Por primera vez en 100 años del campeonato de fútbol de primera división se disputará una final y se definirá al monarca nacional en el estadio guadalupano
Por Roberto Acosta / Isaí Jara
LA VOZ DE GOICOECHEA.- El "Colleya" Fonseca se viste con sus mejores galas y recibirá al Club Sport Herediano y al Deportivo Saprissa a partir de las 9 de la noche con la mejor gramilla sintética del país, que se instaló en junio del 2020.
La Municipalidad de Goicoechea invirtió ¢350 millones para la colocación de un zacate de última generación, avalado por FIFA y con la certificación Quality. Además, cuenta con el sistema Shotpad, que previene lesiones en los jugadores.
También se instalaron lámparas LED, cuya potencia se adapta a las exigencias para que se dispute un partido clase A, y se mejoró notablemente la instalación eléctrica.
La actividad futbolera en el centro de Guadalupe pasó de la plaza (actual parque Santiago Jara) al estadio municipal, en el año 1962.
"Colleya" Fonseca fue un destacado futbolista del cantón en la década de 1920.
Su andar en el fútbol tiene que ver con los mismos inicios de los campeonatos nacionales, jugó en la segunda división en 1921 con el equipo de su localidad, el Club Sport Guadalupe, antes de pasar a las filas de la Gimnástica Española y el Club Sport La Libertad un par de años después.
Mientras con los gimnásticos tomó el apodo que lo acompañaría de por vida: “Colleya, con los libertos fue exitoso y logró todo en corto tiempo, monarca nacional y de copa, además de ser seleccionado nacional en los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe en 1930 en donde jugó un choque y anotó un gol; compartió con algunos de los más grandes de aquellos tiempos como Manolo Rodríguez, “Poeta” Bermúdez, “Macho” Madrigal y “Papas” Tabash, aquel equipo de La Libertad era simplemente un tributo al buen fútbol.
José Joaquín Fonseca dedicó 13 años de su vida al deporte que lo apasionaba y finalmente colgó los tacos en 1934 producto de una lesión en la rodilla y se fue consagrándose como campeón nacional al año de su retiro. Tras su despedida del balompié, inició un levantamiento del deporte en el cantón de Goicoechea y gracias a ese esfuerzo, en su honor el estadio de la localidad se bautizó como Colleya Fonseca en 1966; el reducto ha sido casa de varios clubes en la primera división y vivió las jornadas gloriosas del San Miguel (Goicoechea) en la máxima categoría entre los años 80 y 90.
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