Mateo 5: 1- 12.- Cuando vio a las multitudes, subió a la ladera de una montaña y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y tomando él la palabra, comenzó a enseñarles diciendo: “Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión. Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes”.
Por Alberto Cabezas
Director de Relaciones Internacionales para Centroamérica y México de la Asociación Internacional de Periodistas y Comunicadores Cristianos
Comentario
LA VOZ DE GOICOECHEA. Hoy es el último artículo de la serie “El dedo acusador” que iniciamos el pasado domingo. El evangelio cambia realidades, circunstancias y las vidas, para bien y para siempre, transforma la tristeza, las familias, las comunidades y nuestra nación. Creemos desde la sección “El versículo del día”, en un verdadero cambio para Costa Rica, pero este no puede nacer sin la ayuda de los cristianos y del amor al prójimo que el debe tener. Hoy abordaremos lo que dice la Biblia acerca de juzgar.
En Mateo 5 narra la Biblia que Jesús subió al monte, este monte se convierte en el monte de las bienaventuranzas o el sermón del monte. Jesús estaba siendo seguido por una gran multitud, Él sabia muchas otras cosas de sabiduría y Palabra. Tenía conocimientos, acerca de la acústica y muchas otras cosas. Porque sin duda, cuando Usted, estudia el momento histórico, Jesús está buscando un lugar, donde el sonido pudiera rebotar y pudiera alcanzar toda la multitud. El monte de las bienaventuranzas tenía esas características. El sube al monte o se pone en un lugar, alto del monte.
Allí en este monte brindó bastantes enseñanzas, para finalizar se narra en Mateo 7:24 “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”. Por supuesto, esto se dice para hacer reflexionar sobre todo lo que había dicho antes, desde el principio del versículo 5 hasta ese momento.
Léase estos versículos y se dará cuenta que tan completa es la enseñanza que Jesús dio en el monte. Porque no solamente podemos brindar bienaventuranzas en esta sección, sino que las mismas deben ven ir acompañadas de una explicación de porque se expresan en la Biblia estas y esto es lo que quisimos dar en esta lección titulada “el dedo acusador”.
Para complementar, estos versículos de bienaventuranzas, inmediatamente en Mateo 7: 1:5 expresa “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: ¿Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? !!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Lo primero que Jesús nos enseña en este texto después de las bienaventuranzas, ósea de lo placentero, es que lo que sembramos se cosecha rápido. Eso es lo primero que te voy a enseñar. Al parecer, la actitud que ha tomado algunos cristianos bendecir su dedo acusador, se convierte en un prejuicioso para su vida, son tan cristianos y religiosos que no se dan cuenta de esto.
Cuando Usted juzga a alguien prepárese para ser juzgado en todas las áreas, donde también cualquiera tenga la razón. Juzgar a alguien es muy peligroso.
Yo sé porque la religión organizada se especializa a juzgar a la gente. En juzgarlo por su forma de vestir, en su forma de hablar, en su forma de llevar la Biblia, si se sabe versos o no se sabe versos bíblicos.
Toda la religión organizada se ha convertido en una suma de juicios contra la gente. Cuando una persona llega a este tipo de iglesias que te aplican “el dedo acusador”. Lo primero que sienten es la mirada de juicio de la gente cuando llega. Eso que pase en las iglesias es natural, pero anormal.
Lo que quiero resaltarle es que el comportamiento que muchas veces ha tenido la iglesia es errado y que no solamente es de bienaventuranzas, lo que Usted lector necesita para iniciar su día, sino Palabra fresca, que acompaña esas bienaventuranzas, porque esas bienaventuranzas no vienen solas, vienen con reglas que debes poner en practica en tu diario vivir, uno de ellas que vimos en esta oportunidad es olvidarnos de ese “dedo acusador”.
Es decir, si quieres bienestar en tu vida, olvídate de muchas cosas que van en contra del caminar cristiano una de ellas “ el dedo acusador”.
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