LA VOZ DE GOICOECHEA.- Una reciente investigación de la Fundación Arias para la Paz encontró 51 puntos ciegos en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua que son aprovechados por los traficantes de personas.
Además, concluyó que existe una aparente complicidad entre policías de ambos países para permitir la migración ilegal. Uno de los informantes durante la etapa de investigación aseguró que los oficiales ya conocen las placas de los vehículos que utilizan los coyotes, y estos últimos conocen los horarios en que los funcionarios se mantienen en sus puestos.La directora académica de la Fundación Arias, Ana Yancy Espinoza, se refirió a este hallazgo del estudio.
Según los analistas, los migrantes pagan entre $5 y $250 a los coyotes por el transporte. Estos últimos toman en cuenta factores como el género, la edad de las personas y su urgencia por trasladarse para establecer los precios.
Para Espinoza, la migración ilegal en la frontera va de la mano directamente con negocios de crimen organizado en esa zona del país.
La investigación que se llevó a cabo contempló las formas empleadas por los nicaragüenses para ingresar a Costa Rica a través de los cruces fronterizos ubicados en Upala, La Cruz y Los Chiles, entre abril del 2018 y febrero del 2020.
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