Foto: Alexander Brenes A |
Por Alexander Brenes A
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Tras 2 años y 8 días el municipio Puriscaleño intervino el albergue clandestino de la Fundación OFIR, esto en Cerbatana de Puriscal, provincia de San José.
Este inmueble había sido construido cerca de un naciente de agua ilícitamente, la propiedad había sido adquirida por la fundación mencionada hace 3 años, esto con el fin de construir un albergue para personas con problemas de drogadicción y más.
La tranquilidad de la comunidad de Cerbatana de Puriscal se vio interrumpida por este albergue, esto porque los actos delictivos aumentaron en gran consideración debido a la cantidad de personas que residían en este lugar, algunos de ellos con problemas judiciales e inclusive exconvictos, los robos y demás iban en aumento.
Por dicha razón la comunidad denuncio ante el municipio la situación de la construcción de los dos edificios, los cuales no contaban con agua potable, poniendo en riesgo la salud de muchos de los inquilinos que en un momento fueron a contabilizarse mas de 35 entre hombres y mujeres, inclusive adultos mayores y jóvenes con problemas de esquizofrenia.
Tras todo este tiempo de lucha por la comunidad esta mañana de jueves la Municipalidad de Puriscal tras coordinar con todas las instituciones de primera respuesta y una orden judicial, se intervino el lugar para su demolición.
Después del ingreso de las autoridades y una discusión la maquinaria ingreso al sitio y empezó la remoción de los dos inmuebles.
Los inquilinos del sitio en su mayoría fueron trasladados a diferentes centros de rehabilitación donde permanecerán, por su parte un grupo de al menos 12 personas manifestó su molestia y decidieron quedarse en el terreno viviendo a la intemperie.
Foto: Alexander Brenes A |
Para el señor Miguel Mata Vicealcalde Puriscaleño la articulación de las instituciones fue importante, yo personalmente le notifique el señor Marvin Murillo director y dueño de OFIR sobre la intervención, se le dieron 5 días para el traslado de los residentes y hoy al llegar a demoler todos permanecían acá, todo esto se realizó amparado en la legislación para evitar alguna acción legal en contra del Municipio.
Gustavo Soto es un inquilino del lugar, cumplió una condena en prisión y nos indicó que la Fundación OFIR le ha dado casa y alimento y que le preocupa que va a pasar de ahora en adelante ya que no tiene para donde irse a vivir.
Por ahora se intensifica la vigilancia en el lugar para evitar nuevas construcciones.
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