Por Gerardo Alberto Pérez Obando (Gapo)
LA VOZ DE GOICOECHEA.- El 11 de enero arrancan completamente los motores para el viaje sin retorno número 2021. En la tiranía ineludible de las manecillas del reloj el éxodo inició al nanosegundo posterior a la medianoche del último día del año. Entre las “pintas” de los meses, en el cuarto día comenzó un simulacro con calentamiento de turbinas como preparación para ponernos el cinturón de seguridad para el despegue.
La diferencia de este vuelo es que no tardará las 11 horas que nos separan de Madrid. Necesitamos que el combustible de la nave tenga autonomía para 365 días. ¿Estaremos preparados?
El viaje número 2020 anterior dejó múltiples experiencias, la mayoría para el olvido que no vale la pena recordar. La mejor enseñanza es que el planeta cambió completamente. Nada es ni será igual porque el cuadro de confort que gozábamos se destrozó y cuando un paradigma se rompe, todo vuelve a cero. A empezar de nuevo.
Debemos comenzar a vivir nuevamente. No podemos seguir haciendo las cosas igual que antes. Debemos buscar en nuestra mente, ya que todas son diferentes, el lugar donde tenemos alojado el dispositivo que indique “reiniciar”. Para facilitarlo en las generaciones recientes podría estar en espanglish: “resetear”.
Esto no es fácil. Podría ser la diferencia entre teoría y práctica porque una cosa es describir la manera para conquistar una amistad y otra la forma de lograrla. Algo similar a una expresión presidencial: “una cosa es verla venir y otra cosa hablar con ella”.
La pandemia alteró la sociedad, oficios, trabajos, desocupó talleres, cerró oficinas y edificios, le dio vuelta al sistema educativo, artístico, salud, policial, seguridad, transporte, mobiliario, penitenciario...
La cadena de supervivencia comercial quedó maltrecha. Ante cualquier trámite, la ciudadanía debemos invertir más tiempo, paciencia, comprensión. Ningún títere quedó con cabeza, nada es igual.
Nunca imaginamos que la excepción pasaría a ser la regla. Estudiar sin asistir a centros de docencia, trabajar sin estar en sedes, asistir a conciertos en piyamas, tener certificaciones o documentos sin visitar alguna oficina o dependencia. ¿Bueno o malo, conveniente o no?
Todo es relativo. Las anteriores interrogantes solo el tiempo las podrá contestar. El que la excepción se haya convertido en reglas tiene un nombre: La o el Internet: la telaraña informática que permite acercar al mundo a través del prefijo “tele” o “a distancia”, origen de las derivaciones: telemedicina, teleeducación, teletrabajo.
La telemedicina fue un éxito desde el principio por la divergencia de tecnología entre los suburbios urbanos y regionales. En la educación y el trabajo se había venido experimentando como excepción, pese a que faltan ajustes, esperemos llegue a buen puerto con el devenir del tiempo.
Podremos catalogar al 2020 como un año en pausa con resultados negativos. Afectó a todos pero especialmente a la generación “Z” o Centenial quienes perdieron en el período oportunidades de crecimiento que quizá nunca recuperarán: prebendas deportivas, becas de estudio, artísticas, musicales, conciertos, presentaciones, viajes.
Otros afectados, son las mini pymes, emprendedores y/o trabajadores del día a día en las calles. Las mini empresas, y el vendedor ambulante o estacionario tienen en común que están compuestos por una o dos personas, de su ingreso pueden depender varias personas o familias. Sin embargo, pese a carencias, penurias y limitaciones han logrado en mayoría subsistir. Sería importante conocerlo, porque al momento no sabemos si recibieron algún aporte, ayuda o colaboración por parte de las municipalidades. Ante esto, podría darse la siguiente conjetura.
¿Por qué municipalidades? La Alcaldía y el Concejo Municipal conforman el Gobierno Local, encargada de administrar el Cantón, siendo el recaudador de impuestos y patentes, otra de sus funciones es controlar las ventas. En teoría podría caber la figura de “cuasi patrono” o por lo menos, la parte interesada en que la actividad continúe pero que además, permanezca en constante expansión.
Actrices, actores, cantantes, músicos, comediantes y demás faranduleros, pese al aporte cultural también han visto como su actividad se ha venido minusculando, arrinconándolos cada vez más.
John F. Kennedy en la investidura como Presidente de los Estados Unidos hará 60 años en unos días, 20 de enero 1961 con exquisita oratoria dijo, escribiendo con fuego en las inmortales páginas de la historia: “No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país”.
Este 2021 será un reto para los gobiernos locales. Han tenido siete meses de entrenamiento. Lamentablemente al ser la mayoría de Alcaldes/as, Regidores y Asesores reciclados, siguen patrones obsoletos mentalmente porque eso no es cuestión de edad sino de razonamiento. Por eso deberíamos ajustar la frase Kennediana en plural: “Qué podemos hacer, ciudadanía y gobierno local para superar las crisis”
Hoy con una ciudadanía mejor informada y activa, se requiere que los gobiernos locales sean eficaces, eficientes, comunicativos, empáticos y solidarios sobre todos a quienes, por su característica, la pandemia ha venido acorralando. Deberán reinventase antes que aparezcan las turbulencias.
Es importante tener presente una de tantas frases célebres de Albert Einstein décadas atrás: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”
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