzó a hablarme al corazón sobre lo que se suponía que debía hacer en términos de contender por la sanidad de Abigail”, contó, testificando como sus colegas aun no siendo de su misma fracción política fueron realmente solidarios con ella y su fe se mantuvo fuerte a pesar de que los demás le quisieran hacer ver que la bebé no resistiría.
Fue entonces que muchas personas compartieron historias y consejos personales en casos similares, uno de ellos le recomendó inyectar solución salínica alrededor de la bebé, muchos médicos le negaban el procedimiento hasta que de tanto insistir encontró a uno que si lo hizo mostrando via ultrasonido que los demás profesionales estaban errados.
“Observamos cómo entraba esa primera cantidad de líquido y comenzaba a llenarse. Vimos a Abigail abrir la boca y tragar el líquido, y sus pulmones comenzaron a practicar la respiración”, recordó.
Sus padres tuvieron ese rayo de luz, felicidad y esperanza por la que tanto creyeron; las inyecciones ayudaron a que el cuerpo de la bebé se terminara de desarrollar dentro del útero, “Para cuando ella nació, todas esas cosas se habían corregido”, dijo.
Hasta que dio a luz, Beutler se mantuvo con un solo pensamiento “Jesús Sálvanos”, y su fe le aseguró que lo haría; apenas nació lloró con intensidad, lo que comprobó que sus pulmones estaban desarrollados, y a pesar de que sus riñones no estaban del todo bien ella ha logrado sobrevivir con uno de los riñones de su padre y hoy ya tiene 8 años.
“Hemos alentado y querido comunicarnos con otras familias que se encuentran en estas situaciones. No aceptes un ‘no’ por respuesta”, finalizó.
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