Por redacción
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Sporting FC venció a Limón FC en el partido de ida de la liguilla por el no descenso, y dejó al conjunto caribeño al borde del barranco, dando la sensación, además, de que no le quedan muchas opciones a un equipo que se peleó con el gol.
El 0 – 1 de Sporting no se queda solo en una victoria. Al conjunto capitalino ahora le basta con el empate, y si tuviera una mala noche en ocho días, de seguro podrá jugar con el gol de visitante.Dificultad para llegar al gol
Como ocurrió con Limón y con Sporting a lo largo de la temporada, les costó llegar al gol. Reafirmaron que en esto del fútbol no se trata solamente de proponer o de querer buscar el marco contrario. Hay que saber hacerlo.
Limón, sin un verdadero 9 natural, nunca pudo encontrar una referencia para los centros que intentó sobre el área. Por ello, buscó a través de los remates de media distancia, pero sin orden y sin dirección.
Sporting, por su parte, se aferró a tratar de explotar la velocidad de Diego Madrigal, primero por derecha, donde se vio un poco mejor y, luego, por izquierda, donde no pudo llegar ni una sola vez.
Eso sí: en todos los arranques en velocidad, los hombres de ofensiva del conjunto capitalino le sacaron ventaja a los limonenses. Se notó una diferencia clara en la parte física.
Los errores en la entrega fueron la marca registrada de ambos equipos. Fueron un reflejo de lo mal que lo hicieron estos dos equipos a lo largo de la temporada, más allá de que los dirigentes, los técnicos y hasta los jugadores insisten en soñar con que ni Limón ni Sporting fueron los que sumaron menos puntos en el año futbolístico, cuando eso no tiene nada que ver con lo que se juegan.
Como ocurrió con Limón y con Sporting a lo largo de la temporada, les costó llegar al gol. Reafirmaron que en esto del fútbol no se trata solamente de proponer o de querer buscar el marco contrario. Hay que saber hacerlo.
Limón, sin un verdadero 9 natural, nunca pudo encontrar una referencia para los centros que intentó sobre el área. Por ello, buscó a través de los remates de media distancia, pero sin orden y sin dirección.
Sporting, por su parte, se aferró a tratar de explotar la velocidad de Diego Madrigal, primero por derecha, donde se vio un poco mejor y, luego, por izquierda, donde no pudo llegar ni una sola vez.
Eso sí: en todos los arranques en velocidad, los hombres de ofensiva del conjunto capitalino le sacaron ventaja a los limonenses. Se notó una diferencia clara en la parte física.
Los errores en la entrega fueron la marca registrada de ambos equipos. Fueron un reflejo de lo mal que lo hicieron estos dos equipos a lo largo de la temporada, más allá de que los dirigentes, los técnicos y hasta los jugadores insisten en soñar con que ni Limón ni Sporting fueron los que sumaron menos puntos en el año futbolístico, cuando eso no tiene nada que ver con lo que se juegan.
Asoma Sporting en el área rival
Fueron realmente muy pocas las opciones de gol a lo largo de la primera parte del juego. Limón tuvo una, pero el remate fue devuelto por Aguirre frente a la línea. Por lo demás, tanto Esteban Alvarado como Carlos Monge tenían un partido sin complicaciones al cierre de la primera etapa.
El primer portero exigido en el juego fue Esteban Alvarado, ante remate de Esteban Ramírez. Fue el primer remate directo de Sporting en el partido, y se produjo en 69 minutos.
Sporting comenzaba a asomar en el área rival. Ese remate no generó gol, pero dio confianza para entender que se podía buscar en otra acción. Y así fue.
El gol de la diferencia llegó al 83’, obra de Jasylon Hadden. Rigoberto Jiménez se inventó una jugada por su carril, para ingresar al área y servir a Daly, que sacó remate, y ante el rechace, Hadden contra remató de seguido al palo opuesto de Alvarado. Gol de la diferencia; gol de visitante. Dos elementos positivos para los josefinos.
Escríbenos a nuestro correo electrónico
Fueron realmente muy pocas las opciones de gol a lo largo de la primera parte del juego. Limón tuvo una, pero el remate fue devuelto por Aguirre frente a la línea. Por lo demás, tanto Esteban Alvarado como Carlos Monge tenían un partido sin complicaciones al cierre de la primera etapa.
El primer portero exigido en el juego fue Esteban Alvarado, ante remate de Esteban Ramírez. Fue el primer remate directo de Sporting en el partido, y se produjo en 69 minutos.
Sporting comenzaba a asomar en el área rival. Ese remate no generó gol, pero dio confianza para entender que se podía buscar en otra acción. Y así fue.
El gol de la diferencia llegó al 83’, obra de Jasylon Hadden. Rigoberto Jiménez se inventó una jugada por su carril, para ingresar al área y servir a Daly, que sacó remate, y ante el rechace, Hadden contra remató de seguido al palo opuesto de Alvarado. Gol de la diferencia; gol de visitante. Dos elementos positivos para los josefinos.
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