Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- “En los centros penales, por ejemplo, en las cárceles de las mujeres, no hay niños menores de 3 años, pero en la cárcel de menores que es donde hay niños mayores a los 12 años hasta los 18 es allí donde podemos trabajar. Por supuesto, no entiendo yo como el gobierno, no hacen nada mucho más fuerte para que en la cárcel de menores, no haya más obligación para que estos niños puedan estudiar, porque no la hay ya que según reconoce la misma directora de este penal el Ministerio de Educación utiliza un enfoque andragógico en educación y este enfoque es para personas adultas y lo que se está atendiendo son niños,” aseguró Verónica Peña de la Asociación Unidos por un corazón.
“Entonces, tenemos que están tratan a los niños como si fueran adultos. Le dan tanta libertad al niño, que si él quiere va a estudiar, sino no. Pero esto, no es de impresionarse, la educación no es obligatoria en los albergues del PANI. Los niños que ingresan a un albergue, no están teniendo todas las herramientas necesarias porque Patronato no se las está brindando, para que estos muchachos salgan siendo muchachos de bien, no lo aprovechan,” puntualizó la especialista.
Agregó, “Si la educación de los niños privados de libertad no está basada en ayuda psicológica, no estamos haciendo nada, en que se basa la educación para estas personas en psicología mucha psicología y eso es también lo que se carece teniendo herramientas, tanto en las cárceles de menores como en los albergues el PANI, que atienden a los niños, por lo que carecen de todo esto, el niño entra a esos lugares y los echan como en perreras, si usted sale bien, si no nos intereso más. El problema psicológico que trae todos estos niños es enorme, por eso salen sin ser nadie de esos lugares porque nunca les ayudaron, podrán estudiar sacar sus años colegiales y escolares pero los problemas psicológicos que ellos traen por dentro por todo lo que ellos vivieron en sus hogares y en el cual fueron arrancados de sus hogares esto no lo solucionan”.
Con Peña conversó el Periódico La Voz de Goicoechea.
¿Como realizar una intervención social educativa en las cárceles?
En las cárceles hay abogados, administradores de empresas, gente estudiada privada de libertad, que paso por primeramente por la cárcel de menores. Entonces, hay algo que estamos fallando y es en lo disfuncional que puede verse una familia.
En cuanto, a los niños son arrancados de sus hogares por justa o injusta razón, tienen que ir a una cárcel donde se le va a enseñar como adultos por las instrucciones del MEP o un albergue a vivir sus días.
No son tratados psicológicamente que es de ese ser humano. El Ministerio de Educación Pública debería enfocarse en ayudar un poco más porque hay herramientas para hacerlo ayudar un poco más a esta población.
Esta población, esta completamente abandonada. Los orientadores deberían ver a estos jóvenes que son muchos, por lo menos una vez a la semana para poderlos ayudar a resolver sus problemas, pero ellos no van ni una vez a la semana. Ellos no reciben psicología de nada.
El que quiere ir va a clases, que le toca en esa aula número 2 por ejemplo y a como salen entran, el que va es porque se quiere superar entre comillas, porque en el pabellón 2 aprenden a defenderse dentro de esos centros penales. Sin embargo, nada de eso ellos reciben. Entonces, la principal herramienta es la psicología. Hay psicólogos graduados que necesitan ver a fondo a estos muchachos menores de edad y mayores de 12 años.
Están pagando algo que hicieron, pero porque vienen de familias disfuncionales.
¿Cuál debe ser el papel del MEP y el Ministerio de Justicia ante estos niños privados de libertad?
La insistencia, a que ellos tienen que estudiar, el animo que ellos mismos tienen que dar a los jóvenes. Para que estudien para que sean alguien en sus vidas. No es sencillamente que viene y paga algo que Usted hizo y si quiere estudiar estudie sino también, salga como le da la gana.
Entonces, los ponen en la calle y son los que andan asaltando, porque a ellos nadie les insistió por más que están allí no pudieron insistirle a que fueran alguien más en la vida. Imaginémonos que en las cárceles de privados de libertad están todos los maleantes entonces imagínese que pueden hablar dos mentes desocupadas que pasan todo el día sentados en una banca. El resultado lo vemos cuando ellos salen a las calles.
Se debe obligar a los muchachos a estudiar, pero esa obligación debe ir acompañada de herramientas, la psicología la ayuda a ese joven. Los muchachos son lo que son porque no fueron instados por sus padres. El PANI debe de intervenir.
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