Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Hace 6 años, el 20 de junio del 2015, la tica Elizabeth Odio Benito, en su momento recientemente nombrada jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), advirtió que “en su país existen manifestaciones de racismo, xenofobia, homofobia y hasta de antisemitismo. En el país hay xenofobia, antisemitismo, homofobia y racismo, y esto no debería ocurrir. Se trata de tareas pendientes para un país que tiene una de las democracias más sólida de América Latina en materia de derechos humanos”.
El pastor argentino Antonio Kerikian argumenta que sus bisabuelos, “tuvieron que vivir en el exilio, dado que emigran de Europa por la persecución. Esto mismo ocurre en la actualidad en situaciones políticas, sociales o económicas y no solamente en Sur América, sino en otros continentes también”.
“Hace aproximadamente 100 años atrás mis bisabuelos y muchos pertenecientes a la comunidad armenia por el genocidio de los turcos en 1923 tuvieron que irse por un principio de persecución, sin destino a donde paraban los barcos en aquel momento dado que no iban en transporte marítimo de primera clase, sino donde podían entrar y pagar su boleto, allí llegaron a lugares donde no dominaban el idioma, sin conocimiento del mismo, con culturas totalmente distintas”, adicionó.
Agregó, “en ese momento los países de Sur América y de Europa, entre ellos Argentina, Uruguay, Estados Unidos y algunos otros países los recibieron como personas que se estaban trasladándose de un lugar a otro. Estos países recibieron como propios a los armenios con refugio, les dieron la mano, pudieron desarrollar sus familias y así formar su comunidad en otros países que en ese momento eran extranjeros, luego con el paso del tiempo pasaron las distintas generaciones”.
Con Kerikian conversó el Periódico La Voz de Goicoechea
¿Qué mensaje bíblico se le viene a la mente a la hora de escuchar sobre la xenofobia?
“Mateo 25:35 nos expresa al respecto “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis” está hablando de manera figurada para la actualidad.
Dice toda la Biblia desde el principio de la palabra del Génesis hasta el fin podemos leer un hilo conductor y entender que toda persona tiene que ser asistida en todos los aspectos de la necesidad del hombre, tanto en lo espiritual, como lo físico y lo emocional” adicionó.
La Biblia dice tuve hambre y me diste de comer, tu sed y me diste de beber. En estos tiempos, donde existe desequilibrio, desigualdad, falta de oportunidad para algunos y para otros demasiado, lo que está poniendo es la vara del equilibrio.
La vara del que tiene necesidad, poderse acercar para ser suplida.
Lucas 10:25-37, nos narra la Parábola del buen samaritano que estuve recordando en este momento cuando una persona en el camino fue asaltada, quedo tirada en medio del camino mal herido y pasaron tres personas por el lado de él, uno fue un religioso vio la situación y siguió de largo, otra fue una persona de la zona que puedo haber hecho una obra de bien a este hombre mal herido lo vio habrá dicho “podre hombre, que situación difícil le toca vivir” y siguió de largo.
Pero el tercer personaje nos habla la Biblia es de un hombre samarito y encontró a este joven herido judío. Estos dos pueblos de donde eran los personajes no se llevan bien, porque no son de pueblos muy afines.
Es más, tenían dificultades entre sí por diferentes indoles y había una enemistad histórica entre ambos pueblos, pero este hombre Samaritano dice que lo cargo lo llegó al Mesón, a un hospital, a un lugar donde podría recibir asistencia y en este momento podemos interpretar que no tenía todos los recursos necesarios o no se sabía cuanto iba a ser el presupuesto de su internación o curación.
Porque tenía que ir a trabajar, le dijo al dueño del hospedaje “a mí regreso voy a pagar la cuenta. Necesito que los estén atendiendo con todos los recursos necesarios para que él se ponga bien”.
En otras palabras, lo que está hablando acá es cuando alguien pasa un momento de necesidad, sea aquel que nos pide una moneda en medio de una ruta o aquel que golpea nuestra casa podamos ayudarlos extender un acto de generosidad de amor como que nosotros mismos estamos en el mismo lugar.
Muchas veces uno toma los ejemplos negativos, que hay bastantes para afirmarse, no bajamos la ventanilla del carro, cuando nos vienen a pedir dinero porque le paso a un conocido mío que en vez de recibir una ayuda porque nos estaban pidiendo algo, lo manotearon, le robaron la cartera o sus pertenecías y lo agredieron.
Entonces, uno por precaución por cosas que pasan, se va al otro extremo, ni baja la ventanilla, ni levanta la cara, ni pregunta que necesidad hay.
Pero la Biblia nos está mostrando el modelo de poder ayudar a quien necesita una mano y todos necesitamos una mano, de amor, de esperanza, de cariño, de palabra, de aliento, de un plato de comida, de un abrazo, de una llamada.
Jesús expresa entonces, en este versículo aquel prójimo, aquel amigo, ciudadano, condescendiente tuyo que te pidió algo y no lo hiciste es como no me lo hayas hecho a mí.
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