Cada vez parece más claro que los vehículos totalmente eléctricos son el futuro, te guste o no a ti, conductor que lees este artículo y que duda de si o de cuándo dar el paso a las cero emisiones. Con un número cada vez mayor de países que obligan a que los futuros vehículos vendidos dentro de sus fronteras sean eléctricos, se calcula que para 2025, los coches eléctricos representen nada menos que el 30% de todos los automóviles vendidos en el mundo (en China ya se venden coches eléctricos por 3500 euros). Y eso que en 2020 las ventas de este tipo de automóvil en nuestro país representó tan solo el 2% del mercado. Esta exigua cantidad sin duda se verá aumentada por el recién aprobado Plan Moves III, que permitirá a todo aquel que se acoja a él disfrutar de hasta 7.000 euros de descuento si adquiere un vehículo de bajo impacto medioambiental. Tal y como estipularon las anteriores entregas de estos planes, las ayudas están destinadas a aquellos que recurran a mecánicas 100% eléctricas, pila de combustible o sistemas híbridos enchufables tanto en turismos como en motos, furgonetas y cuadriciclos. En palabras de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, "el Moves III puede contribuir con más de 2.900 millones de euros al PIB y generar más de 40.000 empleos a lo largo de toda la cadena de valor". Este ambicioso plan en pos de la sostenibilidad contará con una dotación presupuestaria de 400 millones de euros, ampliables a 800 millones, y estará vigente hasta 2023.
Empezamos fuerte, directos al concesionario, ¿no? Pero tú preguntas y nosotros respondemos, aunque resolver esta cuestión dependa de varios factores. Por ejemplo, ¿vas a usarlo sobre todo para trayectos urbanos? ¿O tu idea es hacer viajes largos por autopista? Lo ideal sería la primera opción si te planteas dar el salto al 100% eléctrico, porque aunque actualmente casi todos los modelos superan la autonomía de 300 km, no siempre cumplen el máximo de kilómetros máximos que especifica la marca.
Para desafiar con elegancia y ecología el tráfico de la ciudad hay muchos modelos recomendables como el Smart EQ ForTwo eléctrico, con un mantenimiento muy económico y fácil de aparcar; el Opel Corsa-e, con una notable autonomía de 334 km y un motor eléctrico de 136 CV; el Peugeot e-208, que destaca por su diseño deportivo o el Renault Twingo Electric, que recoge la filosofía urbana del primer Twingo lanzado en 1992 pero sin emisiones ni ruidos.
¿Cuál es el coche eléctrico más barato?
Para los presupuestos más ajustados Dacia tiene el coche eléctrico más económico del mercado. El Dacia Spring es un SUV de carácter urbano tan asequible como sólido y amplio y una autonomía cercana a los 300 km si lo conducimos solo en la ciudad. Con las reservas para su compra recién abiertas, sus primeras entregas tendrán lugar el próximo otoño con un precio a partir de 16.548 euros.
Este precio lo coloca por debajo del que ahora era el modelo más barato, el Seat Mii Electric que tiene un precio oficial de 18.800 euros y una autonomía de 260 km, más que suficiente para la mayoría de usuarios.
Si estamos dispuestos a invertir un poco más, el Hyundai Ioniq eléctrico sin duda es una gran opción que aúna calidad y precio, desde 25.900 euros. Sus delicadas y elegantes líneas se han optimizado para ofrecer uno de los coches más aerodinámicos de su categoría. Esto, unido a su ágil conducción y su gran autonomía, hacen de él uno de los coches eléctricos con más carácter del mercado.
Para bolsillos más holgados, otra gran opción es el MINI Cooper SE, 100% Eléctrico que además pudimos probar. Su precio desde 36.500 € en su acabado M no es barato pero tampoco descabellado, teniendo en cuenta las prestaciones y el carácter deportivo de este vehículo con etiqueta 'premium'.
Y si el dinero no es absolutamente ningún problema para ti, te invitamos a que pongas los ojos en el Ford Mustang Mach-E (también lo problamos), que aunque por la pinta esté más cerca de un SUV premium, algunas de las sensaciones que provoca ponerse a sus mandos son dignas de un deportivo con 55 años de historia. El primero que saldrá al mercado en España es el RWD estándar con 269 CV, una aceleración de 0 a 100 en 6,1 segundos y 440 kilómetros de autonomía, con posibilidad de ampliar baterías hasta alcanzar más de 500, y un precio desde 47.000 euros.
