Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- “Mi padre fue una persona de muchas artistas, su ciudad natal fue Liberia Guanacaste, el nació un 23 de abril de 1933 y procede de una familia muy humilde de jornaleros, de un hogar de muchos valores morales y cristianos que le inculcaron a él, la manera de ser en los años futuros”, destacó, Luis Fernando Meza Gutiérrez (ingeniero pensionado por una cuestión de salud), fruto del hijo predilecto de Goicoechea Adalberto Meza.
“Él fue a la Escuela Ascensión Esquivel de Liberia sobre todo por consecuencia de su progenitora cuando esa escuela tenía como dos años de fundada apenas. Allí él hizo el ciclo básico y posteriormente él ingresó en el Instituto de Guanacaste, donde desarrolla sus capacidades dentro de las cuales una de las facetas era la de escritor. Él escribía poemas en la casa nos hemos encontrado alrededor de 200 poemas, que él hizo dentro de los cuales algunos obtuvieron premios nacionales”, puntualizó.
Agregó, “cuando se celebró los 150 años de la Anexión de Guanacaste ganó dos premios en ese año y posteriormente en otros certámenes de poesía obtuvo algún otro galardón. También él estando jovencillo afilió al Centro Literario de Guanacaste, este sitio hacía a veces antologías de poetas de la región pues a él le publicaban parte de sus trabajos. Igualmente él enviaba sus creaciones a los periódicos de la época como el Diario Costa Rica”.
¿En qué fecha desarrolla la mayor creatividad tu padre?
En los años 1966 y un poquito menor del 60 hasta la fecha que él falleció.
Él como docente fue muy entregado a sus alumnos siempre quiso lo mejor para los niños que le tocaba educar y allí en Liberia fue haciendo un periplo por varias escuelas desde Liberia (Cañas Dulces), estuvo en Tilarán (Tierras Morenas), en Abangares y llegó aquí a San José hasta la Escuela José de Sucre en la Uruca por allí de 1960 a ser director de esa escuela. Posterior de allí salto a ser director de la Escuela Guadalupe número Uno que se llamaba en aquel entonces, misma que posteriormente paso a ser la América Central.
¿Como atesoran la memoria de su padre su familia?
Primeramente, en el corazón, pero con base a una serie de fotografías que él había guardado y que se descubrió le hicimos un álbum que se llama “Remembranzas Escuela América Central 1964- 1976” y eso se lo entregamos a la Municipalidad de Goicochea, a la escuela que hoy es un instituto de educación general básica.
Esto fue una satisfacción muy grande como familia poder hacer este álbum y recorre desde el acto de colocación de la primera piedra para la escuela, luego la inauguración de la escuela en el 67 que llegó a inaugurarla el expresidente Trejos Fernández, también desfiles del 15 de setiembre, eventos para recaudar fondos para hacer la escuela y un poco de la historia como la letra del himno de la América que él la escribió y cartas que enviaron para sugerir nombres porque mi padre era muy pro por las personas que habían hecho algo por el país.
Primero sugirieron nombres como Carmen Lyra, Rogelio Fernández Güell que era gente conocida en aquel tiempo ya fallecida. Pero finalmente, no sé sabe de dónde vino el nombre y le pusieron América Central. Pero, en fin, lo importante es que se hizo la escuela.
Tenemos en nuestro poder un escrito de un periódico que hacían unos estudiantes universitarios por la época en que se inauguró la escuela, que le hace entrevista y lo ponen muy en alto por ser él que dirigió la obra.
Los elogios fueron de padres de familia, alumnos de la comunidad para lograr que se hiciera la escuela, porque donde estaba antes cuando él llegó se encontraba en pésimas condiciones no era un lugar apto para dar clases y sobre todo que en Goicoechea los niños que no podían ir a la Pilar por decirlo así a recibir lecciones, sino los más pobres no tenían donde ir entonces esta escuela les abrió esta posibilidad a esos niños.
¿Puedes contarme un poco de la labor literaria de tu padre?
En labor literaria hay 4 poemas dedicados a Guadalupe que los tenemos en nuestro hogar, uno se llama “Guadalupe Antaño”, “Guadalupe te invade el progreso”, “Guadalupanita” (que exalta las virtudes de las mujeres guadalupanas) y cuarto que encontramos es “Soy Guadalupano” (este poema es del año 1964, probablemente él escribió este último poema con un sentido de satisfacción por haber logrado que la escuela se hiciera, se construyera).
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