Lo del malestar es entendible, principalmente si proviene de amigos, familiares, compañeros o partidarios; lo desmentidos no es de recibo, ya que en la elaboración de la nota se realizaron las respectivas consultas a las autoridades correspondientes de salud y policiales, así como también al mismo presidente municipal vía WhatsApp, quien no contestó y aquí no puede decir que no sabía porque si vio las respectivas consultas.
Amenazar de primera entrada a un periodista o medio de comunicación es muy común en países totalitarios o personas con esa misma mentalidad, pero en un país democrático como el nuestro, defensor de la liberta de expresión y de prensa, es preocupante, ya que es una forma de tratar de callar a la prensa y amedrantar a los periodistas, y peor aún si la amenaza proviene de un funcionario judicial, sea este fiscal o juez, aunque este sea hijo, padre o tenga algún grado de consanguinidad con el actor de la noticia, es más preocupante.
La labor del periodista está asociada con la investigación de noticias o problemáticas de interés público y actualidad a través de diversas fuentes verificables para su difusión.
Indica el ministerio de salud que la orden había sido girada desde el 28 de abril, primero verbal, segundo por escrito, enviada en dos ocasiones a un correo que el mismo presidente había suministrado a la autoridad de salud y como un acto de cortesía, la directora del área de salud de Goicoechea, también se lo había expresado personalmente al presidente municipal.
Ahora, si estos hechos se dieron tal como los confirmaron las autoridades de salud y policiales, el deber era cumplir la orden sanitaria, independientemente si tiene una prueba sea esta pagada o gratuita, porque lo que está aquí de por medio es el irrespeto a la ley y a las autoridades de salud, no si la prueba era negativa o positiva, pagada o gratuita.
Incumplir una orden emanada de cualquier autoridad es un acto de irresponsabilidad de cualquier ciudadano y mucho más criticable si proviene de un funcionario público de elección popular, que tiene la obligación de dar el ejemplo ante los vecinos, en este caso de Goicoechea.
Por último, tanto el periodista que elaboró la nota como el medio que la publicó, no es irresponsable, ni mentiroso, ni a difamado a nadie, ni tampoco publicó sin sustento probatorio, ni se a desinformado, la nota se publicó con las respectivas consultas al ministerio de salud y fuerza pública; quien se hizo el daño, si fuese así, fue la persona que irrespetó la orden sanitaria.
Aquí hay un hecho que debe llamarnos a la preocupación, ¿qué le puede esperar a un ciudadano común, que el día de mañana por circunstancias de la vida, caiga a un juzgado y le corresponda ser acusado por un fiscal, que sin pudor alguno acusa a un periodista y medio de comunicación sin conocer si la elaboración de la nota cumplió con el sustento probatorios?
Esto me aclara, porqué en los ultimos años la fiscalia del Poder Judicial, pierden tantos casos, inclusos algunos, que sin ser uno ducho en estas lides, observa las torpezas que se cometen.
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