Abel tenía ocho años cuando ingresó en la Alamedas 6 de la colonia Rodrigo Facio Brenes, guiado por sus padres don Adrián y doña Leubelia
LA VOZ DE GOICOECHEA.- En la década de 1960 cursó los primeros años de enseñanza en la escuela improvisada en casas de habitación ubicadas de este a oeste sobre la calle Paseo del Bosque.
Comparte la dicha que la mayoría de la/os compañera/os de infancia, pese a la ausencia de alguna/os, son vecinos y verdaderos conocidos.
Siempre fue aguerrido con sus sueños. De su mente no se borrará el momento que vio a don Modesto Serrano Alcázar empujando una carreta atiborrada con verduras auxiliándole de inmediato.
Tenía ocho años y siempre sacaba el rato para ayudarle en la verdulería estacionada por bastante tiempo. En ese momento veinticinco céntimos era un montón de dinero.
El ejemplo deportivo y laboral lo heredó de sus padres. La adrenalina de don Adrián en el futbol y la responsabilidad y tenacidad de doña Leubelia impregnaron la personalidad que aun ostenta.
Pocos años después los astros se alinearían positivamente en ambos aspectos.
Tenía 14 años cuando el recordado don Juan Manuel Chavarría, uno de los mentores de la juventud futbolística de la colonia le brindó oportunidad para debutar con el equipo Once Tigres puliendo habilidades por bastante tiempo.
Las Ligas Menores del Club Sport Uruguay posteriormente le reclutaron.
Pese a las dificultades de la época tuvo el honor de jugar en la Segunda División del futbol nacional con los recordados equipos Gimnástica Española y Club Sport La Libertad.
Eran tiempos difíciles máxime porque paralelamente a los 14 comenzó a laborar en la Talabartería Texas del Mercado Central, luego en una mueblería y finalmente en el Ministerio de Salud combinando actividades del balompié con laborales.
Las responsabilidades profesionales con el ministerio le fueron absorbiendo y alejando del futbol debido a giras constantes por todo el país.
Sin darse cuenta habían pasado 40 años para acogerse a su merecida jubilación.
Abel es un referente en la comunidad. Siguiendo el ejemplo de doña Leubelia ha participado en muchas organizaciones de la colonia.
En el año 2000, en un cruce fortuito y sencillo se produjo el recuerdo que estimulará por siempre su desinteresada participación comunal.
Recuerda con cariño el gesto de un destacado futbolista internacional que en domingos por la mañana entrenaba en la pista de la cancha que él siempre marcaba.
Ese sencillo acto tejió un lazo temporal amistoso expresado en la imagen que cierra este reconocimiento.
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2 Comentarios
Saludo Abel, muchas gracias por tu aporte comunal.
ResponderBorrarSaludos Abelito excelente persona y deportista
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