Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- En plena pandemia por coronavirus y en un contexto de aislamiento masivo, el escritor Juan Botana sigue impulsando el entusiasmo por ser amantes a la lectura. Él trabaja para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina como redactor de contenidos y editor del sitio web del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana.
Ha ganado concursos por el cuento “Loco corazón” y otros por las poesías “Colonia de tarde” y ‘También tiene tres libros publicados: “Recovecos”, con dos ediciones en 2014 y 2018 (Argentina y España), “Toda la voz de América en mi piel”(ensayo, 2015, en Argentina y España) y “Amores truncos” (poesía, 2016 y 2019, Argentina).
A pesar de ello, es un poeta y cuentista sumamente humilde, para él “de mi parte, no creo ser un extraordinario artista. Supongo que tengo cierta sensibilidad que engancha, pero nada más. Los festivales y las redes sociales ayudaron a que me conozcan un poco más y armar un escenario donde mostrarme y transitar. Lo mío es muy personal, pero le encontré la vuelta”.
Él recomienda como forma de quedarse cuidarse tomar medidas de bioseguridad contra el CORONAVIRUS una de ellas es quedarse en casa leyendo un buen libro. Su mágica es comunicar, comunicar lo que escribe, y lo de otros. Por ese motivo es el organizador de los famosos Festivales de Poesía a “micrófono abierto”.
“Específicamente el Festival de Poesía es un encuentro de gente a la que le gusta la poesía. Donde leemos, recitamos, cantamos, actuamos, etc. Cada uno muestra su arte de la manera que le parece con total libertad. Y donde todos y todas tienen en el mismo tiempo para participar, así sea alguien consagrado o un novato. En ese momento, da lo mismo que tenga una obra publicada como que no la tenga, lo que importa es expresarte de la manera que quieras”, destaco Botana, quien es Licenciado en Comunicación.
“Para hacerlo, buscamos los mejores escenarios posibles, en lugares que podamos concentrar mucha gente. Ahora al aire libre por la pandemia. El festival es gratuito y la participación también y lo ofrecemos a lugares públicos: parques, museos, centros culturales, teatros, etc. Hacemos la convocatoria por las redes sociales, por los medios de prensa que nos dan una mano y boca a boca. Hace 3 años que lo estamos haciendo. Hubo 1 año y medio que fue virtual y eso nos trajo participantes de toda Latinoamérica”, agregó.
Con este amante de la lectura y escritura conversó el Periódico La Voz de Goicoechea.
¿Por qué es tan famoso el Festival de la Poesía a “micrófono abierto?
Que venga tanta gente tiene que ver con la constancia de hacerlo, con no importarnos si somos muchos o pocos y menos si lo hacemos bien o mal. Lo hacemos. Y el ejercicio de hacerlo nos hizo mejores y hoy es un espectáculo que atrae público más allá de los que leen y se escuchan.
Por ahora, lo hicimos en la zona sur del Gran Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina; pero soñamos llevarlo a otros lugares de forma presencial. Veremos, ahora que está más tranquilo el tema de la pandemia.
¿En qué consiste tu cuento “Loco corazón” y donde lo podemos leer?
“Loco corazón” es un relato extraído de alguien que hablaba solo en el subte. Y observé que estaba solo, un poco loco y que nadie lo escuchaba.
La historia después la recreé en el tren con cierto anclaje en Remedios de Escalada, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Pero eso fue después, cuando quise presentarlo en un concurso que se llamaba “Lanús cuenta con vos” y adapté los lugares y la historia.
Lo pueden leer en mi libro “Amores truncos”. Pero también está en “Recovecos”, en mi facebook, en medium, en posdata digital o en radiocultura.
¿Sobre qué base te inspiraste a la hora de crear “Colonia de tarde”?
“Colonia de tarde” no es otra cosa que un poema sobre un atardecer junto a mi mujer en Colonia del Sacramento, Uruguay.
Captando ese instante en donde uno cree que podemos ser eternos o morirnos al mismo tiempo.
¿Cuál es la principal enseñanza que deseas dar como autor de “Recovecos”?
“Recovecos” fue el primer libro que publiqué.
Son relatos autobiográficos que le faltan para cuento. Parten de una anécdota o un recuerdo real, después aparece la ficción o la fantasía, pero eso después.
La enseñanza que puedo dar es que con elementos extraídos de lo que nos rodea o de lo que nos pasó o nos pasa, se puede hacer literatura.
Aunque al principio hablemos solo de uno y nos de vergüenza o sientan que no pueden inventar una historia… que sigan, que la ficción después aparece, que abriendo una puerta se abren las otras puertas.
Lo pueden encontrar en algunas librerías en Buenos Aires, Argentina; pero los cuentos están en mis redes sociales, en medium, en podata digital y en un viejo blog que hacía.
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