LA VOZ DE GOICOECHEA.- Hoy quisiera participar por primera vez con una foto hermosa y entrañable de mi abuelita. Mis abuelos paternos se llamaron Apolinar Cabezas Brenes (*1895 +1964) nacido en Atenas y mi abuela Herminia Badilla Barquero (*1890 +1985) de Desmonte de San Mateo.
Aproximadamente en 1925 en Atenas mis abuelitos comenzaron a profesar el cristianismo-evangélico. Mi abuelo laboró en la Mina Sacra-familia en Desmonte y al cierre de la empresa se trasladaron a las minas de Líbano de Tilarán.
Antes de la década de los 40 para llegar a Cañas era usual la vía fluvial desde Puntarenas hasta el puerto de Bebedero. Desde aquí el traslado era a caballo o carreta a Cañas o Tilarán por el viejo camino de El Verjel-Líbano-Tilarán.
Las empresas mineras norteamericanas eran muy prácticas y al dejar de ser productivas sencillamente las abandonaban. Mi abuelo laboró en asuntos mecánicos y de laboratorio donde manejaba elementos químicos para el proceso del oro.
En 1930 sin garantías laborales mi abuelo y mi abuela quien tenía a cargo el comedor de los oficiales, fueron compensados con la entrega de la pulpería o comisariato de la empresa minera.
Para surtir el negocio era necesario trasladarse una vez al mes hasta San José para adquirir alimentos, medicinas, productos veterinarios, telas, hilos, implementos agrícolas y herramientas. La vida en esos recónditos parajes era simple y dura.
La foto anexa data de 1933 para asistir a la Escuela Dominical en la Misión Bíblica de Cañas, hoy Iglesia Bíblica de Cañas ubicada una cuadra al norte del costado oeste del parque. El recorrido era de unos 15 km de camino de tierra en el verano polvo y el invierno lleno de barriales.
Como se observa la carreta carece de pintura, sus ruedas de gran firmeza de pocas cuñas de maderas duras con aro y bocina de acero, eran altas y angostas todo terreno. Los campesinos guanacastecos cifraban su esperanza en los fuertes bueyes casi siempre de colores impares y la resistencia de la carreta. Descuidaban la impresión que siguen teniendo las hermosas carretas pintadas del Valle Central.
En la foto lamentablemente no aparecen mi papá Franklin, su hermana Estela, ni su primo Emilio Badilla ya que salieron corriendo a jugar con otros niños. De izquierda a derecha aparece recostado a la rueda Ernesto Santana, estudiante del Instituto Bíblico, luego Seminario Bíblico Latinoamericano en San José, en vacaciones debían colaborar en oficios pastorales de las iglesias que se empezaban a fundar en las cabeceras de cantón en Guanacaste. Mi abuela Herminia de vestido y medias blancas saluda a la misionera Miss Jessie Elder que dedicó parte de su vida al servicio de las iglesias cristianas de esa provincia. Luego aparece mi tía abuela María Quesada y mi tío abuelo y su esposo Elías Cabezas Brenes.
Muchos de sus descendientes y primos viven hoy en varios distritos de Tilarán. El edificio de madera con dos puertas angulares era el Hotel de Pancha Mojica. Intuyo que en ese lugar hoy se ubica el Hotel y restaurante Cañas, si alguien dispone de la información correcta favor de participarnos. Todos los datos los obtuve gracias a largas y cálidas conversaciones y a la excelente memoria de mi tía Estela Cabezas Badilla quien residió casi toda su vida en Turrialba y a mi papa Franklin Cabezas Badilla. Dedico la recopilación a mi padre, la persona más integra y buena que he conocido y quien hoy está al lado de su Señor y que el pasado 21 de octubre cumplió 98 años.
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