LA VOZ DE GOICOECHEA.- Dice una famosa frase que por los sueños se suspira y por las metas se trabaja. Y justamente es lo tiene claro Abraham Calvo, un joven de 20 años quien no sabe lo que es darse por vencido y lucha todos los días por cumplir los anhelos de su corazón.
Abraham, es vecino de Coronado, y viaja todos los días hasta Santa Ana donde se desempeña como peón de construcción.En medio de su jornada laboral, entre cemento, palas y bloques sonó su celular, con un mensaje que le cambiaría su vida. Era el aviso de que se había aprobado el último examen que le faltaba para convertirse en bachiller de colegio.
Matemáticas, era la única materia que tenía pendiente para culminar la educación secundaria. Ahora eso ya es cosa del pasado, ya que es una prueba superada.
Mientras leía el mensaje, los ojos de Abraham se llenaron de lágrimas, esa forma de expresar una alegría genuina que sale del corazón y por supuesto, compartió su éxito con sus compañeros de trabajo.
“Dios lo bendice a uno de todas formas verdad porque fue muy duro para mí empezar este año con la pandemia y sin el título de bachiller”, contó el joven al medio de la periodista Lizeth Castro, quien dio a conocer la historia.
El primero en abrazar al joven fue Mario Calero, maestro de obras: “Se emocionó tanto que él estaba llorando. Entonces yo me le acerque y lo abracé, nos abrazamos, nos pusimos a llorar casi que los dos y yo todo contento porque yo sí le he dado muchos consejos a Abraham de que la vida se trata de muchos esfuerzos, muchos sacrificios y también se trata de siempre seguir adelante”.
Abraham va por más
El joven quiere ingresar a la universidad para formarse como profesor de Estudios Sociales, además tiene otro sueño en mente.
“Mis planes serían primero bueno seguir trabajando, meterme a la U y una vez que yo ya haya terminado la U comenzar a construir mi propia casa. Entonces una vez que yo haya finalizado la universidad y haya conseguido un trabajo que mejore mis ingresos quiero comenzar con ese proyecto”, manifestó Calvo.
“Quiero tener mi propia casa. Donde vivimos, en ese terreno, ya le dije a Papi que si puedo construir en la segunda planta una casita propia mía”, agregó.
Este miércoles, Abraham recibió una noticia que lo hizo romper en llanto. Una universidad privada llegó hasta su lugar de trabajo para entregarle una beca universitaria por el bachillerato, licenciatura y maestría.
Las imágenes han conmovido a miles de personas, tras el entusiasmo y deseos de superación que ha mostrado el joven.
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