Hebreos 4:16 “Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos”.
*Por Alberto Cabezas
Comentario
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Dios sane nuestras dolencias, abra nuestras corazones y mente. David es un predicador que pasó el peor momento de su vida. Te has visto en un momento que dices “ya he tocado fondo”.
David luego de matar a Goliat fue invitado por Saúl a vivir en el Palacio. Pero Saúl inicio a tener celos de David. Pero este último era profeta de Dios. El peor momento de
David fue cuando tuvo que irse a vivir en una cueva fue allí cuando escribió Salmos 142.
Salmos 142 “Con mi voz clamaré a Jehová; Con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; Delante de él manifestaré mi angustia. Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo. Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida. Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes. Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido. Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo. Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio”.
David estaba completamente solo en la cueva. Dios observaba toda la vida de David cuando el pecó, pero también en el instante que se sentía solo. Él no entendía el propósito de Dios en su vida, ya que el ejercito de Israel lo perseguía para matarlo.
1 de Samuel 22:1-2 narra un poco sobre esta historia en el sentido que expresa “ Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres”. Es así como nace un ejercito que más tarde, llevaría a David a ser el rey de Israel.
Salmos 57 es otros pequeños párrafos de la Biblia donde se narra lo que acontecía “Salmos 57 Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos. Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece. El enviará desde los cielos, y me salvará De la infamia del que me acosa; Selah Dios enviará su misericordia y su verdad.
Mi vida está entre leones; Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; Sus dientes son lanzas y saetas, Y su lengua espada aguda. Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria. Red han armado a mis pasos; Se ha abatido mi alma; Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído ellos mismos. Selah.
Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos. Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana. Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; Cantaré de ti entre las naciones. Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad. Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria”.
Un texto similar lo hallamos en Salmos 34. Este tipo de historias bíblicas reflejan en la actualidad lo que hoy esta pasando que es que vivimos en un mundo donde cada persona solo se preocupa por su bien.
Muchas veces se nos ha predicado por algunos líderes que en este mundo no hay sufrimiento, pero en la verdadera filosofía cristiana se enseña que todo no es color de rosas, pero el Dios de David sigue siendo nuestro Dios. Debemos entender que la iglesia es un hospital, donde estamos heridos y todos con deseos de seguir de Él. Pero en la misma encontramos amigos y hermanos que nos ayudar a seguir a Dios. Dios es mi fuerza y fortaleza todo lo que necesitamos está en Cristo.
Hay un himno que expresa ¿Cómo podré estar triste?, en el narra que Cristo es nuestro consuelo, incluso expresa que las aves se refugian en Él. Yo sigo a él y las todas sus bondades. Él me da seguridad. Si él cuida de las aves también lo hace por de mí. Dios pon en nuestros corazones el anhelo de seguirte.
Este fue parte de la enseñanza del sábado 9 de Octubre pasado donde tuve la grata invitación para que fuera a visitar la Iglesia Adventista Betel en Nicaragua por parte del director del Colegio Cristiano Rubén Darío Zabdy Serrano.
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