Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Un ex concursante del famoso programa Factor X fue asesinado a tiros frente a una comisaría de policía en un ataque que su familia cree que estuvo motivado por el hecho de ser gay.
Deangelo Wallace, de 28 años, fue asesinado el lunes 5 de julio en el exterior de la Jefatura de Policía de Kansas City tras, al parecer, haberse enzarzado en una discusión que derivó en un tiroteo.
Su muerte se produjo nueve años después de una memorable aunque infructuosa aparición en la serie de 2012 de Factor X, que desgraciadamente acabó con los cuatro jueces -Britney Spears, Demi Lovato, Randy Jackson y Louis Walsh- abandonando en medio de su actuación para protestar por su desafinación.
"Podría ser una buena estrella del pop. Sé que soy mejor que Justin Bieber", les dijo Wallace, pero los jueces no compartieron su confianza y lo dejaron cantando ante un público que lo abucheaba.
En señal de desafío, Wallace abandonó el estudio con un micrófono de 3.000 dólares, fue perseguido por los productores por las calles de Kansas City y arrestado. Siguió cantando mientras le ponían las esposas.
Lamentablemente, en los años que siguieron a la audición, Wallace vivió entrando y saliendo de albergues para indigentes. Su familia dice que fue acosado regularmente debido a su sexualidad.
"Dijo que era un objetivo al venir aquí en el centro de la ciudad. Los indigentes le lanzaban piedras a mi hijo", dijo su madre, Karen Wallace.
Su hermana, Shauntice Wallace, también afirmó que su hermano había sido advertido de que sería asesinado si seguía acudiendo al centro.
"He recibido varias llamadas telefónicas en las que le han amenazado aquí en Kansas City. Le han dicho que si lo ven en el centro, lo matarán", dijo.
Consideran que su trágica muerte es la culminación de estas amenazas, e insisten en que el asesinato debe ser investigado como un crimen de odio.
"Recién salido del Mes del Orgullo, ¿quién iba a pensar que algo así ocurriría en la entrada de nuestro departamento de policía?", se preguntó el pastor local Timothy Hayes.
"¿Quién iba a imaginar que alguien sería asesinado frente a la comisaría donde se supone que todo el mundo está protegido?"
Un sospechoso no identificado fue detenido, pero más tarde fue puesto en libertad al pasar el caso a manos de la fiscalía.
Los investigadores no han revelado ningún detalle sobre cómo se desarrolló el tiroteo o un posible motivo, pero dicen que no han encontrado pruebas de un crimen de odio.
La familia dice que eso no es suficiente. Quieren que se haga justicia con Wallace, un hombre "adorable" al que recordarán por mucho más que su breve roce con la fama.
"Era una persona realmente hermosa", dijo Shauntice. "Tenía la personalidad más optimista. Siempre tenía una sonrisa en la cara. Sólo quiero que se acuse a su asesino", continuó. "Quiero justicia para mi hermano, y quiero arrojar luz sobre la comunidad LGBT porque son un objetivo todos los días".
La familia está hablando ahora con los fiscales sobre la posible presentación de cargos por delitos de odio en la investigación en curso.
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