Por Alberto Cabezas
LA VOZ DE GOICOECHEA.– “Inicie una amistad en el año 2012 con Randall Villalobos Chaves un sacerdote costarricense encargado del ornato de la iglesia, cuando era responsable de la Parroquia de Santa Marta, en San Francisco de Dos Ríos.
En el 2013, Villalobos me invito a mí y al sacristán Vargas Araya a ver una película en su dormitorio ubicado dentro de la casa cural que está contiguo a la iglesia. Una vez en el interior del cuarto empezaron las caricias. Estaba sentado en la cama y Villalobos me pasó el codo sobre la pierna y con su mano izquierda me tocó el pene por encima de la ropa, por lo que Villalobos se sacó su miembro y se masturbó frente a mi amigo.
Algo similar sucedió en el 2005 con un menor de 16 años, a quien aparentemente le habría tocado el pene dentro del bóxer cuando el adolescente dormía en la cama de Villalobos en la casa cural en Los Guido” relata el afectado quien denunció al sacerdote por un delito de violación, dos de abuso sexual contra persona menor de edad y un abuso sexual contra mayor de edad, según consta en la acusación del Ministerio Público leída en el debate.
Las autoridades eclesiásticas externaron “la solidaridad con las víctimas de abusos sexuales por parte de clérigos y el compromiso por erradicar este flagelo de nuestra Iglesia”.
Absolutoria a favor del religioso
El 6 de junio de 2018 se dictó una absolutoria por certeza a favor del religioso. El Tribunal de Juicio de Pavas, conformado por los jueces Ana Emilia Fallas Santana, Karina Redondo Gómez y Maurice Ghesquiere, consideró que no se logró probar que los delitos ocurrieron. Esta sentencia absolutoria la apeló la Fiscalía y logró que se ordenara un nuevo juicio, el cual concluyó con la condena.
La condena
Fue condenado este jueves 19 de febrero a 8 años de prisión por abusos sexuales en contra de dos personas. De acuerdo con el expediente 14-002617-0994-PE, la acusación se presentó en 2014, tanto en tribunales penales como en la Curia Metropolitana.
La Arquidiócesis de San José confirmó la pena impuesta al cura e indicó que la sentencia aún no está en firme, pero que en cuanto reciban el expediente completo lo remitirán al Vaticano para los trámites que correspondan. Indicaron que “la acusación se presentó en el año 2014, tanto en los tribunales penales del Estado costarricense como a la Curia Metropolitana.
Una vez dada la resolución de los tribunales civiles, el expediente completo será enviado a la Santa Sede para los respectivos trámites, tal y como ellos lo solicitan”.
De igual manera explicaron que desde el primer momento relevaron al sacerdote de las responsabilidades pastorales, incluso sólo le permitían celebrar los sacramentos en privado.
No obstante, este jueves, tras recibir la confirmación de la sentencia, le suspendieron el ejercicio del ministerio.
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