Por Luis Jiménez
El maestro de Educación Física, Tanner Cross, había sido suspendido de la Escuela Primaria Leesburg, en donde le estaban obligando a cumplir distintos lineamientos a favor de la comunidad LGBT sin importar su fe cristiana; éste tenia que usar el nombre o pronombre que el estudiante deseaba, incluso cuando éste era contrario a lo que marcaba su ficha de nacimiento o genero biológico.
Su caso fue muy comentado y polémico, tanto como para recibir apoyo como para ser criticado; sin embargo, esto le permitió a Cross ganar varias rondas en juicios delante de la Junta Escolar del Condado de Loundoun y en la Corte Suprema de Virginia.
Actualmente, la victoria que están reclamando sus abogado y es una nueva para su caso es el acuerdo que se ha logrado con el Distrito Escolar del estado, en el que se debe eliminar cualquier referencia a la suspensión de Cross además de reintegrarlo a su empleo y pagar los honorarios de los abogados del maestro.
«El maestro del condado de Loudoun gana la batalla por la libertad de expresión», así lo titularon dentro de los medios locales, siendo ésta una gran victoria para la justicia y la fe de los creyentes.
“No se debe obligar a los maestros a promover ideologías que son dañinas para sus estudiantes y que creen que son falsas, y ciertamente no se los debe silenciar para que no hagan comentarios en las reuniones públicas”, dijo Tyson Langhofer, el abogado principal de quienes defendían a Cross.
Aunado a la demanda de Cross, otros dos maestros también se unieron a la causa del educador por la libertad de expresión, siendo Mónica Gill y Kim Wright, co-demandantes hacia el distrito en el caso que aún se desarrolla tras la victoria del sujeto principal.
«Si bien estamos muy contentos de que Tanner pueda seguir sirviendo a sus estudiantes a la luz de este acuerdo, las preocupaciones expresadas en nuestra demanda en curso que desafía la política del distrito permanecen. No se puede obligar a los empleados públicos a contradecir sus creencias fundamentales solo para mantener un trabajo”, expresó Langhofer.
“La libertad de expresión y ejercicio religioso incluye la libertad de no pronunciar mensajes en contra de nuestras creencias fundamentales. Es por eso que nuestra demanda le pide a la corte que proteja los derechos constitucionales de nuestros clientes deteniendo inmediatamente la aplicación de esta política dañina del distrito escolar”, agregó.
Han sido las palabras de Cross defendiendo su fe, lo que con ayuda de Dios le concedió la victoria: «Soy maestro, pero primero sirvo a Dios. Y no voy a afirmar que un niño biológico puede ser una niña y viceversa porque va en contra de mi religión. Le está mintiendo a un niño. Es abuso para un niño».
(*) Tyson Langhofer, consejero principal y director del Centro para la Libertad Académica de Alliance Defending Freedom, habla con los periodistas el 15 de noviembre en el exterior del juzgado del condado de Loudoun en Leesburg. Times-Mirror/Nathaniel Cline
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