Nunca es tarde para aprender y cumplir los sueños que se plantean a lo largo de la vida. Asimismo, todas las etapas son fundamentales para seguir experimentando vivencias que llenen de orgullo y bienestar a las personas.
Así lo demostró Lupita Palacios, una abuela mexicana que aprendió a leer y a escribir a sus 96 años. Pues, sintió que tenía esa meta pendiente y que estaba a tiempo de poder lograrla.
Lupita no estudió en su infancia porque sus padres creían que esa actividad era una perdedera de tiempo y no se necesitaba. A causa de ello, la mujer le cogió pereza a la academia y no se interesó por tener ese hábito.
Es así como pasó su infancia jugando junto a sus amigos en cercanía de los árboles. Además desde temprana edad comenzó a trabajar haciendo los oficios del hogar para ayudar a su familia y satisfacer sus necesidades.
Sin embargo, en la adultez comenzó a ver que a su casa llegaban periódicos en los que se mostraban las noticias del país, pero ella no podía descifrarlos. Por esa razón, quiso vencer el analfabetismo.
El proceso
El Instituto Chiapianeco para jóvenes y adultos fue el que le abrió las puertas a Lupita y la acompañó en todo lo que necesitara. Además, su aprendizaje se llevó a cabo durante 6 meses.
Lupita reconoce que una de las situaciones que más la hacen feliz es que ya puede conocer la historia de su país. Esto debido a que ahora puede darse el lujo de tomar los libros y enterarse de sucesos que nunca antes había escuchado.
Asimismo, con este aprendizaje encontró una nueva forma de pasar sus días y sentirse llena de vitalidad. Pues, se dedica a escribir sus propias historias en una libreta.
Lo que ocurrió después del aprendizaje
El entusiasmo de Lupita por recuperar el tiempo perdido no terminó ahí, pues se propuso graduarse de bachillerato. De esa manera, el instituto se dedica a llevarle los libros a su casa para que ella pueda continuar con sus estudios.
La mujer afirma que otro de los aspectos fundamentales es que con ese hecho le está sirviendo al país. Esto ya que le da una motivación a las personas para que entiendan la importancia de estudiar.
Adicional a ello, es una inspiración para todos los miembros de su familia porque los impulsa a animarse a cumplir sus sueños sin importar la edad o los obstáculos que se presenten.
Estudiar es fundamental para adquirir conocimientos sobre diferentes temas, encontrar la vocación ideal y alcanzar el trabajo de los sueños. Además, para descubrir nuevas curiosidades, proponer ideas y crear proyectos que permitan que la sociedad evolucione.
También, permite que las personas mejoren sus habilidades cognitivas, ocupen su tiempo en actividades útiles y se sienta a gusto consigo mismas. Por esa razón, Lupita tomó la mejor decisión de todas.
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