Génesis 49:25-26: “Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, Por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá Con bendiciones de los cielos de arriba, Con bendiciones del abismo que está abajo, Con bendiciones de los pechos y del vientre. Las bendiciones de tu padre.
Por Alberto Cabezas
Director de Relaciones Internacionales para Centro América y México de la Asociación de Periodistas y Comunicadores Cristianos
LA VOZ DE GOICOCHEA.- Jacobo antes de morir bendijo a su familia desde una perspectiva profética impresionante.
No vamos a estudiar que le dijo a cada uno de sus hijos, pero si en la vida de su hijo José, que el declara una bendición que viene arriba y que Dios la cumplió a través de los años.
Cuando nosotros nos metemos en el plan de Él, no solamente nos da lo que nos pertenece, sino que nos extiende y nos da un lugar extra, tal y como sucedió con José en el reino.
José al inicio incluso de la Biblia fue puesto a un lado, no porque Dios se olvido de Él, sino porque Él trasmitió la bendición no solamente a él, sino a sus generaciones, entonces ya no era la bendición que estaba en José, sino en Efraín y Emanases.
Dios así lo que causa es que la gracia divina añada a nuestros corazones, a nuestras vidas, a nuestra historia, a como Usted le quiera poner a nuestra descendencia.
Dios añade a nuestras vidas.
Así la bendición de una manera progresiva, lógica y escalonada fue derramada sobre la vida de José.
La primera bendición, que encontramos que abordaremos el día de hoy, es la bendición de los cielos de arriba. Cuando la Palabra habla de los cielos, es necesario contemplar y pensar en diferentes dimensiones o niveles de gracia.
Por eso, debemos reflexionar que si a nuestra vida llenan bendiciones es porque se soltó una bendición que viene de los cielos sobre mi vida.
A veces vemos la voluntad y gracia de Dios en la tierra y creemos que es el resultado de algo que hemos producido en nuestras propias fuerzas, pero estamos equivocados ya que es el resultado de algo que fue descodificado en los cielos.
Si en este día tienes salud, tienes una casa donde vivir, tienes una familia y tienes hijos, yo quiero decirte que eso no es el resultado de lo que tú has podido hacer, sino que ha sido como resultado de las bendiciones de los cielos de arriba.
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