Por Alberto Cabezas: Director de Relaciones Internacionales para Centroamérica y México de la Asociación Internacional de Periodistas y Comunicadores Cristianos
Comentario
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Hoy seguiremos meditando sobre nuestra lección “el dedo acusador” que iniciamos el domingo de la semana pasada, hoy abordaremos Juan 8.
Juan es un libro muy interesante. Juan era el discípulo más joven, pero Juan 8 lo escribo siendo un adulto mayor. Él empieza a relatar los últimos meses del ministerio de Jesús para enseñarnos con toda fuerza, lo que casi hemos gritado en estas últimas semanas “Jesucristo es Dios”. Abordaremos el día de hoy, “La Luz versus nieblas”.
Todo lo que escribe Juan es un contraste. En el capitulo 7 de Juan se habla de ese grito de Jesús al final en el día de la fiesta de los tabernáculos. Ese último gran día, en el que expresa “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”.
Jesucristo, es la única alternativa para nuestras vidas y de esta forma Juan nos va a llevar al capítulo 8 pero primero pone en claro que Dios es la única alternativa para calmar nuestra sed.
Actualmente hay un terrible mal, que nos esta destrozando en lo moral, en lo ético, esa enfermedad se llama pecado y la única alternativa es Jesús para sanarse.
En el capitulo 8 de Juan viene este contraste “Luz versus tinieblas”. Contraste que Juan nos acerca al Dios viviente que es Jesucristo por supuesto.
Juan 8:12 expresa “Jesús, la luz del mundo Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Siempre hay este contraste luz versus tinieblas, viceversa en este mundo y Jesús quiere resolverlo con tres acciones que nos da Juan.
Deseo que abras tu biblia y que leas Juan 8 porque Dios tiene grandes cosas para ti hoy, no religiosas, sino de vida práctica.
Dios es un Dios que quiere que utilices la razón y la inteligencia para que tu puedes caminar con toda seguridad. La fe viene por el oír y el oír, la palabra de Dios, por eso te invito a leer Juan 8 que es “la luz versus las tinieblas”
Juan 8:4-8 narra la historia de la mujer adultera, aunque no está bien escrito, no debería llamarse la mujer adultera porque ella se arrepintió, pero nosotros la conocemos así esta historia: “4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? 6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra”.
En estos versículos, hay un contraste entre la farsa, la mentira y la verdad.
Porque la mentira, porque una mujer no puede cometer adultero sola, tiene cometer adultero con un hombre obviamente, pero solamente traen a la mujer, es decir, al hombre lo dejaron que se escape por la puerta falsa, esto lo utilizaban para tener a Dios faltaba el hombre. Según la ley de las piedras, tenía que ser apedreado no solamente la mujer sino también el hombre. ¿Crear una trampa a Dios? Con Dios no podemos bromear, salir de la iglesia y comenzar a juzgar a diestra y siniestra y creernos superiores a los demás, con él no podemos calentar bancas de la iglesia, llevar una vida de doble sentido, por ejemplo, tratar mal a nuestros hijos, hablar cosas terribles, Jesús nos ve. Jesús sabe de que esta lleno nuestro corazón. Podemos mentir a todos, pero a Él no. Él sabía este contraste entre la farsa y la verdad.
En la Biblia, en Éxodo 31:18 fue la primera vez que Jesús escribió con su dedo, leamos “Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios”.
Estas tablas de la ley se refieren a los diez mandamientos, quien las puso en las tablas fue Dios mismo, con su dedo dice la escritura. Atreves de esas tablas pone a luz, nuestra vida pecaminosa.
Pero hay una segunda vez, que Dios escribe con su dedo está en Daniel capitulo 5 en este capitulo hay un rey llamado Belsasar, que esta jugando con las cosas de Dios y después de esto murió.
Tres veces el dedo de Dios aparece en la Biblia escribiendo. Poniendo a luz nuestra vida pecaminosa, nuestra irreverencia o en este caso, la irreverencia de este rey Babilónico, o nuestras conciencias frente a Él. Jesucristo es Dios.
Juan 18:19 expresa “18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí. 19 entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre”.
Jesucristo es Dios, son la misma esencia. Él da la claridad de su divinidad y su eternidad. No solamente es la eternidad de Él sino la nuestra también. La vida es una encrucijada. Mientras tu corazón no tenga un buen cambio, caminarás hacia el infierno. La única alternativa para llegar a Dios es creer en Él.
La esperanza la tienes mientras estés vivo en la tierra, para entregar tu vida a Dios y posteriormente tener un viaje espiritual al cielo. Está escrito en Juan 8: 51 “De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte”.
De tal manera, que Dios garantiza viva eterna. Estamos hablando que Jesús extiende su amor para ti. Jesús te ama y Él es Dios.
Juan capítulo 8 nos habla del contraste entre la luz y las tinieblas.
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