¿Me compro un eléctrico o un híbrido enchufable?
Los híbridos enchufables se diferencian de los híbridos convencionales en que su batería es de mayor capacidad y se puede recargar en un enchufe, como los eléctricos. Al igual que los HEV (Vehículos Híbridos Eléctricos), los PHEV (Vehículo Híbrido Eléctrico Enchufable) están propulsados por un motor de combustión interna, que suele ser de gasolina, y uno o varios propulsores eléctricos.
Para resumir podríamos decir que te conviene un PHEV si haces viajes largos a menudo. Así puedes aprovechar las ventajas de un eléctrico cuando hagas recorridos cortos pero también irte de vacaciones en coche sin el problema de tener que buscar un supercargador en el camino o esperar 8 horas cada 400 km para recargarlo.
¿Dónde puedo cargar mi coche eléctrico?
La forma más segura de garantizar que tienes batería suficiente para conducir tu coche eléctrico por la ciudad es instalar tu propio punto de carga en el garaje donde habitualmente estacionas tu vehículo. No importa si tienes cochera propia o si utilizas el parking de tu comunidad de vecinos: puedes instalarlo en ambos lugares.
El coste varía según se realicen en casa o en estaciones públicas, pero cambia muy poco según los distintos modelos. La opción más económica siempre será hacerlo en tu propio hogar, pagando el servicio y la potencia de luz contratados. En la calle, además de existir puntos de uso gratuito con ciertas limitaciones, el precio habitual en las 'electrolineras' es de 50 céntimos por kilovatio.
Tomando como modelo por ejemplo uno de los eléctricos más populares, el Nissan Leaf, cargarlo en un punto externo costaría entre los 10 y los 30 euros dependiendo de la rapidez con la que se quiera rellenar la batería. Hacerlo en casa en ese mismo vehículo no llegaría al euro y medio. Una opción más barata que llenar el depósito de gasolina o diésel y por supuesto, mucho mas sostenible.
La respuesta varía según el modelo, pero en general todos presumen de tener un mantenimiento mucho más sencillo que un coche de combustión tradicional por ejemplo al no tener que cambiar ni mantener las bujías, el aceite o el líquido refrigerante. Con una mecánica con menos elementos susceptibles de desgaste, el ahorro puede ser hasta del 30%.
Fijándonos por ejemplo en las pastillas de freno, en un vehículo eléctrico estas tienen una vida que llega hasta los 100.000 kilómetros, ya que en muchas ocasiones en lugar de frenar se recurre a la desaceleración, que además utiliza esa energía para mantener la batería y recargarla.
Pues que no cunda el pánico. Los vehículos de cero emisiones, a nivel de estructura, son tan seguros como un coche convencional. Poseen las mismas estructuras de deformación controlada presentes en cualquier otro vehículo y al tener motores más compactos, incluso existe menos riesgo de que el motor penetre el habitáculo en caso de un colisión frontal. Además, los incendios de vehículos eléctricos en caso de accidente son muy inferiores a los de los convencionales.
¿Qué ventajas tiene conducir un coche eléctrico?
Gracias a su etiqueta cero, las principales ventajas en el día a día serían sobre todo el acceso libre a zonas urbanas con restricciones, una bonificación en el impuesto de circulación y poder aparcar gratis o con descuentos en zonas reguladas.
Frente al empleo del automóvil, la mejor opción para reducir nuestras emisiones pasa por usar el transporte público o ir a pie o en bicicleta en todos nuestros desplazamientos. Se calcula que dejar de conducir 50 kilómetros menos cada semana, reduce en 450 kg la emisión de CO₂ ya que el uso masivo de combustibles fósiles es el principal responsable de las emisiones de CO2.
Pero si te es posible prescindir de tu coche y aún así quieres poner tu granito de arena para ayudar al medioambiente, dependiendo del modelo, de la fuente energética y del tipo de batería y motor, un coche eléctrico puede emitir entre un 30 y un 70% menos de CO₂ que los convencionales.
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