“Hechos 16:31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”.
Alberto Cabezas: Director de Relaciones Internacionales para Centroamérica y México de la Asociación Internacional de Periodistas y Comunicadores Cristianos
Comentario
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Es un honor para el Periódico La Voz de Goicoechea, hacer una semblanza de la vida de Franklin Cabezas Badilla, un claro ejemplo de una persona creyente que tuvo en su vida una gran sabiduría y temor a Dios. Un verdadero General de la fe.
La vida de don Franklin está llena de recuerdos muy interesantes, una de ellas fue como llego el evangelio a su familia que vivía en Atenas.
Pues su padre después de una buena ingesta de licor en su pueblo y pesé a su estado ebrio, no fue obstáculo para que Dios hablará a su corazón después de encontrarse en el suelo un tratado del evangelio, entonces el “junto el papelillo, le gustaba mucho leer, lo leyó y el papelillo, se le fue haciendo grande” y dijo “Uy que es esto, que cosa” expreso. “Cree en el Señor Jesucristo y será salvo tú y tu casa, Hechos 16:31 decía el papelillo. Eso lo golpeo. ¿Qué hizo? Se levantó todo atarantado todavía del guaro y se fue para Atenas. A ver ¿quién repartía esa cosa?. Esa propaganda, “hereje” protestante y se encontró con los estudiantes del Instituto Bíblico que recién estaba establecido en Costa Rica.
Así es como en 1924 llega el evangelio a la Familia Cabezas Badilla, pues aquellos estudiantes del Instituto Bíblico, que luego llegaría ser Seminario Bíblico Latinoamericano. Comenzaron a ser reuniones en la casa de don Apolinar y doña Herminia padres de don Franklin.
Don Franklin tuvo la oportunidad de aceptar a Dios, su Señor como su Salvador, cuando tenía 7 años de edad. Porque en su casa habiendo llegado el evangelio a su casa en 1924, en 1927 se daba dando escuela dominical en su casa y un estudiante peruano tuvo la feliz idea de preguntar al grupo de niños que había recibiendo la clase que si alguno quería recibir a Dios como su Salvador.
Fue egresado de la Escuela de Tilarán de 1934 como uno de los primeros graduados.
Más adelante, la familia Cabezas, se traslada a Tilarán, donde don Franklin hace la primaria, luego estudia Contabilidad por correspondencia lo cual le sirve para ir a trabajar por 8 años a Correos de Costa Rica y luego al Instituto Costarricense de Electricidad que apenas se está formando.
De allí sale para la Misión Latinoamericana en el año 1955, específicamente en Faro del Caribe, siendo el primer Administrador costarricense, ya que esta emisora estaba en manos de misioneros norteamericanos y tuvieron a bien buscarlo como Primer Gerente costarricense de la emisora Faro del Caribe, entonces en el 1955. Allí lo tuvo la misión durante 14 años manejando la emisora porque les gustaba la forma en que llevaba la contabilidad y lo pasaron a la Oficina Central de la Misión alrededor de los años 1979 hasta completar 25 años de servicio.
Un dato relevante en la vida de don Franklin fue conocer a María del Carmen Mora Cascante su esposa de la cual hablo con gratos recuerdos. Cuando fue a vivir a San José en 1943 el Señor le tenía una esposa especial que tenía para Él. El Señor unió sus vidas el 13 de diciembre de 1947. Viviendo juntos 47 años, 5 meses y diez días.
Desde que vino de Guanacaste asistió al Templo Bíblico, donde ocupo varios puestos oficiales hasta que llego a ser Secretario de Junta Directiva. Pero su espíritu de servicio trascendió el Templo Bíblico.
También le tocó servir en algunas obras que había fundado la Asociación Latinoamericana como la Asociación de Iglesias Bíblicas costarricenses y otras instituciones, algunas al calor de la Misión Latinoamericana como el Colegio Monterrey por ejemplo y otros y Faro del Caribe, desde luego. Entonces, se fue relacionando con diversas entidades cristianas y le toco trabajar como miembro de juntas directivas, en diferentes entidades y eso fue hasta 1980 cuando se pensiona.
Al pensionarse renunció a las entidades a las cuales está sirviendo, pero en la Clínica Bíblica a la cual está sirviendo desde hace tiempo, no le aceptaron la renuncia y le dijeron “Usted no se va Usted se queda aquí siempre” y paso hasta su muerte como miembro honorario de la Clínica Bíblica.
Este reconocido líder costarricense durante su estadía en Faro del Caribe y la Misión Latinoamericana, le correspondió viajar a muchos países y conocer infinidad de ministerios, pero dentro de sus recuerdos más apreciados está su amistad con el hermano Pablo (Paul Edwin Finkenbinder), por ejemplo, cuando él estaba jovencito, apenas tenía uno o dos hijos nada más. Él estaba joven por supuesto, también, desde entonces, le toco esa amistad especial, con el hermano Pablo.
Don Franklin tuvo con María del Carmen, cuatro hijos, Roberto, Carlos, Manuel Enrique y Elizabeth, quien han hecho la familia amplia con el ingreso de diez nietos y varios bisnietos.
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