LA VOZ DE GOICOECHEA.- Todos en algún momento nos hemos preguntado por qué nos crece vello en las axilas. Y si bien a simple vista parece que esta característica no tiene utilidad, en realidad desempeña un papel importante en el cuerpo.
En la pubertad, los cambios hormonales traen consigo el crecimiento del vello en las axilas y en otras partes del cuerpo. ¿Por qué razón crece? ¿Cuál es su función? En este espacio te contamos más sobre sus características.Y es que, a medida que nos acercamos a la edad adulta, notamos que esos pequeños vellos – que eran casi imperceptibles a nuestra vista – comienzan a cambiar. La razón es que se convierten en vello terminal e intervienen en algunas funciones. Veamos de qué se trata.
El ser humano tiene tres tipos de pelos en el cuerpo, y estos van sufriendo cambios durante las diferentes etapas de su desarrollo; cada uno tiene sus propias características.
El lanugo, que se esparce por todo el cuerpo, está presente desde el último trimestre de gestación y desaparece en los primeros meses del lactante. El vello androgénico (no terminal), menos fino que el lanugo, todavía sin color y superficial. Y el pelo o vello terminal, que sustituye al prepuberal con las siguientes particularidades:
Tiene mucho pigmento y médula.
Es grueso y visible.
Se encuentra sobre todo en las axilas, el pubis, las cejas y las pestañas. Los que crecen en el cuero cabelludo (cabellos) también forman parte del pelo terminal.
Se distingue del vello no terminal porque es más largo, a excepción del que sale sobre el cuero cabelludo, el vello axilar pasa de los 2 cm y no suele superar los 3-5 cm.
Al vello terminal que crece en las axilas, al igual que al púbico, se le llama en escenarios especializados «pelo ambosexual». Significa que crece en ambos sexos; además, su densidad dependerá de la cantidad de andrógenos de la persona. ¿Cuál es su función específica?
El vello en las axilas sale por la acción que tienen los andrógenos en el cuerpo humano. Estos son un grupo de hormonas, entre las cuales se destaca la testosterona. Respecto a esta, se cree que es una hormona exclusiva del género masculino; sin embargo, no es así. También se produce en el sistema reproductivo femenino, aunque en menor grado.
En ambos casos, son estos cambios hormonales los encargados de que crezca el vello terminal durante la adolescencia. Primero surge el púbico y, aproximadamente dos años después sale el vello axilar. El tiempo de aparición es variable de acuerdo al desarrollo de cada persona.
Una de las principales funciones del vello axilar es mantener una óptima temperatura en el cuerpo. El vello es capaz de actuar como protección ante el aire frío o el calor excesivo que entra en contacto con esa sensible región.
Asimismo, sirve para retener o ralentizar el sudor cuando se produce en grandes cantidades. De este modo, evita que el líquido gotee, como suele suceder en la espalda.
Cabe recordar que el vello por sí solo no es el responsable del mal olor que puede darse en la zona. Se le atribuye, sí, a una higiene inadecuada que permite que se acumulen bacterias en las axilas.
1. Reduce la fricción
El vello axilar evita el contacto piel con piel, por lo tanto, reduce la irritación que la fricción puede provocar, por ejemplo, cuando hacemos ejercicios. No depilar este vello reduce de manera considerable la posibilidad de padecer pelos encarnados, que pueden generar molestias dolorosas e infecciones.
En las axilas se origina un olor que es característico en cada persona y la presencia del vello ayuda a atraparlo. Esos olores se conocen como feromonas. En particular, son sustancias químicas producidas por el cuerpo de manera natural, que se liberan para actuar como señales, sobre todo en el sexo opuesto.
La palabra feromona es un neologismo que proviene del griego, y significa llevar o transportar algo que provoca una reacción o excitación. La definición se popularizó a mediados del siglo XX, y desde entonces se comenzaron a fabricar fragancias buscando reproducir la esencia de estos olores.
De allí la antigua creencia que asociaba la intensidad del olor en las axilas con una exaltación de las virtudes masculinas. Que al igual que en los estudios científicos sobre animales, servían para aumentar el atractivo y encontrar pareja.
3. Previene otras molestias o enfermedades
Llevar el vello en las axilas de forma natural, sin rasurar o depilar, reduce la aparición de sarpullidos. De igual modo, evita los abscesos que se forman por la obstrucción de un poro tapado al quedar expuesto a sustancias químicas o a sucios. Ante esa realidad, algunos médicos sugieren que es preferible cortar los vellos con tijera si queremos la zona lo más despejada posible.
Si bien es cierto que en esta época prevalece la tendencia a llevar la piel depilada, es bueno saber los beneficios de dejar crecer el vello en las axilas. Los criterios para eliminarlos no responden a una directriz médica sino estética. Están insertos en un patrón cultural propio de este siglo.
Llevar la piel lampiña y someterse a tratamientos para mantener la piel libre de vello axilar es una decisión personal. Dependerá de los gustos y costumbres de cada uno. De todos modos, en ambos casos no acarrea problema alguno si se mantienen buenos hábitos de higiene.
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